14 de octubre de 2018. Teatro Filarmónica, Oviedo. V.O.S.
Una chica coreana que está en Cannes trabajando para una distribuidora de cine es despedida repentinamente por su jefa. La acusa de ser deshonesta. Aunque quizá el motivo sean los celos tras saber que ha tenido una relación con el director con el que ella trabaja. Los tres tendrán varios encuentros con una mujer francesa que lleva una cámara de fotografías instantáneas. Según ella, nadie sigue siendo el mismo tras haber sido fotografiado.
Esta es la décima película que veo de Hong Sang-soo. Como en la primera, en esta también está Isabelle Huppert. Pero entre En otro país y La cámara de Claire hay una distancia enorme. No solo porque aquella transcurría en una playa de Corea y esta tiene en los alrededores del festival de Cannes su ambiente y motivo, sino porque allí había un delicioso juego triple que siempre remitía a Rohmer pero en La cámara de Claire uno tiene que buscar guiños a La rodilla de Clara para encontrar algún homenaje que haga valioso lo que se contempla. Es verdad que todo lo que vemos es bien reconocible como genuinamente propio de Hong Sang-soo, pero no solo por eso una obra tiene valor. Cada película debe defenderse por si misma y La cámara de Claire no lo consigue. Si hace cinco años se hubiera estrenado en España esta película en lugar de En otro país creo que su director no habría llegado a ser tan apreciado aquí. O quizá sí. Quién sabe.