10 de mayo de 2015. Centro Niemeyer, Avilés.
Españoles en Edimburgo. Jóvenes (bien) formados que han encontrado allí un (mal) trabajo. El que no había aquí para ellos. Hablan de lo que (les/nos) ha pasado. Pero no se resignan al extrañamiento. La metáfora del guante perdido les sirve para organizarse y mantenerse unidos. El contrapunto lo ponen las imágenes del Autorretrato de un joven capitalista español, el monólogo de Alberto San Juan que hace del Teatro del Barrio un escenario perfecto para el análisis político.
De emigrantes e inmigrantes. De nosotros y de ellos. De los nuestros. De eso trata esta película. Mientras la veía pensaba en Luis de Guindos. En que la próxima vez que diga que estamos saliendo de la crisis alguien debería obligarle a ver este documental (y también Margin Call, la magnífica película de J. C. Chandor sobre cómo comenzó todo esto en su Lehman Brothers). Pero no. El destinatario de este alegato no son gentes como él. Son los ciudadanos. Los que nunca debieron llevarlos al gobierno y los que podrían sacarlos de él en las próximas elecciones. Solo hay que saber escuchar el mensaje de estos guantes desparejados en tierra extraña.