29 de noviembre de 2014. Cines Centro, 52º Festival de Cine de Gijón (sección: convergencias). V.O.S.
Dos asesinos a sueldo huyen tras haber matado a alguien al amanecer. Luego tendrán más encargos. Tres escritores tienen copias manuscritas de unas memorias en las que uno de ellos describe el intento de asesinarlos en un autobús. La censura y los servicios de seguridad iraníes son el nexo que une el destino de estos escritores y el trabajo de aquellos asesinos.
El tema de la censura y la represión de los intelectuales en Irán está en el centro de esta historia con estructura de thriller parsimonioso. Las escenas de los escritores censurados que no salen de casa me han recordado la situación que reflejaba Esto no es una película, el documental-alegato de Jafar Panahi. Sin embargo, Manuscripts dont'n burn (integrado en una interesante sección que estrena el festival en la que varios críticos seleccionan películas singulares) pierde intensidad como denuncia al presentarse como ficción elaborada. Los perfiles de los torturadores están bien construidos. También los de los escritores perseguidos. Sin embargo, ese cierre que retoma la primera escena no parece que aporte mucho a una película cuyos titulos de crédito no incluyen los nombres de los actores y los técnicos para evitarles problemas. Que se señale expresamente (en el caso de los actores es obvio que no les protegería) me parece innecesario.