de Santiago Requejo. España, 2025. 88’.
16 de junio de 2025. Cines Parqueastur, Corvera.
Alberto está a punto de alquilar su piso a un compañero del trabajo. Han quedado para firmar los papeles, pero antes tendrá lugar la reunión de vecinos que deberá aprobar el cambio de ascensor. Cuando descubren que el nuevo inquilino tiene algún problema de salud mental, cambian de idea y se empeñan en votar si Alberto puede alquilarle el piso.
Como Un dios salvaje, pero en versión ibérica y vecindaria. El guion es perfecto y trepidante, dando tantos motivos para provocar la sonrisa como la reflexión. La salud mental, el gregarismo salvaje, las relaciones paternofiliales, las brechas generacionales, la caspa derechosa, el machismo latente (o sin vergüenza), la micropolítica (y la macro), los juicios de intenciones y los prejuicios corales... Hay buenas dosis de todo eso en esta joya de orfebrería costumbrista que, al parecer, antes fue un cortometraje y también una obra de teatro. Igual que hicieron Roman Polanski y Yasmina Reza con aquellas dos parejas memorables que interpretaron Kate Winslet, Christph Waltz, Jodie Foster y John C. Reilly, Santiago Requejo demuestra lo mucho que se puede hacer en un único espacio cuando hay mucho talento en la escritura y se cuenta con intérpretes que coreografían los diálogos con tanta verdad como Raúl Fernández, Clara Lago, Tito Valverde, Gonzalo de Castro, Neus Sanz, Christian Checa, Charo Reina y Pepe Carrasco. Votemos es una maravilla del costumbrismo español que hará sonreír (y pensar) a públicos de otros países que, con seguridad, reconocerán en esta comunidad también a sus propios vecinos. De hecho, a mi también me ha recordado a algunas cuadrillas profesionales que prefieren permanecer silentes antes que dialogar. Y que cuando alguien expone razones prefieren conjurarlas con dos palabras fetiche: mejor votamos.