26 de octubre de 2018. Teatro Calderón, 63º Semana Internacional de Cine de Valladolid (sección oficial). V.O.S.
Singapur está ganando terreno en el mar con arena de otros países. Y también con el esfuerzo de trabajadores extranjeros. Uno de ellos es Wang, un chino que ha tenido un accidente laboral y que no consigue dormir. Por eso va cada noche a un cibercafé donde tiene contactos virtuales con alguien que no sabemos y también los tiene reales con la chica que trabaja en el lugar. Un policía investigará su desaparición repentina. Y también irá a ese cibercafé.
Seguramente al director le gustaría que su película fuera comparada con las de los Dardenne (por la crítica social) y con las de Won Kar-Wai (por las atmósferas). Pero nada que ver. Lo social apenas queda esbozado y se pierde en ese surrealismo del relato que tiene más de confusión que de intención. Las atmórferas tienen mucho de impostura con los gestos de ese policía al que vemos investigar poco y posar mucho. Así que uno no entiende qué le vieron a esta película en Locarno para darle el Leopardo de Oro. El que sí ha sido estupendo es el cortometraje de animación (y figuritas) Raymonde o la escapada vertical de Sarah Van Den Boom. Una delicia irónica con maneras de cuento infantil para adultos. El primer largo defrauda pero el corto compensa. Así que un año más comenzamos con muchas ganas estos días finales de la Seminci que tanto nos hacen disfrutar en Valladolid.