lunes, 30 de septiembre de 2024

Megalópolis

de Francis Ford Coppola, 2024. 138’.
30 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Nueva York como una Nueva Roma distópica. Decadente y jugándose su futuro entre líderes conservadores o otros visionarios. Hay truculencia como en las tragedias de Shakespeare. De hecho, algunos nombres y frases tienen esas resonancias.

Pretende ser una fábula (ese es el subtítulo) con tramas familiares complejas, paisajes urbanos espectaculares y también coches y calles convencionales. El derroche de planos y escenas efectistas con fotografía crepuscular ha debido salir carísimo. Y es una lástima que un director tan importante y veterano se haya metido en una aventura tan fallida. Con empresas menos ambiciosas, a la manera de Twixt o Tetro, al menos correría menos riesgos.

domingo, 29 de septiembre de 2024

La virgen roja

de Paula Ortiz. España, 2024. 114.
29 de septiembre de 2024. Cines Parqueastur, Corvera.

Hildegart Rodríguez Carballeira fue una niña prodigio criada y educada solo por su madre. Precoz como nadie escribió numerosos artículos sobre sexualidad feminista y compromiso político militando en el PSOE. Hasta que a los dieciocho años fue asesinada por su madre.

Sobre todo, hay maniqueísmo. Es un retrato diabólico de la madre y beatífico de la hija más que una reivindicación de la causa feminista y progresista que ambas compartían. De hecho, la historia tiene resonancias, casi explícitas, del cuento de Cenicienta. La ambientación es muy correcta y Nawja Nimri hace un gran trabajo en el papel de esa pérfida madre. Pero me temo que La virgen roja le hace muy poco favor al feminismo. En cuanto a la verdad histórica no puedo pronunciarme. Aunque me extrañaría que el nombre de aquella muchacha no estuviera inspirado en el de Hildegard von Bingen, la sabia alemana del siglo XII. Aquí se habla mucho de eugenesia, pero a ella ni se la nombra.

sábado, 28 de septiembre de 2024

Tardes de soledad

de Albert Serra. España, 2024. 125’.
28 de septiembre de 2024. Teatro Victoria Eugenia, 72º Festival de San Sebastián (Concha de Oro).
17 de noviembre de 2024. Teatro Jovellanos, 62º Festival de Cine de Gijón (pase especial). 

Los toros y Andrés Roca Rey. Son los protagonistas absolutos. A él lo vemos en el hotel siendo ayudado a vestirse de luces, en el microbús con su cuadrilla cuando va o vuelve de la plaza y, sobre todo, en la arena, plantándole cara a los toros. A ellos los vemos de noche en el campo, enfrentándose al torero en el coso, muriendo en las tablas y finalmente arrastrados por la arena.

No sé si dentro de cincuenta años habrá corridas de toros en España. Pero seguramente la película de Albert Serra seguirá siendo el mejor testimonio cinematográfico sobre ellas y una película tan sorprendente como El perro andaluz de Buñuel. Nada menos. Las decisiones formales son magníficas. Sin comentarios, sin subrayados, sumando la verdad del cine a la verdad del toreo. La elección de Andrés Roca Rey (casi un trasunto de José Tomás) es muy acertada. Es el torero valiente y silente con gestualidad máxima frente al toro y contención extrema fuera de la plaza. Apenas lo oímos más que cuando grita al toro en el coso. Del toro escuchamos siempre su respiración, desde esa noche intemporal en el campo con que se abre la película y parece estrenarse el mundo, hasta cuando busca el engaño que el torero le ofrece y finalmente expira con la puntilla. Albert Serra no nos hurta nada de la esencia del toreo. Al contrario, destila su violencia, su sangre, su peligro y su belleza. Y para ello evita las músicas y el encuadre tópico igual que Rafael Sánchez Ferlosio detestaba la bella página. Es imagen pura y sonido certero para retratar la intimidad del encuentro entre los dos protagonistas de esa fiesta trágica. Los que ven en ella una ceremonia ancestral disfrutarán de haber estado en su centro. Los que ven tragedia y brutalidad humana encontrarán pruebas sangrientas de todo ello. El público de la plaza está muy presente, pero siempre en fuera de campo. Solo lo oímos y sus gritos espantados nos hacen partícipes no solo de la brutal cogida en las tablas a Andrés Roca Rey sino de otro espanto casi en el mismo momento (luego sabremos por la cuadrilla que Cayetano también cayó en la arena y que se había lanzado al ruedo "como un perro" para ayudar a su compañero). La proyección en el Victoria Eugenia era muy tarde y tenía bastante riesgo de sueño, pero quizá sea la película que he visto más despierto desde hace mucho tiempo. El resto del público que había agotado las entradas creo que también ha estado bien despierto. Precisamente por eso, muchos abandonaron la sala, supongo que espantados por lo que estaban viendo. La Concha de Oro ha sido concedida por unanimidad ante esta obra de arte que, como todo arte (¿también el toreo?) suscita disputas. El jurado lo presidía Jaione Camborda, la directora de O Corno y de él formaban parte una escritora (Leila Guerriero) y un cineasta (Ulrich Seidl) a los que admiro. Así que me alegro de que su criterio no me haya defraudado. También me alegro por Albert Serra. Siempre hace buenas faenas, pero con esta ha conseguido plantarse en los medios. 

Turn me on

de Michael Tyburski. EE.UU., 2024. 99’.
28 de septiembre de 2024. Kursaal, 72º Festival de San Sebastián (Premio de la Juventud). V.O.S.

En un mundo feliz la gente trabaja, vive emparejada y toma cada día una pastilla que le garantiza la plenitud. Hasta que una muchacha deja de tomarla un día y empieza a saber muchas cosas. Por ejemplo, en qué consiste reír y disfrutar del deseo.

El joven jurado ha tenido el acierto de premiar esta historia distópica que se desarrolla en escenarios nada efectistas habitados por gentes que han decidido dos cosas: entregarse a la amnesia y aceptar que la mejor versión de si mismos está en la imperturbabilidad. Pero todo cambia cuando esa Eva del porvenir, sin probar ninguna manzana se acerca al árbol del bien y del mal y aprende a distinguirlos. Luego incitará a hacer lo mismo a su Adán y, con éxito relativo, también al resto de su cuadrilla. Es verdad que lo que nos propone Michael Tyburski tiene mucho parentesco con el mundo del que nos habla Yorgos Lanthimos en Langosta, pero en Turn me on, además de las resonancias bíblicas (o quizá del Paraíso perdido de Milton) encuentro vecindades en la actitud de estos salvajes renegados con los de El mundo feliz de Aldous Huxley. Y hasta con Platón porque, al fin y al cabo, estamos hablando de prisioneros emparejados en una caverna en la que se miran pantallas. Una de ellas llega a asomarse al exterior y luego regresa. Como en el Estado platónico, aquí también hay una jerarquía de clases que separa a los que viven plácidamente ignorantes mientras trabajan y consumen, de los guardianes de la estabilidad de ese mundo y los que lo diseñan. Los agoreros que anuncian el fin de la filosofía en las aulas ignoran el provecho que le sacan algunos cineastas y esos jóvenes cinéfilos (por ejemplo, los de este jurado) que saben buscar en las salas el antídoto a tanta dosis domesticadora que suministran las plataformas.  Así que bravo por Tyburski. Y bravo por el jurado joven.

Por todo lo alto

de Emmanuel Courcol. Francia, 2024. 103’.
28 de septiembre de 2024. Kursaal, 72º Festival de San Sebastián (Premio del Público). V.O.S.

Un afamado director de orquesta tiene leucemia. Su hermana no puede ser donante porque realmente no lo es. El que sí es su hermano es un trabajador despedido de un pueblo del norte. Aquél no lo sabía, pero fue adoptado por una familia bien y su hermano quedó al cuidado de un matrimonio humilde y bondadoso. Así que el donante de médula es un simple aficionado a la música que toca en una orquesta de pueblo y el que la recibe es un gran director de orquesta que ha podido contar siempre con todos los medios.

Quizá he hecho un espóiler de esta película que tiene algunas de las cosas buenas que Emmanuel Courol demostró en El triunfo. De todas formas, no he contado el resto de esta historia sobre la fraternidad, ni tampoco ese final arrebatado y conmovedor que le ha garantizado ese 9,32 con que la ha valorado el público. Está claro que el gusto de este y el del jurado de este este año tienen poco que ver. Y yo estoy más con el jurado.

Apocalipse nos Trópicos

de Petra Costa y Moara Passoni. Brasil, 2024. 110’.
28 de septiembre de 2024. Teatro Principal, 72º Festival de San Sebastián (sección Perlak). V.O.S.

El apocalipsis según los evangélicos brasileros. Desde el encarcelamiento de Lula y aquellas elecciones infaustas que ganó Bolsonaro hasta el asalto en Brasilia a los edificios de Niemeyer. Un retrato tremendo de lo que pasó en Brasil y quizá también una advertencia sobre lo que está pasando en el mundo.
 
Algunas de las soflamas que vemos en este documental no son más llamativas que las que lanzan Feijóo y Ayuso en su contienda por ocupar todas las vísceras. El documental es elegante y aterrador. En seis capítulos de resonancias bíblicas (El hacedor de reyes, Dios en tiempos de cólera, Dominio, Génesis, Guerra Santa y Revelación) Petra Costa va repasando los hitos principales de aquella historia tropical de la infamia que despierta y mete miedo. Cada uno ellos se abre con primeros planos de pinturas alegóricas del Evangelio y en su desarrollo una narración perfecta va aportando luz a las imágenes y declaraciones de aquellos iluminados antiilustrados. Entre las imágenes más oportunas están algunas del Evangelio según San Mateo de Pasolini o las estremecedoras vistas cenitales de los entierros masivos en aquellos tiempos pandémicos en que el Mesías Bolsonaro animaba a la oración y justificaba la tragedia diciendo que todos vamos a morir. Frente a él, la figura digna de Lula se alza como la salvación (siempre provisional) frente al mal radical que entonces se posó en Brasil. Y que se cierne con insolencia sobre muchos lugares del mundo.

El aroma del pasto recién cortado

de Celina Murga. Argentina, 2024. 112’.
28 de septiembre de 2024. Teatro Principal, 72º Festival de San Sebastián (sección Horizontes Latinos).

Pablo es profesor universitario, está casado y tiene dos hijos. Natalia también es profesora universitaria y también está casada y tiene dos hijas. Los dos están comenzando en secreto romances inesperados. Ella con un alumno y él con una alumna.

Dos historias simétricas. Con perfección naturalista retratan la intensidad de esa monotonía cotidiana que acaba neutralizando lo conyugal. Ese es el caldo de cultivo para que surjan por vez primera sendos refrescos apasionados con jóvenes deliciosos. El paralelismo de las dos historias es perfecto. Y también lo es el equilibrio con que se trata lo masculino y lo femenino en las dos generaciones. Y la sutileza con que se  presentan algunas desigualdades puntuales entre los géneros. 

viernes, 27 de septiembre de 2024

Parthenope

de Paolo Sorrentino. Italia, 2024. 136’.
27 de septiembre de 2024. Cines Principe, 72º Festival de San Sebastián (sección Perlak). V.O.S.

En 1950 nace Parthenope en el seno de una familia de la alta burguesía napolitana. Será una niña, una joven y una mujer libre, guapa e independiente que fascina y enamora a  todos, pero no se ata a nadie. Es curiosa, inteligente y vive feliz en Nápoles disfrutando también de los veranos en Capri. Le interesa la antropología, la belleza, el amor, el arte y hasta el milagro de San Genaro.

Barroca, grandiosa, parsimoniosa, luminosa, melancólica, mediterránea, estival y vital. Así es Parthenope, una película radicalmente sorrentiniana. En lo formal casi tanto como La gran belleza o La juventud. Sin embargo, no llega a tener su hondura ni su cadencia. Hay ironías y frases ingeniosas, pero la historia no tiene ese aliento que nos hacía conscientes de estar viendo películas memorables que uno quisiera que no acabaran nunca. Así que Parthenope fascina y defrauda. Casi por igual.

Ramón y Ramón

de Salvador del Solar. Perú, 2024. 100’.
27 de septiembre de 2024. Cines Principe, 72º Festival de San Sebastián (sección Horizontes Latinos).

Ramón vive solo en su apartamento de Lima. Son tiempos de confinamiento pandémico y su padre, que también se llamaba Ramón, acaba de morir de un infarto. Le han mandado una caja con sus ropas y una urna con sus cenizas. Ramón hace tiempo que no tenía contacto con él porque no aceptaba su homosexualidad. Ahora acaba de conocer a un español que ha llegado a su edificio y también siente que está varado en su vida. Así que los dos emprenderán viaje hacia Mito, el pueblo de la familia al que Ramón quiere llevar los restos de su padre.

Cuidada y elegante en los encuadres y en la definición de la historia. También le hace mucho bien la referencia a la huaconada, esa danza ancestral que se celebra en Mito con hombres que llevan máscaras que recuerdan a las de la compañía Kulunka de teatro. Sin embargo, el ritmo resulta un tanto moroso. Quizá con demasiada insistencia en la soledad del protagonista y en su gestualidad. Muchas veces menos es más. Aquí también.

Spectateurs!

de Arnaud Desplechin. Francia, 2024. 88’.
27 de septiembre de 2024. Cines Trueba, 72º Festival de San Sebastián (sección Zabaltegui). V.O.S.

Autorretrato biográfico de un cinéfilo. Desde la infancia hasta el presente. En salas de cine, en clases sobre cine y en encuentros con otros cineastas. Y, por supuesto, con imágenes de muchas películas.

Volvemos al festival de San Sebastián y empezamos el fin de semana con esta película de evocación y reflexión sobre las pasiones cinéfilas. El director es Arnaud Desplechin del que había visto dos películas de interés desigual (Tres recuerdos de mi juventud y Los fantasmas de Ismael). Spectateurs! está a medio camino entre un documental con narrador y una ficción intermitente. No tiene la intensidad de reivindicaciones del cine tan emotivas como Cinema Paradiso, de Guiseppe Tornatore, La última película, de Pan Nalin, Los fabelman, de Steven Spielberg o Retratos fantasmas de Kleber Mendoça Filho. Y está muy lejos de joyas como La Mort Rouge, aquel mediometraje autobiográfico de Victor Erice, pero se ve con interés y tiene momentos que dan bastante que pensar. Por ejemplo, las reflexiones sobre Shoah, ese monumento fundamental de Claude Lanzmann. Justamente en el día en que hemos secundado la huelga general contra el genocidio de los palestinos en Gaza, uno no puede dejar de pensar en lo que diría Lanzmann sobre ese Estado que se reclama heredero de aquellos millones de víctimas y que está encarnando impunemente la misma furia diabólica y belicista de sus asesinos.

martes, 24 de septiembre de 2024

Los destellos

de Pilar Palomero, 2024. 101’.
24 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo.

Isabel vive feliz con Nacho y tiene una relación estupenda con su hija Madalen que estudia en Valencia, pero vuelve cada fin de semana para estar con su padre. Él es Ramón, vive solo y apenas se vale por la enfermedad que padece. Madalen sabe que le queda poco tiempo de vida y le pide a su madre que vaya alguna vez entre semana para cuidarlo. A Isabel le cuesta y a Ramón también porque su relación sigue muy distanciada. Sin embargo, en la cotidianidad de ese tiempo que para Ramón se agota van surgiendo destellos de una ternura que les hará mucho bien a los tres.

La historia está basada en un relato de Eider Rodríguez, pero Pilar Palomero no se limita a traducirlo en imágenes, sino que ha sabido llevar a su terreno los paisajes, las emociones y los detalles de esta conmovedora historia. La proyección estaba en el proyecto Viridiana, así que al terminar tuvimos un estupendo coloquio con ella en el que nos contó que la película estaba a medio camino entre el relato de Eider Rodríguez y las vivencias que le marcaron cuando murió su padre. El talento de Pilar Palomero para la creación de atmósferas de hiperrealismo conmovedor con personajes (mayoritariamente femeninos) de carne, hueso, alma y emoción ya quedó sobradamente demostrado con Las niñas y La maternal, sus anteriores películas. Aquí aún llega más lejos con esta familia que llevaba tiempo rota y ahora vivirá instantes de intensidad infinita antes de que ese presente deje de ser continuo. Son momentos casuales de emocionada belleza que con el tiempo resultarán reparadores y acompañarán en el duelo. Los destellos tiene la virtud del equilibrio en el encuadre, de la calidez del color, de las penumbras interiores con el poso de lo vivido y los espacios exteriores acogen la dicha de los recuerdos y la esperanza de lo que aún queda por vivir. Pero, sobre todo, tiene la cualidad de saber mantener el tiempo. El de cada plano filmado y el del sosiego que se ha sabido respetar en el montaje. No sé si Pilar Palomero lo tenía previsto cuando creó esa maravillosa escena, pero cuando Marina Guerola abraza fuerte a Antonio de la Torre y le hace bailar con ella mientras la voz de Lola Flores canta A tu vera, yo he sentido una emoción como la de aquella escena sublime de Víctor Erice en El Sur en que un acordeón interpretaba otro pasodoble (En er mundo, de Jesús Fernández Lorenzo y Juan Quintero) mientras Omero Antonutti llevaba a Sonsoles Aranguren con el cariño infinito de un padre que baila con su hija sin que ninguno de los dos pueda dejar de mirarse. Milagros como el de esa escena (y tantas otras en esta hermosa película) son posibles porque Patricia López Arnaiz, Antonio de la Torre, Marina Guerola y Julián López están extraordinarios componiendo estos cuatro seres sin máscara que su trabajo superlativo convierte en inolvidables.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Puntos suspensivos

de David Marqués. España, 2024. 89.
22 de septiembre de 2024. Cines Parqueastur, Corvera.

Una historia (desordenada) con seis (o siete) capítulos, un prólogo y un epílogo. Con un escritor (o más). Con dos hombres (y dos mujeres). Con asesinatos, giros de guion y final sorprendente.  Y, por supuesto, con puntos suspensivos... 

Podría ser también una novela de éxito. O una obra de teatro con un buen texto, tiempos fracturados y escenas en las que cabrían subtextos y metatextos. Pero lo que ha hecho David Marqués es una película magnífica con recursos modestos e intérpretes estupendos (Diego Peretti, José Coronado, Cecilia Suárez y Georgina Amorós que están todos perfectos). En Puntos suspensivos se construye (y destruye) una historia sobre la creación (o no) de las historias. Más o menos...

sábado, 21 de septiembre de 2024

Kneecap

de Rich Peppiatt. Irlanda, 2024. 105.
21 de septiembre de 2024. Cines Los Fresnos, Gijón.

Antes de que en 2022 el irlandés fuera reconocido como lengua oficial en Irlanda del Norte, dos adolescentes y un profesor formaron un trío de rap llamado Kneecap. A pesar de cantar en irlandés con letras y actuaciones muy provocadoras (o quizá por eso) consiguieron un gran éxito y prestaron un gran servicio a la causa. A la de la Irlanda separatista y a la de su lengua.

Si el grupo fuera vasco o catalán y los raperos fueran como esos, no solo ellos sino también los que dirigieran o produjeran la película ya habrían sido acusados de los delitos de odio y enaltecimiento del terrorismo. Y posiblemente perderían sus recursos en el Supremo y tendrían que esperar a que los jueces europeos enmendaran la plana a los españoles (se nota que estoy leyendo el estupendo y revelador -más bien ratificador- libro de Joaquín Urías titulado La justicia en el banquillo). Rich Pappiatt ha hecho una película que, además de muy intencionada y fresca, tiene un tono gamberro, lúdico e irónico (también en el grafismo y en las animaciones) que, gusten o no las drogas y el rap, sea un verdadero festín contemplarla. Como historia de ficción es estupenda, pero sabiendo que está basada en cosas que pasaron realmente, aún resulta más interesante. Ojalá que le vaya bien a esos raperos, a la lengua irlandesa y al espíritu alegre y rebelde que destila la historia. El de quienes la hicieron allí y el de quienes la vemos aquí.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Longlegs

de Osgood Perkins. EE.UU., 2024. 101’.
18 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Cuando era niña, Lee Harker tuvo un encuentro con un hombre extraño. Ahora que trabaja en el FBI tendrá que dar con alguien que cuando llega a una casa hace que una familia se mate. Es Longlegs, un tipo diabólico que condicionó su vida desde aquel encuentro.  

Lo mejor es la primera escena. Sorprendente, inquietante y elegante. Luego la forma de poner la cámara y las atmósferas siguen atrayendo. Pero, poco a poco, lo diabólico y lo gore se adueñan de una historia que naufraga en su intento combinar el relato policial y el satánico. Así que, finalmente, la truculencia se impone a la coherencia. Tras su magnífico papel en Dream scenario, uno esperaba ver si Nicholas Cage confirmaba su regreso al buen hacer actoral. Pero, con una caracterización que sepulta su rostro, debajo bien podría estar el suyo o el de cualquier otro. Por lo demás, películas como esta confirman la patología social y audiovisual de un país obsesionado con la violencia y la truculencia. Puede cambiar la escala (galáctica, guerramundialista, guerracivilista, de extraterrestres, de amenazas globales con salvadores gringos, de superhéroes diversos, zombis feísimos, asesinos en serie o, como en este caso, de abducciones satánicas). Pero viendo lo mucho que allí gusta la violencia no es de extrañar que en aquel país se maten tanto con sus propias armas o provoquen, patrocinen y promuevan tantas matanzas en el mundo con la pujanza endemoniada de su industria bélica. Ellos entonan muy emocionados el God bless América, pero la parte que les toca de aquel continente no han sabido convertirla en una divina tierra sin mal, sino en un lugar bastante propicio para engendrarlo.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Solos en la noche

de Guillermo Rojas. España, 2024. 88’.
16 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo.

Un grupo de abogados laboralistas en un despacho andaluz. Es la tarde del 23 de febrero de 1981 y las noticias de la radio interrumpen sus devaneos. Esa noche la pasarán juntos en la casa de la tía del más pasmado. Y será inolvidable por muchos motivos.

Era mi primer curso en la facultad y aquella tarde volví a mi instituto para ver a mi querida profesora de filosofía en el Carreño Miranda que me estaba ayudando con un trabajo de investigación sobre el preescolar en Avilés (acabaría siendo el primer artículo que publiqué). Cerca de las seis y media bajó a la cafetería otro profesor para que pusiéramos la radio y escucháramos lo que estaba pasando en el congreso. A continuación yo iba a ver una película de Godard en la Casa de la Cultura, pero los planes cambiaron. Aquella noche y el día siguiente también los recuerdo muy bien: nuestra vecina Marcelina viendo la televisión con nosotros y temiendo estar reviviendo sus tragedias familiares de cuando la guerra, la portada de El País con la constitución, aquellos guardias civiles que a la mañana siguiente salían tranquilamente por las ventanas del congreso y saludaban militarmente a Tejero, la repetición de las imágenes de aquella tarde con una voz que ordenaba parar el tiroteo diciendo "qué vais a dar a los nuestros"... Guillermo Rojas ha conseguido que los que tenemos cierta edad volviéramos a contar lo que estábamos haciendo aquella tarde. Y, tras la proyección, así empezó también el coloquio con José Ramón Paterson, un periodista asturiano que tenía bastantes cosas interesantes que compartir sobre aquel tiempo difícil. Solos en la noche es la primera del ciclo La memoria perdida que hoy comienza en los cines Embajadores Foncalada. Y ha sido una buena elección la de esta sorprendente película de Guillermo Rojas que filma una comedia fresca y divertida sobre un grupo de jóvenes ochenteros e izquierdosos en medio de aquel golpe de estado que marcó la historia de España. La idea era muy atrevida y disonante. Y quizá ahí ha estado el acierto. En hacer posible que, sin banalizar el tema ni el contexto, se recuerde que los momentos más dramáticos también pueden albergar cotidianidades atolondradas e hilarantes.

sábado, 14 de septiembre de 2024

El hombre mosca

de Fred C. Newmeyer y Sam Taylor. EE.UU., 1923. 77’.
14 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. Con acompañamiento al piano.

Harold Lloyd va a la ciudad para labrarse un futuro y casarse con su amada. Pero las cosas no le van bien en los almacenes de tejidos en los que trabaja. Inesperadamente llega su novia y tiene que hacer mil tretas para impresionarla. Al final lo conseguirá escalando un edificio. Y de qué manera.

Había visto a finales de los setenta en televisión algunos fragmentos de las películas de Harold Lloyd, pero esta no la había visto completa. Y es una maravilla. Por la gracia de las escenas, por las impresionantes imágenes del protagonista trepador y por la fascinación que produce ver los trenes, coches y tranvías circulando hace cien años como si fuera ahora. Pero lo mejor ha sido la magia de la forma en que hemos vivido la experiencia esta tarde. Adrián Begoña ha presentado la película y luego ha acompañado al piano las imágenes con partitura original suya y variaciones improvisadas. Y hay que reconocer que es un maestro y un tipo genial. Por si el gozo fuera poco, tras las proyección y sin encender las luces, más bien entre candilejas, compartió con nosotros un buen rato de coloquio y deliciosa erudición. Así que ha sido una experiencia memorable, mucho más de lo esperado, que habrá que repetir. No hay duda de que en Asturias tenemos mucha suerte con estas salas cinéfilas en las que hasta las butacas tienen el buen gusto de parecer diseñadas por los Eames. Es una gozada cotidiana.

viernes, 13 de septiembre de 2024

Sidonie en Japón

de Céline Bozon. Francia, 2023. 95’.
13 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Sidonie viaja a Japón para promocionar su último libro. Allí la acompañará su editor, un hombre tan poco expresivo como cabe esperar de un nipón. Ella no tiene a nadie. Había perdido a su familia en un accidente de tráfico del que salió ilesa y hace poco a su marido en otro en el que tampoco le pasó nada a ella. Ahora parece que sí. Y es que entre Sidonie y el editor surge la complicidad de los solitarios. Aunque en ese viaje tampoco estará del todo sola. A veces se le aparece el fantasma de su marido que viene a despedirse.

Por el tema, podría formar un tríptico con Lost in traslation de Sofia Coppola y esa otra maravilla de Stéphane Brizé que vimos hace poco titulada Fuera de temporada. Aunque deja mucho menos huella que aquellas, Sidonie en Japón no está mal. Sobre todo, por la manera de manejar el hieratismo de los personajes y el movimiento de los paisajes. También es interesante esa fotografía que cuando aparece el fantasma lo muestra nítido y cálido dejando mortecino lo demás. Isabelle Huppert está muy bien en ese papel de viuda dislocada. Parece que le sientan bien los papeles en escenarios orientales. Sus trabajos con Hong Sang-soo y también este son buena prueba de ello.

lunes, 9 de septiembre de 2024

El 47

de Marcel Barrena. España, 2024. 110’.
9 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Manolo Vital fue uno de tantos extremeños, andaluces y castellanos que levantaron con sus manos Torre Baró. O, como él dice, los que levantaron Barcelona, Cataluña y España entera. Lo que a finales de los cincuenta eran solo unas chabolas detrás de la montaña que la policía no podía tirar porque ya tenían techo a la salida del sol, se fue convirtiendo en un barrio que seguía dejado de la mano de Dios cuando llegó la democracia. Además de un líder vecinal, Manuel Vital era un diestro autobusero de la línea 47 del transporte público de Barcelona. Así que, tras muchas peticiones rechazadas para que una línea llegará a Torré Baró, un buen día de 1978 decidió subir él mismo un autobús demostrando que, además de algo necesario desde hacía mucho tiempo, también era algo posible. Al menos lo era para valientes como él que supo hacerse catalán sin olvidar nunca a su padre extremeño y a aquellos otros que, como el gallo negro de la canción, lo mataron en 1936. El de Manuel fue un gesto ejemplar y valiente. Como el del gallo rojo de Chicho Sánchez Ferlosio.
 
Qué puedo decir. Conocía esta historia desde hace muchos años, así que hoy la emoción ha sido hasta la lágrima. Sintonía completa. Eduard Fernández y Marcel Barrena ya lo consiguieron con Mediterráneo (tan de actualidad de nuevo en estos tiempos en que los canallas llaman "menas" a los niños y "migrantes" a los que llegan en pateras, como si al quitarles la vocal inicial pudieran suprimir también su voz, su origen y su anhelo para que nos parezcan consonantes y casi naturales sus naufragios). Pero recordando ahora, gracias a Eduard y a Marcel, a este héroe español alzado del suelo (que sería algo mayor que mi padre) recibimos toda una lección de dignidad, de conocimiento y de buen hacer tanto en la vida como en el cine. Viendo El 47 no podía dejar de pensar en los sádicos del mundo y en esos otros malvados que generan y alimentan la banalidad del mal. Y también en los que contemplan todo eso como si no pudiera ni debiera hacerse nada. Hablo sobre todo de Gaza y de Canarias, pero también de los institutos y de tantas instituciones parasitadas por esas gentes. Frente a aquellos y frente a estos, Manuel Vital, junto con su mujer, su hija y sus vecinos, nos vuelven a dar una lección de valentía y de dignidad. Y también de convivencia entre las tierras y las lenguas. Aunque no me extrañaría que algún distribuidor o exhibidor estuviera dispuesto a masacrar esta película doblándola (o, simplemente, no proyectándola), estoy convencido que este país es mucho mejor (i aquest país és molt millor) con el entreveramiento enamorado de las palabras de quienes, sin renuncias, sienten como suyos el catalán y el castellano. Pero, más allá de esto, que debería ser ya resabido, conviene que, como Manuel Vital nos muestra, no olvidemos lo que cantaba Sánchez Ferlosio: "Se encontraron en la arena los dos gallos frente a frente. El gallo negro era grande. Pero el rojo era valiente". Nos falta valentía. Mucha valentía todavía.

jueves, 5 de septiembre de 2024

Justicia artificial

de Simón Casal. España, 2024. 98’.
5 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo.

2028. En España está a punto de celebrarse un referéndum para decidir la introducción de la inteligencia artificial en los tribunales de justicia. Alicia Kóvack, la creadora del sistema, debería haberlo presentado con el gobierno, pero ha desaparecido de repente. La jueza Carmen Costa lo está investigando.  

Lluvia fina. Simón Casal comentó desde La Coruña (la sesión de hoy estaba organizada por el Proyecto Viridiana) que inicialmente ese era el título de la película. Y quizá hubiera sido más oportuno porque se trata más de una historia de suspense policial (o judicial) que de una aproximación a dos temas tan actuales y relevantes como el poder judicial y el poder algorítmico. Sobre estos últimos Justicia artificial aporta más bien poco, pero las atmósferas para esa otra historia resultan oportunas. El contraste entre los primeros planos que enfatizan los gestos y esos otros tan abiertos en esas costas gallegas en las que a veces nada (o naufraga) la protagonista da un tono muy adecuado a la película. También son muy oportunos los sonidos y las texturas de esos teclados y automóviles que, sin ser los de hoy, anticipan un futuro cercano. Así que sin aportar mucho a los grandes debates que evoca el título, Justicia Artificial es bastante correcta como thriller gallego. 

martes, 3 de septiembre de 2024

Bonnard, el pintor y su musa

de Martin Provost. Francia, 2023. 122’.
3 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Marthe y Bonnard. Desde los primeros encuentros juveniles en la buhardilla del pintor hasta el final de sus vidas. Una historia de amor en la plenitud de un paisaje perfecto y una pintura apasionada.

Es más que el retrato de un artista y su modelo. Y mucho más que un repaso a la evolución de la obra de Bonnard. La película de Provost es la historia de un amor apasionado y desprejuiciado. Una historia romántica con paisaje precioso y preciosista. Y también una historia tierna que alcanza momentos especialmente delicados con las visitas hedonistas de un Monet maduro que se sincera con Marthe. Quien esperara algo parecido a los documentales de Exhibition on Screen habrá quedado defraudado. Aquí la pintura no es secundaria, pero está enmarcada por las cuitas de estos amantes. Así que viendo Violette y lo que ahora ha hecho a propósito de Bonnard, está claro que Martin Provost tiene muy buena mano para contar este tipo de historias.