martes, 29 de diciembre de 2020

El padre

de Florian Zeller. Reino Unido, 2020. 97.
29 de diciembre de 2020. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

El padre está perdiendo la memoria y no entiende lo que pasa. La insistencia de su hija en que tenga una cuidadora. La ausencia de su otra hija de la que últimamente no sabe nada. Las reacciones de un yerno al que no acaba de reconocer. Los cambios en esa casa que ya no parece la suya. Y ese reloj que tanto necesita y nunca sabe dónde está.

Con no menos brillantez, Héctor Alterio interpretaba hace cuatro años en el Palacio Valdés el papel que aquí  tiene Anthony Hopkins. Florian Zeller ha querido dirigir él mismo esta versión para el cine de su magnífico texto teatral y al hacerlo ha conseguido aún con más intensidad lo que ya había logrado en el teatro: que nuestra perspectiva sea la de ese anciano al que se le está borrando cualquier perspectiva. De modo que se revela como un gran director de maneras clásicas y sobriedad elegante (pienso esto mismo de Viggo Mortensen con su extraordinaria Falling que, por el tema y la brillantez actoral, tiene tanto que ver con El padre). Zeller hace del montaje la clave para generar esa confusión que nos lleva a sentir mucho más que empatía hacia ese hombre desorientado que interpreta magníficamente Anthony Hopkins. Junto a él Olivia Colman está perfecta en el papel de la hija. El padre es una soberbia película sobre un hombre que termina en una residencia de ancianos. Ahora que acaba este 2020 aciago, esta historia triste debería hacernos pensar en mucho más que en la demencia senil.

Saint Maud

de Rose Glass. Reino Unido, 2019. 84’.
29 de diciembre de 2020. Cines Los Prados, Oviedo.

Una enfermera perturbada se encarga de cuidar a una enferma terminal que había sido una gran bailarina. La enfermera es cristianísima. Y la bailarina intenta mantener su hedonismo. Así que la cosa acabará mal. 

Algunas críticas habían comparado esta película con la estupenda Take Shelter de Jeff Nichols. Pero nada que ver. Si se trataba de atacar al cristianismo devoto y a la enfermedad mental, quizá la película cumpla su cometido. Pero como yo no comparto esos propósitos solo puedo lamentar haberme fiado de algunas críticas. No gustándome el cine de terror debería haberme dado cuenta de que en ese género no son pocos los críticos que tienden al desbarre.

domingo, 27 de diciembre de 2020

El reflejo de Sibyl

de Justine Triet. Francia, 2019. 100.
27 de diciembre de 2020. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Sibyl ha decidido dejar su trabajo como psicoanalista para dedicarse a escribir. Cuando está en ello, una joven actriz le pide ayuda. Se ha quedado embarazada del actor con el que está haciendo una película y no sabe si abortar. A Sibyl le interesa el caso como material para su novela. Así que se verá bastante involucrada en el tema.

Escenas breves con abruptos cambios de tiempos. Hay voluntad de construir una historia a base de fragmentos, pero el interés de lo que se cuenta no da para tanto. Es como si se diera por supuesta la intensidad de los sentimientos y las pasiones de esas dos mujeres. Sin embargo, lo que le pasa a esta psicóloga que abandona su profesión para convertirse sin más en novelista es tan incomprensible como el interés de la actriz en que sea ella quien la ayude.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Oliver Sacks: una vida

de Ric Burns. EE.UU., 2019. 111’.
25 de diciembre de 2020. Filmin. V.O.S.

Un repaso a la vida y los afanes de Oliver Sacks, ese hombre de ciencia que amaba las letras y ese hombre de letras que hizo tanto por la ciencia. Como médico supo ver siempre a las personas y no solo a las enfermedades. Como investigador hizo de las historias clínicas la base para explorar las relaciones entre el cerebro y la mente. Y como persona podía ser empático con los demás y desaforado consigo mismo.

De su propia vida. Ese es el subtítulo original de este estupendo documental que toma como referente el famoso artículo que Oliver Sacks publicó en The New York Times cuando supo que su muerte estaba cerca. De mi propia vida era también el título del texto que en 1776 escribió David Hume en las mismas circunstancias y que Sacks tomó como referente para su despedida. Este documental viene a ser también en cierto modo un testamento. Un complemento a En movimiento, la autobiografía con forma de libro que llegó a ver publicada como se muestra en un emotivo momento de la película. Para quienes piensan que la cultura es cosa de letras y solo adjetivándola puede incluir a la ciencia. Para quienes consideran que la investigación científica es necesariamente cuantitativa y debe partir siempre de hipótesis. Y para quienes creen que la nosología es para los médicos más importante que la empatía y la compasión. Para todos ellos resultaría muy aleccionador este documental que también tiene el mayor interés para cualquiera que conozca la obra de Sacks o que quiera acercarse a ella.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Sentimental

de Cesc Gay. España, 2020. 82.
23 de diciembre de 2020. Cines Los Prados, Oviedo.

La relación entre Julio y Ana es aburrida y tensa. Discuten sin acalorarse pero haciéndose bastante daño. Sobre todo él a ella que esta noche se le ha ocurrido invitar a cenar a la pareja que vive arriba. Julio piensa decirles que está harto del ruido que hacen en sus fogosas relaciones sexuales. Pero no será solo él quien no se corte esa noche y diga lo que piensa.

No había visto Los vecinos de arriba, la obra de teatro de Cesc Gay que ahora ha convertido en película. El planteamiento recuerda al de Un dios salvaje, la magnífica obra de Yasmina Reza que Roman Polanski también llevó al cine. En Sentimental el sarcasmo es el motor de esta partida que juegan a cuatro bandas dos parejas perfiladas con un equilibrio perfecto. Da gusto ver a Javier Cámara bordando uno de sus mejores trabajos en el papel de ese marido que parece harto de todo y no está dispuesto a probar nada. Justo la antítesis de la naturalidad que rezuma el personaje con que Alberto San Juan le va dando réplicas tan contundentes como enervantes. También están estupendas Griselda Siciliani y Belén Cuesta interpretando a unas mujeres que tienen buenos motivos para estar cansadas (la primera) y encantadas (la segunda) con sus parejas. Sin duda, el personaje que terminará peor parado es el de Julio, ese tipo sarcástico que empieza tan sobrado y que casi termina con las orejas gachas. Pero los cuatro consiguen armar un juego intenso y delicioso que vuelve a demostrar dos cosas resabidas. Que el cine de Cesc Gay nunca defrauda y que los textos teatrales sobre conflictos de parejas pueden convertirse en estupendas películas. Yasmina Reza, Roman Polanski y él han dado buena prueba de ello.

martes, 22 de diciembre de 2020

Nieva en Benidorm

de Isabel Coixet. España, 2020. 117.
22 de diciembre de 2020. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

Peter es un empleado de banca de Manchester al que acaban de prejubilar. Nunca ha salido de sus rutinas, así que el viaje a Benidorm para ver a su hermano es una novedad para él. La estancia allí estará llena de sorpresas. Entre ellas la desaparición de su hermano y los encuentros con Alex, una mujer fascinante que trabaja en un club nocturno.

Timothy Spall y Sarita Choudhury están magníficos en esta película que hace de Benidorm mucho más que un espacio sorprendente para jubilados diversos. Isabel Coixet consigue una atmósfera casi onírica que nos coloca en el punto de vista de este inglés maduro con el que es fácil empatizar. Una perspectiva que recuerda a la del personaje varado que interpretaba Bill Murray en Lost in traslation. Sin embargo, la trama sobre la desaparición del hermano desvía la atención de lo mejor de la película: la relación de esta pareja de maduros solitarios en un entorno tan sorprendente. Quizá Isabel Coixet ha querido distanciarse de la magnífica historia de Sofia Coppolla, pero las indagaciones sobre la desaparición del hermano descentran la historia y le restan interés. Por suerte hemos podido ver la película en la única proyección en versión original (no me quiero imaginar lo que será escuchar doblado a Timothy Spall interpretando a un personaje que no habla español). Sin embargo, resulta muy extraño que casi nadie lo hable en Benidorm y que hasta el carnicero que interpreta el gran Pedro Casablanc hable un inglés estupendo. Quizá Isabel Coixet no ironiza cuando hace decir a Alex que los británicos no confían en nadie que no hable inglés. Puede ser ese el motivo que la ha llevado a hacer que lo hablen hasta sus personajes más ibéricos. Quizá tema que si hablaran español el público anglosajón desconfiaría de su cine.

lunes, 21 de diciembre de 2020

El inconveniente

de Bernabé Rico. España, 2020. 89.
21 de diciembre de 2020. Cines Los Prados, Oviedo.

Una mujer exitosa compra un piso en Sevilla que solo tiene un inconveniente: que no podrá ocuparlo hasta que se muera la anciana que lo vende.

Entre la comedia y el melodrama. En ese difícil lugar pretende estar esta película que resulta esquemática en la definición de los personajes, previsible en el desarrollo de la historia y moralizante en las intenciones. Sin duda, lo mejor es la escena en la que el personaje que interpreta Kiti Mánver se encuentra con el de José Sacristán treinta años después de haberse separado. Es el momento con más brío de una película en la que las pretensiones son mejores que el resultado.

domingo, 20 de diciembre de 2020

A media voz

de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández. Cuba, 2019. 80.
20 de diciembre de 2020. Centro Niemeyer, Avilés.

Dos mujeres cubanas intercambian cartas filmadas en las que se van poniendo al día. Hay recuerdos felices de su amistad desde niñas y de su pasión compartida por hacer cine en Cuba. También evocaciones de aquella traumática separación cuando Heidi no volvió a la isla y buscó refugio en España tras un viaje de jóvenes cineastas cubanos a Ámsterdam. Patricia dejó el país más tarde y su vida está ahora en Suiza. Las dos intentar reconstruir su amistad a través de una correspondencia filmada con la que intentan recuperar ese tiempo perdido. 

Empezaron Erice y Kiarostami. Luego siguieron José Luis Guerín y Jonas Mekas, Isaki Lacuesta y Naomi Kawase, Albert Serra y Lisandro Alonso, Jaime Rosales y Wang Bing, Fernando Eimbcke y So Yong Kim. Últimamente el intercambio epistolar a través de imágenes se está haciendo entre mujeres y nos está deparando trabajos tan interesantes como el Meritxell Colell y Lucía Vassallo en Transoceánicas, el de Carla Simón y Dominga Sotomayor en Correspondencia (un estupendo cortometraje con dos cartas filmadas de cada directora que he visto esta misma tarde en el Documenta Madrid) y este delicado trabajo sobre el extrañamiento a cargo de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández. Hay retales de imágenes del pasado que van siendo reinterpretadas a la luz de un presente en el que ninguna de las dos parece ser feliz. Ambas se extrañan y extrañan sus vidas anteriores. Pero siguen buscando en otro país esperanzas, afectos y hasta una maternidad cada vez menos probable. A media voz es una hermosísima película en la que confluyen dos miradas muy afines sobre la memoria y el extrañamiento. Las de dos directoras sensibles que tienen en el cine su verdadera patria.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Verano del 85

de François Ozon. Francia, 2020. 100.
13 de diciembre de 2020. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

En un pueblo costero francés Alexis se encuentra con David. Son dos adolescentes que se atraen y que comparten escapadas en barco, en moto y también trabajan en juntos una tienda de cosas de pesca. David le hace prometer a Alexis que si muere él bailará sobre su tumba. Y no tardará en cumplir la promesa porque, tras un episodio de celos por parte de Alexis, David se estrella con la moto.

Mala. Muy mala. Impropia de Ozon. Sean homo o hetero las historias de amor y desamor no deben resultar estúpidas. Y la de estos muchachos casi lo parece. Mal contada, con muchas miraditas y carantoñas, pero con tales problemas de coherencia y verosimilitud que parece imposible que el director sea François Ozon. Así que el regreso al cine del Niemeyer tras estas semanas de cierre por pandemia ha sido grato por poder hacerlo, pero no por lo visto en la pantalla.

sábado, 12 de diciembre de 2020

Madrid, interior

de Juan Cavestany. España, 2020. 75’.
12 de diciembre de 2020. X Festival Márgenes. Filmin.

Gente en casa. Entre el 24 de marzo y el 24 de abril de 2020. Confinados, aburridos, entretenidos, concentrados, divagantes, afanosos, ensimismados. Los vemos en escenas de una cotidianidad doméstica en la que quedarse en casa resultaba lo más extraño del mundo. De hecho, Juan José Millás se preguntaba cómo sería volver a casa después de tanto tiempo sin salir de ella.

Las anteriores películas de Juan Cavestany fueron Gente en sitios y Esa sensación, ambas estupendas. Y esos títulos resumen muy bien lo que muestra esta obra coral hecha con retales de cotidianidad autofilmada.  Porque lo que hace Madrid, interior es tratar de captar y multiplicar las sensaciones de la gente sitiada. Esas sensaciones que vivimos en esta última primavera tan insólita y tan tremenda. En torno a aquellos tiempos confinados  se han multiplicado últimamente los cortometrajes y han aparecido ya varios documentales. En el festival de Huelva vimos 2020 de Hernán Zin y ayer mismo se inauguró en Barcelona el FCDHBCN con CoroNation de Ai Weiwei. Pero con Madrid, interior Juan Cavestany nos ofrece otra cosa. Instantes íntimos y banales de aquellas circunstancias pandémicas en las que a muchos se nos paró la vida durante unos meses. Así que nada de lo que se muestra es muy singular ni extraordinario. Y quizá por eso resulta tan cautivador.

viernes, 11 de diciembre de 2020

CoroNation

de Ai Weiwei. Alemania, 2020. 115’.
11 de diciembre de 2020. 17º Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona. Filmin. V.O.S.

Wuhan, invierno de 2020. Confinamiento radical en la ciudad en que comenzó todo. Controles en las calles, hospitales en plena actividad con sanitarios pertrechados como si fueran alienígenas, repartidores que hacen entregas a domicilio, noches en aparcamientos subterráneos, nuevas afiliaciones al partido comunista, testimonios de familiares convertidos en disidentes... Estamos en China. En el epicentro de la pandemia.

Ai Weiwei dirige este documental filmado en Wuhan en los meses más duros. Los medios técnicos y el control de todo son máximos. Como el desarrollo de una ciudad que, si no fuera porque la pandemia atrae toda nuestra atención, veríamos como una prueba evidente de que China ha sustituido la construcción de un socialismo austero por la emulación paroxística de ese modelo de crecimiento disparatado que viene caracterizando en las últimas décadas al capitalismo. La cámara nos lleva hasta el centro de todo. A las salas donde se atiende a los enfermos más graves, a los cuartos donde parsimoniosamente se cambian los sanitarios rigurosamente vigilados, a las casas donde vive la gente confinada o a las colas para recibir las cenizas de los familiares muertos. La inmersión es casi mayor que la de 2020, el documental de Hernán Zin que hizo algo parecido, aunque mejor, en el Madrid pandémico. Como era de esperar Ai Weiwei también incluye en su película ese tipo de críticas que le han hecho tan conocido fuera de China como detestado por su gobierno. Y la razones de sus denuncias son tan evidentes como la sensación de que también hay entre muchos chinos una adhesión inquebrantable a un régimen que ha sustituido la promesa del paraíso comunista por el advenimiento de un nuevo imperio consumista. En este sentido, las imágenes cenitales de la estación de trenes o las de las proyecciones nocturnas, no sobre algún edificio sino sobre la ciudad completa, resultan más reveladoras que cualquier análisis académico sobre la economía China y su dinamismo desbocado.

jueves, 10 de diciembre de 2020

1982

de Lucas Gallo. Argentina, 2019. 91’.
10 de diciembre de 2020. X Festival Márgenes. Filmin.

La guerra de las Malvinas desde la televisión argentina. Retales de imágenes de aquellos informativos inflamados. Declaraciones emotivas de un pueblo al que la junta militar hizo creer que el alma de Argentina estaba en aquellas islas desoladas.

Evita, las Malvinas y Maradona. Tres hitos con los que los argentinos sintieron que se hacían resonantes. Aunque solo fuera hacia adentro. Aunque llevaran al país a ensimismarse. Con solo montar imágenes televisivas de los meses de aquella guerra estúpida, Lucas Gallo ha conseguido crear una estupenda película en la que lo ingenuo y lo grotesco se entremezclan obscenamente en aquel vergonzoso episodio de hace casi cuarenta años. Con su respuesta bélica Margaret Thatcher mostró la cara más soberbia y chulesca de un país que nunca ha dejado de creerse el ombligo imperial del mundo (ahora con su lengua). Por su parte Argentina hizo el ridículo para salvar la cara de aquellos milicos canallas que no encontraron mejor forma de justificarse agónicamente que engañando a su país y sacrificando en el Atlántico Sur a unos pobres soldados del Chaco. 1982 es una película magnífica y necesaria sobre un episodio histórico que con la distancia que da el tiempo aún parece más patético y siniestro.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Las razones del lobo

de Marta Hincapié Uribe. Colombia, 2020. 70’.
9 de diciembre de 2020. X Festival Márgenes. Filmin.

Marta Hincapié Uribe pertenece a una familia de la élite de Antioquia. Su padre, conservador, llegó a ser alcalde de Medellín y su madre, izquierdista, tuvo que exiliarse en Barcelona en los años más duros de violencia reaccionaria. Sobre imágenes del club de golf que frecuentaba la familia, la directora nos va contando muchas cosas sobre ella. Y repasando también los últimos cincuenta años de la historia de Colombia.

La idea es extraña pero funciona. Vemos imágenes históricas o actuales de ese club elitista de Medellín mientras escuchamos la voz de Marta Hincapié Uribe. Solo al final el dispositivo cambia y aparece su madre mientras escucha consternada los resultados de aquel referéndum de 2016 sobre los acuerdos de paz con las FARC que alguien tan opuesto a ella como Álvaro Uribe Vélez consiguió intoxicar. Las razones del lobo tiene alguna relación (la directora la hace explícita en algún momento) con otra historia de una familia acomodada de Medellín en la que un hijo rememora la trayectoria de su padre. Me refiero a Héctor Abad Gómez en El olvido que seremos, el magnífico libro de Héctor Abad Faciolince que Fernando Trueba ha llevado al cine. Son historias familiares sumamente interesantes que revelan muchas cosas sobre el pasado reciente de un país fascinante.

martes, 8 de diciembre de 2020

Lúa Vermella

de Lois Patiño. España, 2020. 84’.
8 de diciembre de 2020. X Festival Márgenes. Filmin. V.O.S.

Lugareños hieráticos. Voces interiores que expresan temores y recuerdos. De la bestia del mar. De la inmensa presa que también parece un monstruo que engulle. El Rubio salió con su barco a por él. Ayer. Mañana. Dentro de mil años. Pero se ahogó en medio de un rugido que todos oyeron en la aldea. Es el tiempo de la luna roja. Y con ayuda de las meigas el Rubio regresará de entre los peces muertos. Como un Jonás de saliera de la gran presa.

Lois Patiño nos ofrece el relato telúrico y elusivo propio de un Nietzsche gallego. Su película está llena de imágenes bellísimas  en las que, además de gentes de Camariñas y Lemos, también hay rocas, vacas y hasta fantasmas (quizá meigas) con sábanas blancas sobre fondo rojo. Muchas planos son verdaderos bodegones paisajísticos. Y hay también espejos formando parte de escenas interiores o de performances intermareales. La belleza de una fotografía que en el tramo final sufre un deslizamiento hacia el rojo, la poética de unos textos íntimos y populares y unas transiciones casi abstractas que tienen la fuerza hidráulica y sísmica de las fotografías de Pablo Genovés, hacen que la estética crepuscular de Lúa Vermella resulte fascinante. Es una película distinta que cautiva por la cadencia del sonido, por la fuerza de las imágenes y por las sugerencias casi míticas del relato. Aunque quizá sea más propia de los museos de arte contemporáneo que de las salas de cine.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Fordlandia malaise

de Susana de Sousa Dias. Portugal, 2019. 41’.
7 de diciembre de 2020. X Festival Márgenes. Filmin. V.O.S.

Un pueblo extraño en un recodo del Amazonas. Su nombre viene de los años treinta, cuando Henry Ford quiso cultivar caucho en ese lugar para su industria de automóviles. Pero el proyecto fracasó y ahora vemos las ruinas de todo aquello.

Pocas veces los drones me han parecido tan útiles y tan bien usados en una película. Con un blanco y negro elegante y un ritmo entre poético y documental, Susana de Sousa Dias nos lleva a un lugar (casi un no lugar) que reivindican quienes allí viven y en el que las leyendas indígenas se funden con la memoria de ese pasado pretendidamente industrial. Por el tema y por el tono Fordlandia malaise me ha recordado a Liebig, la película de Christian Ercolano sobre un pueblo argentino a orillas del río Uruguay en el que los ingleses instalaron y luego también abandonaron un gran emporio industrial de conservas cárnicas. Dos películas en los márgenes pero muy recomendables.

El viaje espacial

de Carlos Araya. Chile, 2019. 62’.
7 de diciembre de 2020. X Festival Márgenes. Filmin.

Gente esperando al autobús. Conversaciones incidentales en paradas de distintos lugares de Chile. Las vemos desde el otro lado de la calle o de la carretera. Pero las escuchamos como si estuviéramos en medio de ellas.

El dispositivo es simple y radical. Una cámara discreta frente a la parada y gente hablando de sus cosas. Los que conversan pueden ser amantes, desconocidos o inmigrantes. De cuando en cuando, la propuesta se alivia con imágenes diferentes, pero uno no se cansa de escuchar esas conversaciones cotidianas entre chilenos que esperan el autobús. La cámara siempre está atenta encuadrando la marquesina de cada parada. El sonido es impecable y el montaje muy cuidadoso con la cadencia precisa que requiere cada escena. Con esta propuesta sencilla e inteligente Carlos Araya nos recuerda que también en el cine menos puede ser más. Mucho más.

domingo, 6 de diciembre de 2020

Barbara Rubin & the Exploding NY Underground

de Chuck Smith. EE.UU., 2018. 78’.
6 de diciembre de 2020. Dart Barcelona. 4º Festival de Cine Documental sobre Arte Contemporáneo. Filmin. V.O.S.

Con menos de veinte años Barbara Rubin se convirtió en un referente del cine experimental neoyorquino con la película Christmas in Earth. Eran los años sesenta y sus amigos eran gentes como Jonas Mekas, Bob Dylan, Andy Warhol y Allen Ginsberg. Poco después desapareció del mapa para convertirse en esposa y madre abnegada en una comunidad judía radicalmente ortodoxa.

Salvo unas pocas declaraciones actuales, la mayor parte del documental está hecho con imágenes originales de la época en que Jonas Mekas, Bob Dylan, Andy Warhol y los demás estaban revolucionando el mundo del arte pero ni ellos mismos debían ser conscientes de lo que podrían llegar a ser. Que la única mujer del grupo, siendo tan creativa, terminara tan olvidada también admitiría miradas de género.

Tierras construidas

de Arturo Dueñas. España, 2015. 85’.
6 de diciembre de 2020. Dart Barcelona. 4º Festival de Cine Documental sobre Arte Contemporáneo. Filmin.

Félix Cuadrado Lomas en su casa y en su paisaje. Recordando y pintando. Hablando de su vida y explicando su obra. Con muchísima coherencia y con toda la lucidez que le dan sus ochenta y cinco años.

Si el corazón de América pudiera estar en la tierra sin mal de los guaraníes, el de Castilla quizá se encuentre en los paisajes de Valladolid y Palencia que pinta Félix Cuadrado Lomas. Su presencia, con ese nada torpe desaliño indumentario, su palabra, con esa sensatez de una vida vivida intensamente pero sin prisa, y sus cuadros, en los que la línea y la forma mandan sobre el color, protagonizan este documental sobrio, sosegado y cautivador. La cámara de Arturo Dueñas es coherente con la mirada del pintor cuando se fija y capta el fluir de las estaciones en esos páramos castellanos tan hermosamente existencialistas. Pero además se ofrece amistosa a los recuerdos de este anciano que protagoniza una forma libérrima de ser artista en la que se advierte una conciencia plena de la textura del tiempo y del lugar que se está ocupando en él. Con la magnífica película de Jill Magid que vi ayer sobre el legado de aquel arquitecto mexicano y con esta maravilla que nos ofrece Arturo Dueñas sobre el pintor castellano (las dos premiadas en el Dart Barcelona) me queda muy claro que los mejores documentales sobre arte (pienso también en películas como El cuadro de Andrés Sanz) no son esas producciones convencionales del tipo Exhibition on the screen, sino los trabajos de estos cineastas artesanos que conocen la manera de acercarse al arte y mostrarlo en la pantalla. Por lo demás, en este festival también se han programado cortometrajes y aunque no me ha parecido gran cosa Flower Punk, el documental de Alison Klayman sobre un artista japonés dedicado a la composiciones florales, me ha gustado mucho el elegante homenaje que Orencio Boix rinde a César Manrique con su cortometraje En el volcán, centrado especialmente en las intervenciones del genial artista canario en los Jameos del Agua y en su casa de Taro de Tahíche.

sábado, 5 de diciembre de 2020

The proposal

de Jill Magid. EE.UU., 2018. 83’.
5 de diciembre de 2020. Dart Barcelona. 4º Festival de Cine Documental sobre Arte Contemporáneo. Filmin. V.O.S.

Jill Magid está muy interesada en la figura y la obra de Luis Barragán, el gran arquitecto mexicano. Tras su muerte en 1988 su archivo personal quedó en México, pero el archivo profesional está en Suiza, en la sede de Vitra. Lo compró el dueño de la empresa como regalo de boda para su mujer, Federica Zanco. Ella también estaba obsesionada con la obra de Luis Barragán y desde hace más de veinte años no ha permitido que nadie acceda al archivo. Jill Magid le escribe varias cartas para intentarlo. Finalmente, con el acuerdo de la familia del arquitecto, prepara un proyecto que es a la vez exposición multimedia, activismo artístico y también esta película. Se trata de ofrecerle a María Zanco un anillo con un diamante elaborado con parte de las cenizas de Luis Barragán a cambio de que permita que su archivo regrese a México y el legado de Luis Barragán deje de ser solo para ella.

Mucho más que un documental sobre el legado de un gran arquitecto. Mucho más que una muestra de cómo el arte también puede ser activista. The proposal es una reflexión sobre el arte y los derechos, sobre la privatización de la imagen y la memoria de un artista. Y todo ello contraponiendo ese paraiso de la impunidad financiera que es Suiza con ese país fascinante que ha conseguido hacer de la muerte un  arte vivo y popular. Jill Magid sabía lo que se hacía al plantear una propuesta que, con independiencia de su éxito, generó un debate necesario. Y convertiéndola en película nos ha ofrecido una estupenda lección sobre el arte y sobre la manera en que la propiedad privada puede hacer que sean más públicos los restos mortales de un artista que la investigación sobre su obra. El caso de Luis Barragán no es el único. Algo parecido parece estar pasando estos días en San Fernando con el legado de Camarón.

sábado, 28 de noviembre de 2020

First cow

de Kelly Reichardt. EE.UU., 2019. 121’.
28 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: albar). Filmin. V.O.S.

En los comienzos de la conquista del Oeste un cocinero se encuentra con un inmigrante chino en un lugar al que acaba de llegar desde Europa la primera vaca. A escondidas la ordeñan cada noche para preparar unos buñuelos  que venden con mucho éxito.

Un western sosegado y delicado en el que pasan pocas cosas. La belleza del lugar y la bondadosa relación de estos amigos incidentales son las claves de una película que parece un cuento enternecedor bien lejano de la forma habitual de los relatos sobre el lejano Oeste. La veo cuando ya conocemos un palmarés en el que ha sido considerada la mejor película de la sección Albar. En Retuellos ha  ganado 9 fugas y Marygoroung (sin duda, mucho mejor esta última) y en Tierres en trance la premiada ha sido Chaco, aunque La calle del agua también se ha llevado varios premios. Así termina una edición extraña de este festival en la que he podido ver treinta y tres películas (más que nunca) a cambio de tener que hacerlo desde casa. El festival ha perdido su querido logo y ha cambiado su estructura con unas secciones con otros nombres en asturiano y una distinción de categorías que me parece discutible. Me alegro de que haya habido una sección casi entera dedicada al cine latinoamericano, aunque no me gusta nada que se considere que aquellos países son siempre Tierres en trance (palabra esta última que, por cierto, no existe en asturiano). Tampoco me ha gustado especialmente la selección de películas que tiene, para mal, un evidente contraste con las que acabamos de ver en el festival de Huelva. Así que, habiendo disfrutado de películas muy interesantes (por ejemplo, las de la retrospectiva de Ana Katz o las dos japonesas), también he visto varias manifiestamente mejorables para haber sido seleccionadas en las tres secciones principales. Espero que el próximo año podamos retomar la normalidad de este estupendo rito anual y asistir al festival en las salas de Gijón.

Un blues para Teherán

de Javier Tolentino. España, 2020. 80’.
28 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: retueyos). Filmin. V.O.S.

Erfan Shafei es un joven kurdo con el que recorremos Teherán para escuchar lo que cantan y lo que dicen algunas gentes que él conoce.

Reivindicación musicográfica de la riqueza cultural iraní. Javier Tolentino se ha pasado a la dirección para hacer este homenaje a un país que tiene muchas cosas magníficas. Entre otras su cine. Por eso, sin despreciar su trabajo, parece exagerado haber situado este documental como película de clausura de una edición del festival que, renegando de su trayectoria, no ha programado en sus secciones oficiales ninguna película iraní, ni tampoco de países africanos o asiáticos que no sean los del lejano Oriente. En fin.

Breve miragem de sol

de Eryk Rocha. Brasil, 2019. 70’.
28 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: tierres en trance). Filmin. V.O.S.

Acompañamos a Paulo por las calles de Río de Janeiro a bordo de su taxi. En él conoceremos algunos retazos de las vidas de los pasajeros que se van subiendo cada noche. También sabremos que Paulo se ha divorciado. Y que sufre porque quiere ver a su hijo.

Eryk Rocha evita los subrayados y así consigue, no solo componer un retrato intermitente de este taxista silencioso, sino mostrar el latido nocturno de una ciudad tan fascinante como Río de Janeiro. La puesta en plano y el montaje son impecables para ese tono incidental que le va tan bien al relato. Con elegancia modesta y atención a los silencios, Eryk Rocha ha conseguido hacer que resulten hipnóticas esas noches por la ciudad y que no apetezca salir nunca de ese taxi.

La calle del agua

de Celia Viada Caso. España, 2020. 70’.
28 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: tierres en trance). Filmin.

Evocaciones posibles sobre Benjamina Miyar Díaz, una joven libre, una fotógrafa autodidacta y una represaliada por la dictadura. Vivió en Corao y deberíamos saber mucho más de ella.

Con un trabajo para el máster de documental de creación en la UPF de Barcelona, Celia Viada Caso ha sabido dar una lección de muchas cosas. De la manera de rescatar la intrahistoria de una mujer que supo ser libre en un pueblo asturiano. De la forma de componer un relato hilvanando fotografías y filmaciones remotas con imágenes poéticas del presente. De la manera en que una voz narrativa (la suya) con un texto impecable consigue hacer que todo eso cobre un sentido profundo que va mucho más allá que una nueva aportación al género de la memoria histórica. Porque La calle del agua es también una reflexión de calado sobre la memoria y la imagen, sobre esas artes que, deteniéndolo o dejándolo fluir, se las ven con la materia del tiempo. Celia Viada Caso sabe que hacer cine y hacer pensar sobre el cine no es encadenar imágenes sino prestar atención a su cadencia. Por eso La calle del agua es mucho más que un documental. Es una joya poética.

Subterranean

de Gabriel Velázquez y Manuel Matanza. España, 2020. 70’.
28 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: albar). Filmin. V.O.S.

Pablo y Marieta son L.A.Drones, un grupo musical que se está haciendo un hueco en los garitos de Los Ángeles. Los vemos tocando en los conciertos, comprando y consumiendo sustancias varias, queriendo mucho a su perro y también teniendo broncas importantes entre ellos.

En Artico y en Zaniki Gabriel Velázquez demostró que sabe poner la cámara y retratar los lugares. Sin embargo, algunos de sus personajes parece que se comen sus películas. Le pasó con Eusebio en la anterior y con Pablo en esta. Entre la ruralidad castellana y los no-lugares californianos creo que a su cámara y a su mirada les sienta mucho mejor lo primero. Así que casi le recomendaría que volviera a Salamanca y utilizara su brío para contarnos historias con más interés y mostrarnos paisajes y paisanajes más sugerentes.

The castle

de Lina Lucyte. Lituania, 2020. 91’.
28 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: retueyos). Filmin. V.O.S.

Mónika vive con su madre y su abuela en Dublín. La abuela tiene demencia y la madre, que había sido pianista profesional en Lituania, trabaja duramente en una fábrica de pescado. Mónika canta muy bien y a veces actúa junto a su madre en celebraciones familiares. En una de ellas la invitan a cantar en The castle. Ella tiene mucha ilusión por hacerlo, pero su madre ha vendido el teclado y no la deja ir. Mónika se empeñará en conseguirlo y hace cosas de las que luego se arrepentirá. Al final Mónika, acompañada por su abuela, consigue cantar allí . Y será una lección para ella.

Una historia de inmigrantes con facultades notables y entornos difíciles. La tenacidad sin límites de la adolescente hará que la película sea mucho más que uno de esos alegatos sobre el poder redentor del empeño musical. Las tres actrices están magníficas interpretando unos personajes bien construidos y llenos de matices (también el de esa abuela demente que quisiera cruzar el mar para regresar a Lituania). Lina Lucyte cuenta una buena historia que, en las truculencias vitales de sus personajes, me ha recordado al cine de Ken Loach. Aunque con una mirada lituana y femenina en entornos irlandeses.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Sueño Florianópolis

de Ana Katz. Argentina, 2018. 106’.
27 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: Ana Katz). FICXTV.

Pedro y Lucrecia forman un matrimonio argentino maduro pero están técnicamente separados. Sin embargo, este verano se van juntos a pasar las vacaciones con sus hijos a Florianópolis. De camino se quedan sin gasolina y les hecha una mano Marco, un brasileño muy amable que alquila casas allí.

Una película amable sobre unas vacaciones familiares en verano. Que se desarrolle en Florianópolis es ya un aliciente para mi (allí vive un amigo brasileño). Y también lo es que el personaje de Lucrecia lo interprete Mercedes Morán, tan estupenda como siempre. Pero, para no defraudar, Ana Katz hace que esta historia con sustrato rohmeriano y estival (como ¡Al abordaje!, la película que inaguró esta edición del festival) esté llena de matices en las relaciones entre el cuarteto de maduros (más sinceramente liberal la pareja brasileña que la argentina) y los jóvenes que asisten a sus aventuras y llevan con más naturalidad las suyas. Esta vez no actúa la propia Ana Katz ni aparecen personajes tan singulares como los que ella ha interpretado en sus otras películas. Sin embargo, Sueño Florianópolis vuelve a confirmar que es una directora y una guionista con una capacidad extraordinaria para retratar la complejidad de las relaciones familiares y para atrapar  al espectador con historias sutiles aunque aparentemente banales como esta. Con esta película ya he visto las cinco que se han programado de Ana Katz. Y a estas alturas tengo muy claro que esta retrospectiva (o foco, como han decidido llamarla) ha sido el mayor acierto en la programación del festival.

Una novia errante

de Ana Katz. Argentina, 2007. 85’.
27 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: Ana Katz). FICXTV.

Inés y Miguel van a pasar unos días de vacaciones en Mar de las Pampas. Sin embargo, tras una discusión, ella llega sola al hotel y él no se baja del autobús y regresa a Buenos Aires. Serán cuatro días difíciles en los que ella tendrá que aceptar que su relación se ha roto. Un tiempo para conocer a otras gentes y otras formas de vivir menos tensas.

La escena del autobús es casi un prólogo de la película. Y un retrato sutilísimo de las formas que puede adoptar ese negro desamor del que habla la estupenda canción de Serrat. En el resto de la película Miguel casi queda en fuera de campo y la protagonista absoluta es esa mujer errante, entre doliente y patética, que otra vez interpreta magníficamente Ana Katz. Así que como actriz ha construido un retrato perfecto de una feminidad desvalida a la que, sin embargo, depara como directora un contexto amable y unos encuentros balsámicos que su personaje todavía no sabe manejar. Evitando caer en la desesperanza, Ana Katz tiene el acierto de terminar su película con ese reencuentro familiar que resulta tan protector y sanador para la protagonista. Así que vuelvo a decirlo: me encanta el cine de Ana Katz.

El juego de la silla

de Ana Katz. Argentina, 2002. 93’.
27 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: Ana Katz). FICXTV.

Víctor vuelve de Canadá a Buenos Aires. En realidad está de paso porque al día siguiente tendrá que irse a la reunión a la que ha sido enviado por su empresa. Así que apenas tiene un día para ver a su familia.  Su madre, sus dos hermanas, su hermano y su antigua novia esperan con mucha ilusión esas horas.

Entre entrañable y patética. Así será la breve experiencia familiar de este argentino extrañado. Además de bordar su papel interpretando a una de las hermanas, Ana Katz demuestra tener una gran capacidad para poner al espectador en ese lugar incómodo en el que se puede sentir a la vez mucho afecto y mucha vergüenza por las patéticas muestras de cariño que a veces dispensan ciertas familias. Con una mirada distante podría pensarse que Ana Katz ha hecho aquí una comedia. Y, siendo en parte verdad, El juego de la silla tiene mucho más calado y, desde la ambientación hasta la gestualidad, contiene elementos conmovedores, por más que parezcan casi surrealistas. Lo más increíble es la capacidad de esta directora para lograr esa diáfana e irónica sutileza a la par que interpreta papeles de unas mujeres a las que apetece tanto dar un abrazo como no cruzarse jamás con ellas. Me encanta Ana Katz. Y no entiendo por qué su cine no es más conocido en España.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Wildland

de Jeanette Nordahl. Dinamarca, 2020. 88’.
26 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: retueyos). Filmin. V.O.S.

Ida tiene diecisiete años y acaba de perder a su madre en un accidente de tráfico. Su tutela pasa a su tía Bodil, con la que su madre no quería que tuviera ningún contacto. Ella tiene tres hijos mayores que están metidos en negocios de préstamos y extorsiones. Ida los acompañará algunas veces y se verá implicada en un terrible incidente.

La reinona de esta familia de depredadores sabe repartir muy bien los abrazos. También los que necesita Ida para que integrarse en este clan tan peligroso. Wildland podría formar una trilogía magnífica con Animal kingdom de David Michôd (obviamente) y  también con El clan de Pablo Trapero. Con eso ya está todo dicho.

Marygoround

de Daria Woszek. Polonia, 2020. 80’.
26 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: retueyos). Filmin. V.O.S.

Mary es una mujer aburrida que vive rodeada de imágenes de vírgenes y tiene en casa a una sobrina mucho más animada.  A punto de cumplir cincuenta años visita al ginecólogo que le recetará unos parches hormonales que cambiarán radicalmente su aburrida vida de cajera de un supermecado.

La virgen menopáusica de Cracovia. Este podría ser también el título de esta curiosísima película que hace que parezcan muy sosos los decorados y los colores saturados de Almodóvar. Entre esa estética y la de Amelie o Delicatessen podría estar la de esta magnífica película que tiene imágenes hipnóticas e interpretaciones estupendas. Me gustaría saber cómo será recibida en Polonia. Su contenido es pura provocación moral. Y también una delicia estética.

La mujer que escapó

de Hong Sang-soo. Corea del Sur, 2020. 77’.
26 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (pases especiales). FICXTV. V.O.S.

Gamhee tiene tres encuentros con amigas. Dos en casas modernas en las periferias de Seul y la tercera en un centro cultural. En algún momento de cada uno de esos encuentros aparece un hombre. Y poco más.

Ellas no se emborrachan. Tampoco comen mucho, aunque hablan algo de comida y de sus relaciones sentimentales. Hay también esos zooms con la cámara que, como las mesas y las botellas verdes de soju, son marca de la casa. Pero ninguna mujer corre. Por suerte, esta última película de Hong Sang-soo está en un pase especial y no en las secciones oficiales del festival. Así que esta vez no hay riesgo de que un jurado la premie. Menos mal.

Voices in the wind

de Nobuhiro Suwa. Japón, 2020. 139’.
26 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: albar). Filmin. V.O.S.

Haru vive con su tía en Hiroshima. Tiene diecisiete años pero aún no ha superado la desaparición de su hermano y de sus padres en el tsunami de 2011. La hospitalización de su tía hace que se decida a emprender un largo viaje hacia su pueblo durante el cual conocerá a varias personas que la ayudan. Quiere llegar a la que fue su casa en Otsuchi, pero también encontrará una cabina de teléfono en la que podrá hablar y llorar a su familia.

La cabina tiene algo de pagoda en la que se desarrolla esa conmovedora escena final que, por si sola, justifica las más de dos horas y media de esta película que se pasan en un suspiro. De Nobuhiro Suwa había visto El león duerme esta noche, otra película muy singular que quiere ser como un juego de niños. La historia de Haru y la poética manera en que se nos muestra su periplo hacen de esta película una joya que merecería ser premiada en muchos festivales. Si no supiera quién la ha dirigido, diría que es heredera del mejor Ozú y que bien podría haber sido hecha por Kore-Eda. Nada menos.