30 de mayo de 2014. Centro Niemeyer, Avilés.
En 2012 Andreu Buenafuente se quedó sin programa en televisión. Y con mucho tiempo para pensar sobre lo que significaba su trabajo en su vida. Un correo de un admirador argentino que decía escribirle desde el culo del mundo le llevó a viajar hasta allí para conocerlo. Le seguimos en ese viaje en el que también vuelve a ver a quien le motivó para empezar en la radio hace treinta años. A la vuelta nos hablan de él muchos de los cómicos más grandes de España. Y vemos lo que hace, dentro y fuera de casa, hasta que empieza un nuevo programa.
Humor de entretiempo. Ese es el tono de una película que oscila entre la fina ironía y el narcisismo triste. Las gentes que rodean a Buenafuente y hablan (bien) de él son tan estupendas que da gusto escucharlas. Formalmente la película está bien construida, así que se hace grato verla en el cine del Niemeyer como aperitivo al magnífico diálogo que mantuvo con Edu Galán en el auditorio. Un diálogo en el que no ha habido tristeza ni narcisismo. Solo la genialidad de un tipo muy lúcido que nos ha hecho reir durante una hora y media que se nos pasó en un suspiro. Así que ha sido otra tarde magnífica en los edificios del Centro Niemeyer. Y con un atardecer precioso a la salida. Está claro que no vivimos en el culo del mundo. Buenafuente tampoco.