21 de noviembre de 2014. Cines Centro, 52º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.
El cura de un pueblo irlandés recibe en confesión el aviso de que el domingo siguiente morirá. Quien lo va a matar es uno de sus feligreses, del que abusó otro cura cuando era niño. La visita de su hija (el protagonista se ordenó sacerdote después de enviudar) y los encuentros con los vecinos van marcando los días de espera.
No ha podido empezar mejor el festival. Asistimos al pase de prensa de la película que lo inaugurará luego en el Jovellanos y nos encontramos con esta joya que es un western en las costas de irlanda, un caleidoscopio humano en una comunidad rural y una reflexión perfecta sobre el catolicismo a comienzos del siglo XXI (reivindicando el perdón, eso que tanto le reprochan los protestantes). O simplemente una película estupenda. La interpretación de Brendan Gleeson es impresionante en el papel de ese cura que vive el calvario más contenido que yo haya visto en un cine. Cada diálogo es una maravilla en la que la sencillez de lo cotidiano (no exenta de ironías) no impide plantear cuestiones de gran calado. También hay guiños al metarrelato que los personajes principales expresan en momentos tan magníficos como ese portentoso y sencillísimo plano de la confesión que abre la película (MacDonagh recuerda en esos momentos a su hermano Martín que en Siete psicópatas construía una increible historia metadiscursiva). Asi que, nada más empezar el festival ya tiene garantizado que los premios al mejor actor, al mejor director, al mejor guión y a la mejor película tendrán al menos un buen candidato.