10 de julio de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.
Vemos como Reinhard Heidrych va llegando a la cúspide del poder nazi. Y vemos también cómo se preparó el atentado que en 1942 acabó en Praga con la vida de quien diseño el plan para el exterminio judío.
Dos por uno. Una primera parte sobre el ascenso al poder de aquel canalla. Y una segunda sobre la forma en que la resistencia checa preparó su asesinato. En la primera parte destaca la forma en que asistimos desde muy cerca a la intimidad del poder nazi, a su parafernalia estética y al horror de algunos de sus crímenes. En la segunda parece que estamos en otra película y el protagonista inicial deja de serlo en favor de los dos paracaidistas que llegan desde Londres con la misión de acabar con él. Su muerte desencadenó la furia de los nazis que, en venganza, arrasaron e hicieron desaparecer Lidice, un pueblo checo cuyo nombre se ha convertido en símbolo de aquel tiempo terrible. El hombre del corazón de hierro resulta, por tanto, un interesante testimonio de aquellos hechos, pero se hace extraña por la forma en que se muestran sucesivamente las dos historias.