28 de noviembre de 2012. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
Un octogenario lúbrico muere de un modo casi hilarante. Sus dos hijos heredan, además de sus pinturas, su actitud vital. Ambos son fieles a la infidelidad familiar. Tras la borrachera fraternal que sigue al entierro, uno hace su donación en el bote con el que a la mañana siguiente se inseminará a su cuñada. Nada nuevo. También su hija adolescente es en realidad su sobrina.
Se infiel pero mira con quien. Este podría ser también el título de esta película en la que dos machos maduros y croatas exhiben fraternalmente su condición. De maduros y de machos, porque espero que la historia no aspire a ser también una metáfora de los Balcanes. Lo peor de esta película no es lo mal que transita entre la comedia casi cutre y el sentimentalismo casi ñoño. Lo peor es que la historia está (mal) construida sobre unos personajes bastante machistas (ellos) y bastante imbéciles (ellas). Juega a mostrar varias historias cruzadas en apenas unas horas, pero también quiere contar los nueve meses que van desde la muerte (o la inseminación) inicial hasta el parto final. Pero en el cine manejar bien el tiempo es tan importante como a ciertas edades vigilar bien la próstata.
Se infiel pero mira con quien. Este podría ser también el título de esta película en la que dos machos maduros y croatas exhiben fraternalmente su condición. De maduros y de machos, porque espero que la historia no aspire a ser también una metáfora de los Balcanes. Lo peor de esta película no es lo mal que transita entre la comedia casi cutre y el sentimentalismo casi ñoño. Lo peor es que la historia está (mal) construida sobre unos personajes bastante machistas (ellos) y bastante imbéciles (ellas). Juega a mostrar varias historias cruzadas en apenas unas horas, pero también quiere contar los nueve meses que van desde la muerte (o la inseminación) inicial hasta el parto final. Pero en el cine manejar bien el tiempo es tan importante como a ciertas edades vigilar bien la próstata.