28 de noviembre de 2014. Cines Centro, 52º Festival de Cine de Gijón (sección: gran angular). V.O.S.
La madurez y vejez del pintor de los amaneceres y crepúsculos. La relación con su padre, con su criada, con Mrs. Booth, el amor de sus últimos años. Su trabajo en el estudio. Su vida social en los círculos artísticos londinenses. Y su búsqueda de la belleza en la violencia de la luz y la tempestad.
"Sun is God". Son sus últimas palabras antes de morir y también podrían ser el título de esta película que se abre con un hermosísimo plano que nos muestra a lo lejos al pintor intentando capturarlos. La película no puede ser más coherente con la pintura de Turner. En su cuidada fotografía, en sus colores cálidos, en sus encuadres magníficos. A diferencia de otras películas sobre pintores hay equilibrio en la manera en que se refleja el carácter y la obra del artista. Timothy Spall está soberbio encarnando a este personaje bronco y tierno a la vez, que gruñe más que habla, que se ata al mástil de un barco para sentir la tormenta y saber llevarla al lienzo. Los diálogos son sutiles y atractivos. Las imágenes siempre bellísimas. Mike Leigh es un maestro en el arte de transmitir emociones a partir de personajes humildes (inolvidable su All or nothing, también con Timothy Spall). Y demuestra serlo también al acercarse a ese artista grandioso que tanta impresión me causó la primera vez que vi sus tempestades en la Tate. Ese pintor para el que el Sol era Dios.