de Lee Isaac Chung. EE.UU., 2024. 128’.
22 de julio de 2024. Multicines Béjar.
Cuando estaba estudiando en la universidad, una cazadora de tornados quiso poner a prueba una idea para controlarlos, pero la cosa salió muy mal. Ahora solo trabaja sobre desde las pantallas y no ha vuelto a acercarse a ellos. Uno de sus colegas de entonces le pide ayuda en una investigación de campo que podría desvelar las claves sobre el desarrollo de los tornados. Ella lo duda, pero finalmente decide colaborar una semana con él. Así descubre los oscuros intereses de algunos financiadores y la nobleza de ciertos cazatornados mediáticos.
Algunas críticas decían que Twisters era bastante mejor de Twister, la película de Jan de Bont de hace casi treinta años. Y tenían razón. Es verdad que Twisters tiene la forma de un entretenimiento estival apto para muchos públicos (en Estados Unidos, podrían disfrutar con ella tanto los republicanos proclives a las esencias rurales del Medio Oeste como los demócratas urbanos a los que les guste la ciencia). Sin grandes sutilezas, el director de Minari, además de ofrecer un buen espectáculo, consigue que la historia se acerque también a los conflictos entre los valores y los intereses y ponga en cuestión los prejuicios sobre los tipos de personas proclives a unos o a otros. Aunque solo sea como tributo a la corrección política, también está muy bien que la heroína acabe siendo la chica lista y que el guaperas lo asuma sin problema. Finalmente, me parece estupenda esa escena en la que el tornado se acerca a un cine en el que se está proyectando una película antigua en blanco y negro (quizá El Doctor Frankenstein). Que atraviese la pantalla y solo se salven los que se refugiaron en el cine y se agarraron fuerte a las butacas me parece toda una declaración de principios que merece un aplauso. Algo que no esperaba decir sobre una película como esta.