3 de julio de 2018. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.
Su tercera maternidad le pone las cosas difíciles a Marlo. Atender a la niña mayor y al niño que tiene tantos problemas hace que la recién nacida la deje sin descanso. Así que la llegada de Tully, la niñera que le paga su hermano, resulta providencial para ella. Tully es una joven deliciosa con toda la vida por delante y muchas ganas de hacérsela fácil a Marlo. Como un ángel de la guarda especialmente cercano.
El director de Juno, Up in the Air y Hombres, mujeres y niños no lo podía hacer mal. Y contando con una Charlize Theron magnífica en ese papel de madre superada estaba claro que había que ver la nueva película de Jason Reitman. Sin embargo, el resultado es aún mejor de lo esperado. No solo por el magnífico personaje de Marlo y su radical proximidad con esa Tully que no puede ser mejor aliada, sino también por esos niños peculiares y deliciosos, por ese marido que no resuta mostrenco y por esos extraordinarios retratos escolares que Reitman nos regala en apenas tres escenas mínimas. Leyendo la sinopsis o sabiendo el tema del que trata (maternidades, familias y vida americana) Tully podría parecer una película de género llena de tópicos. Pero no es así. Un montaje perfecto, unos personajes de ironía y ternura variables y un guión magnífico (que en su tramo final se reconstruye haciendo aún más perfecto el conjunto que sus muy deliciosas partes) hacen que la última película de Reitman sea absolutamente imprescindible. Lo será para padres y madres que estén viviendo (o recuerden) esos trances. Pero sobre todo para quienes disfruten con un tipo de cine que es fácil y emotivo pero también muy lúcido y muy bien hecho. Bien por Jason Reitman.