24 de junio de 2020. Centro Niemeyer, V Festival de cine LGBT. Filmin, Avilés.
Dos mujeres en una casa cerca del bosque. Sufren porque se quieren. Y porque una de ellas está enferma y pronto morirá.
De Torres Leiva había visto solo Verano pero tampoco me gustó. En esta película se nota demasiado la voluntad de contención y, aunque las actrices están bien en su gestualidad enamorada, me temo que mostrar la enfermedad postrera y sus estragos es un desafío del que no es fácil salir bien parado. Para eso hay que tener algo grande que contar y tener mucho tino para acertar en el tono. La enfermedad del domingo de Ramón Salazar y, por supuesto, Amor de Michael Haneke son dos buenos ejemplos de cómo hacerlo. Pero al lado de ellos la película de Torres Leiva resulta casi impostada y, aunque las historias medio oníricas del bosque tienen fuerza, encuentro demasiado contraste entre el cuerpo saludable de la actriz y el papel doliente y desahuciado de su personaje. Qué le vamos a hacer. Veo tanto buen cine chileno que casi me sorprende que una película hecha allí no sea estupenda.