28 de mayo de 2018. Casa de la Cultura, XVII Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés. V.O.S.
Rubén es un ecuatoriano que vive en Nueva York y ha decidido suicidarse a las doce de la noche. Tiene un cáncer de páncreas que ha renunciado a tratar. Pasará su último día en compañía de algunos amigos y alguna novia (de antes y de ahora). Todo sin dramatismos, controlando la situación más allá de lo que parece posible.
Un tipo muy guapo y resultón lleva una situación como esa con una flema que parece inverosímil. Incluso emula la idea de la protagonista de Mi vida sin mi de Isabel Coixet y graba unos videos para acompañar la infancia y juventud del retoño que tendrá una amiga tras una inseminación postmortem. Desde luego un tema tan serio como este merecería un tratamiento algo mas cuidado (también en la evolución de las horas del día y en la forma en que las van viviendo los personajes). Solo habría que inspirarse en películas bastante mejores sobre este delicado asunto. Por ejemplo, en Quelques heures de printemps de Stéphane Brizé. Claro que los protagonistas de esta película son unos franceses que parecen muy reales. No unos ecuatorianos de clase bien y bastante pijos que hablan estupendamente inglés (hasta el borde mismo de la muerte) y que no sienten ningún extrañamiento en esos sitios tan chulos de Manhattan.