de Cláudia Varejão. Portugal, 2022. 111’.
22 de abril de 2023. Centro Niemeyer, VIII Festival de cine LGTBI, Avilés. V.O.S.
Las vidas insulares de unos jóvenes de las Azores. Las faenas del puerto, el cuidado de las gallinas, los baños en el mar y unos encuentros, a veces mal vistos, por unas familias menesterosas que no están acostumbradas a la forma en que algunos de ellos orientan su sexualidad y su identidad.
Vivir cada día en las Azores. Ese es el tono de una película que formalmente se podría adscribir a ese hiperrealismo moroso que unas veces escora hacia el arte y otras hacia el tedio. El discurso sintoniza, obviamente, con el tema de este festival de cine LGTBI que hoy inaugura su octava edición con la proyección de esta película. Aunque el tema es ese, lo que alienta esta historia es también otra cosa. Principalmente, la justificación y promoción de que los jóvenes abandonen sus orígenes periféricos para disolver su diversidad en los centros globales. En España esa es la pulsión extractiva de la que se nutre ese vientre con inmenso ombligo llamado Madrid. Supongo que también se podrá hablar de un Portugal vacío o vaciado y, en el caso de las Azores, Lisboa quizá compita con Canadá. Lástima que esta película, tediosa pero bienintencionada, tenga un subtexto tan poco afortunado como ese.