5 de julio de 2015. Cines Los Prados, Oviedo.
Darwan enseña a conducir a Wendy en Nueva York. Ella es una prestigiosa crítica literaria y él un exiliado que se gana la vida como taxista y profesor de autoescuela. Los dos están viviendo momentos intensos. El marido de Wendy la ha dejado por una escritora y a Darwan le han concertado un matrimonio con una mujer india a la que no conoce.
"Ponte el cinturón". Se lo advierte Darwan a Wendy al comienzo de cada clase. Y parece que Isabel Coixet también ha tomado nota de la recomendación y no quiere correr riesgos en esta película. Correcta, sencilla y equilibrada, la historia está bien contada y fluye por cauces previsibles aunque no aburridos. Las simetrías entre los dos protagonistas están bien construidas y aunque las emociones de estos personajes maduros no tienen la intensidad que caracteriza al cine de Coixet, tampoco resultan banales. Da gusto ver de nuevo a Ben Kingsley protagonizando una película suya, pero Aprendiendo a conducir me dice bastante menos que Elegy. Y es que Isabel Coixet vuelve a demostrar su destreza conduciendo historias americanas, pero en esta ocasión no se aleja de caminos ya transitados.