13 de diciembre de 2014. Parqueastur, Corvera.
Un famoso mago de los años veinte es invitado por un amigo a desenmascarar a una joven medium que está teniendo mucho éxito en la Costa Azul. Su agresivo escepticismo quedará ridiculizado por la magia del amor.
El desembaucador embaucado. La pesada racionalidad aligerada. La seguridad escéptica debilitada por el amor. Es lo que Woody Allen nos propone en esta nueva comedia estructurada como un juego de espejos entre la arisca racionalidad y la magia del amor. Sin embargo, aunque la idea me parece bien construida y algunos diálogos son estupendos (estamos hablando de una película del maestro) no me acaba de llegar la magia sentimental que debería despertarse entre los personajes. Entiendo la atracción que el ilusionista escéptico podría sentir por la joven maga, pero lo que ella pueda ver en él se me escapa. Woody Allen me lo deja esta vez en el más allá. No importa. Él sigue siendo uno de mis ilusionistas preferidos.