19 de marzo de 2018. Teatro Filarmónica, IV Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo. V.O.S.
Pierre es un joven ganadero que está siempre pendiente de sus vacas. El temor a que alguna de ellas pueda enfermar de fiebre hemorrágica hace que llame una y otra vez a su hermana veterinaria. Cuando descubre que una está infectada lo oculta y la entierra para evitar que las autoridades sacrifiquen a todas. Pero no será la única.
Volvemos a disfrutar en Oviedo con SACO, la estupenda iniciativa que ya alcanza su cuarto año. Como ya he visto siete de los dieciséis largometrajes que se proyectarán, Petit Paysan es la primera película que veo en esta edición. Las imágenes oníricas con las vacas dentro de la casa auguran una historia muy especial. También otras en las que el blanco y negro de esos animales componen estampas casi abstractas. Pero la película me defrauda. No me parece verosímil la reacción insumisa de este joven ganadero un tanto obsesivo pero bastante integrado en los modos semiindutriales de la ganadería francesa. Hubert Charuel pretende mostrarnos que su personaje quiere mucho a sus vacas pero creo que las decisiones que toma serían más propias de alguien diferente: con menos vacas, más edad y mucho más carácter. Petit Paysan da que pensar sobre los efectos locales de algunas medidas radicales de los gobiernos, pero teniendo su eje en los intereses de un ganadero me cuesta empatizar con él. Quizá si la historia se hubiera planteado desde un discurso ético animalista me resultaría más fácil sintonizar con ella.