miércoles, 31 de marzo de 2021

Libertad

de Enrique Urbizu. España, 2021. 138’.
31 de marzo de 2021. Cines Parqueastur, Corvera.

Tras diecisiete años de condena, la Llanera sale por fin de prisión con su hijo adolescente. Quiere que él tenga una vida pacífica pero será difícil que lo consiga dado el empeño que ponen por impedirlo los soldados del gobernador y bandoleros como el Lagartijo y el Aceituno. Así que asistiremos un periplo con caballos y tiros por territorios serranos.

Los acentos son meridionales pero las imágenes están filmadas más al norte. Y eso es lo mejor de la película: los paisajes y los gestos de unos intérpretes que hacen lo que pueden con un guión en el que las peripecias son tan confusas como las motivaciones. Quizá sea una manía mía pero no puedo soportar descuidos tan surrealistas como que en otoño un tipo pueda robar y comer huevos de un nido. Así que casi mejor no digo lo que pienso de que la historia nos la cuente un admirador de Nelson que estuvo en la batalla de Trafalgar y que ahora prepara un libro sobre los bandoleros españoles del que nos leerá pasajes (obviamente en inglés) al final de la película. Lo siento por Bebe, que hace todo lo que puede por salvar su personaje, pero casi me quedo con el recuerdo de Curro Jiménez.

martes, 30 de marzo de 2021

El profesor de persa

de Vadim Perelman. Rusia, 2020. 127’.
30 de marzo de 2021. Casa de la Cultura, Avilés.

Un francés se salva de morir fusilado por los nazis diciendo que él no es judío sino persa. El jefe de cocina del campo de concentración al que le llevan quiere aprender esa lengua, así que el prisionero conservará su vida mientras le enseñe palabras de una lengua que él tampoco conoce.

La historia se presenta como inspirada en hechos reales, aunque no se dice hasta qué punto. De hecho, parte de lo que se muestra no parece verosímil y muchas de las situaciones tienen más que ver con los clichés de los retratos cinematográficos del nazismo que con un relato original. En la escena final, el protagonista consigue facilitar los nombres de más de dos mil personas que pasaron por el campo porque los había memorizado para inventar palabras en sus clases de persa. Pero ni siquiera ese momento emotivo consigue compensar una película que se hace larga y, sobre todo, innecesaria.

lunes, 29 de marzo de 2021

Nomadland

de Chloé Zhao. EE.UU., 2020. 108’.
29 de marzo y 21 de abril de 2021. Cines Parqueastur, Corvera.  

Fern llevaba una vida feliz con su marido trabajando en una empresa de yesos de Nevada. Pero tras quedarse viuda y cerrarse la empresa también desapareció su pueblo. Así que ha tenido que trabajar durante la temporada navideña en Amazon y luego en empleos temporales a los que se va desplazando en su furgoneta como esos nómadas maduros del siglo XXI que recorren paisajes hermosamente desolados del oeste norteamericano.

No sé cómo será el libro de Jessica Bruder en el que está inspirada esta película (ya mismo lo encargo en Clarín) pero difícilmente resultará más diáfano y conmovedor que la película de Chloé Zhao. Tras su extraordinaria The Rider esta directora vuelve a demostrar su asombrosa capacidad para transgredir los límites entre la interpretación de los actores profesionales y la vida de los seres reales en películas bellísimas con las que consigue hacer de la ficción una forma de ensayo particularmente reveladora y del documental una conmovedora lección de lo que debe ser el cine. The Rider y Nomad Land se centran en seres aparentemente periféricos que ejemplifican formas de entender la vida que deberían ser orgullo nacional de los estadounidenses. Las de unas gentes que viven al margen de esa cultura norteamericana contemporánea que criticó Marvin Harris (y tantos otros) y que mantienen vivo el espíritu solidario y generoso de los pioneros legendarios. Los personajes que nos presenta Chloé Zhao son pura bondad. De hecho, Fern solo expresa alguna aspereza, más que justificada, en la conversación sobre los negocios inmobiliarios en casa de su hermana. El trabajo de Frances McDormand con ese personaje es pura contención y tendría sobradamente merecido un Oscar. Junto a ella se interpretan a si mismos esos nómadas reales que por edad deberían ser ya jubilados sedentarios. Entre ellos está el propio Bob Wells, líder de ese movimiento que cada año se reúne en Quartzsite y que encuentro ideológicamente emparentado con las propuestas abolicionistas que propugna otro Bob de apellido Black. Los nómadas de furgoneta son consecuencia dramática y reacción pacífica ante sucesos como el colapso financiero o el advenimiento del leviatán Amazon. Pero la mejor metáfora de la tranquila rebelión de estos nuevos centauros del desierto quizá esté en esas golondrinas que la amiga de Fern quiere volver a ver antes de morir. Con Nomadland Chloé Zhao nos revela la poética de una forma de vida itinerante y contemplativa empeñada en seguir apreciando el valor de las cosas por las merece la pena vivir.

domingo, 28 de marzo de 2021

Un efecto óptico

de Juan Cavestany. Francia, 2020. 80.
28 de marzo de 2021. Cines Los Prados, Oviedo.

Un matrimonio de Burgos va a pasar unos días de vacaciones en Nueva York. La ciudad les resulta muy extraña porque no les parece extraña. A veces sienten que no están allí. Incluso podrían estar dentro de una película. O en sucesivas variaciones de una película sobre un matrimonio de Burgos que va a pasar unos días de vacaciones en Nueva York. 

Gente en sitios, Esa sensación, Madrid, interior... Con Un efecto óptico Juan Cavestany nos ofrece un nueva entrega de ese cine suyo hipersurrealista y cautivador en el que lo cotidiano se hace extraño y la extrañeza se convierte en la mejor perspectiva para contemplar la realidad. Hay que saber hacer muy bien las cosas y tener mucho atrevimiento para parar una película a la mitad, decirle a uno de los personajes que está en una película y volver a empezar. Y hacer eso varias veces en las variaciones con repetición (o en las repeticiones con variación) que protagoniza esa pareja (in)feliz compuesta primorosamente por Carmen Machi y Pepón Nieto a los que de vez en cuando acecha el personaje lobuno de Luis Bermejo. El cine de Juan Cavestany es un género en si mismo, una forma de entender la verosimilitud de las historias como un efecto óptico con el que es posible jugar. Y nadie lo hace como él.

sábado, 27 de marzo de 2021

Del inconveniente de haber nacido

de Sandra Wollner. Austria, 2020. 94.
27 de marzo de 2021. Laboral Cinemateca, Gijón. V.O.S.

Elli disfruta del verano a solas con su padre. En una elegante casa en medio del bosque comparten instantes de felicidad y también muchos recuerdos. Pero no todos porque Elli es un androide con memoria configurable al que le faltan instantes del pasado familiar. Cuando salga de la casa y se pierda en el bosque acabará mezclando esos recuerdos con los de anciana para la que ella será una inquietante compañía que se convierte en remedo del hermano muerto hace sesenta años.

El título de la película es de Cioran y el tema va mucho más allá de los debates sobre los androides como competidores de las mascotas animales en el acompañamiento de los humanos. El ritmo moroso de la historia es solo apto para espectadores sosegados. Así que uno empieza planteándose si la historia pretende suscitar reflexiones sobre la pedofilia a partir de esta Lolita sintética para encontrar luego resonancias del debate sobre los sexos y los géneros con esa reconfiguración de la niña a una versión masculina. Sin embargo, la película va más allá de todo eso planteando ideas de más calado sobre la familia, los sentimientos, la memoria y la identidad. De hecho, Sandra Wollner retoma las reflexiones originales que Mary Shelley planteó con su moderno Prometeo. Con Frankenstein no estaba creando el hito seminal del imaginario sobre los robots y la inteligencia artificial, sino consideraciones mucho más relevantes acerca de la condición humana. Su mirada hacia lo humano estaba más emparentada con el emotivismo de Hume que con el racionalismo mecanicista de Descartes. Y es que quizá las utopías y distopías sobre nuestro futuro están demasiado centradas en la inteligencia artificial y la superinteligencia y no nos pararnos a pensar que lo más inquietante de lo que espera a los humanos no son los desafíos de la inteligencia artificial sino los de la sensibilidad y la moralidad artificial.

miércoles, 24 de marzo de 2021

El agente topo

 de Maite Alberdi. Chile, 2020. 84.
 24 de marzo de 2021. Cines Ocimax, Gijón.

Un detective privado ha puesto un anuncio en la prensa para buscar a alguien de entre ochenta y noventa años que esté dispuesto a hacer de espía en una residencia de ancianos. El elegido es Sergio que cada día le manda a su jefe un informe sobre lo que allí observa. Además de espiar para él, también irá conociendo a las personas que viven en esa residencia.
 
En La Once Maite Alberdi ya había demostrado la gran ternura y perspicacia con que sabe poner la cámara para retratar y respetar la ancianidad. En aquella joya nos hacía asistir a las meriendas que desde hacía sesenta años venían reuniendo cada mes a un grupo de amigas. El agente topo no es menos tierna y deliciosa que La Once pero además utiliza el magnífico recurso, casi ficcionado, de un investigador de la tercera edad que tiene la misión de fisgar e informar sobre las condiciones en que vive una mujer en esa residencia de ancianos. Sus conclusiones serán aleccionadoras y, sin ninguna estridencia, dan mucho que pensar sobre si el encerramiento institucional es la forma de vida más deseable para nuestros mayores. Para responder a esta pregunta convendría que cada cual se planteara muy en serio si a partir de cierta edad le gustaría dejar el lugar, las personas y las cosas con las que ha vivido siempre e irse a una institución que en el mejor de los casos tiene pinta de hotel de vacaciones perpetuas y en el peor es como un internado escolar sin periodos no lectivos.

El informe Auschwitz

 de Peter Bebjak. Eslovaquia, 2020. 94.
 24 de marzo de 2021. Cines Ocimax, Gijón.

Dos judíos eslovacos consiguen escapar de Auschwitz en 1944. Llevan consigo documentos que prueban la magnitud del genocidio que allí está teniendo lugar. Los primeros días permanecen escondidos al borde del campo en un hoyo bajo unas tablas dispuestas para levantar nuevos barracones. Luego les espera una travesía por los bosques hasta llegar a la frontera. Cuando lo logran, tendrán un encuentro con un representante de la Cruz Roja al que no será fácil convencer de la magnitud de lo que está pasando.
 
El informe Auschwitz tiene en común con El hijo de Saul la voluntad de colocarnos en el centro del horror respetando los límites de lo que debe ser mostrado. László Nemes usaba una profundidad de campo mínima con la que conseguía una expresividad máxima manteniendo el respeto debido a lo que estaba evocando. Peter Bebjak sigue esa senda ética en esta película áspera pero contenida en la que el mayor interes quizá esté en ese encuentro final con el representante de la Cruz Roja. Su ignorancia recuerda a la que nos mostraba Juan Mayorga en el teatro en su imprescindible Himmelweg (camino del cielo) que situaba en el campo de Theresienstadt la visita de un informante de la Cruz Roja que solo vio lo que los nazis querían que viera. Por lo demás, quedarse durante los títulos de crédito y escuchar las voces de esos fascistas que en los últimos tiempos han alcanzado el poder en Estados Unidos, Italia, Hungría o Brasil nos hace ver que no hay tanta distancia entre los  terribles años treinta y el presente. Solo consuela que ninguna de esas voces habla en español. Todavía.

martes, 23 de marzo de 2021

Nuevo orden

de Michel Franco. México, 2020. 88’.
23 de marzo de 2021. Casa de la Cultura, Avilés.

Una boda en una familia bien de Ciudad de México. Y una rebelión de las masas que asaltan con violencia su casa y todo el país. Asistimos a una revolución en marcha en la que los desposeídos no son menos violentos que los militares dedicados al secuestro y la extorsión. La novia, una empleada de la casa y su hijo son las únicas personas dignas en este retablo de una sociedad invertebrada. Y acabarán mal. 

La muy sobrevalorada Parásitos no es la única película que últimamente ha puesto a los ricos frente a la pesadilla de quedar a merced de los pobres. De forma más contenida y con más interés que aquella cínica película coreana, ese tema ha sido tratado también por la argentina Verónica Chen en Marea alta, una película inquietante, magnética y opresiva sobre una mujer y unos obreros en una casa cerca de la playa. O también por el mexicano David Zonana que, con un surrealismo entre posmoderno y colorista que recuerda por momentos a Buñuel o a Lanthimos, nos muestra en Mano de obra la ocupación de una casa de ricos por familias menesterosas. Con su Nuevo Orden Michel Franco nos ofrece un nueva versión de la pesadilla de las élites con una historia que, más que distópica, resulta aleccionadora para quienes creen que la violencia solo puede afectar a otros. Además de contar con un guión bien estructurado, Nuevo orden es una metáfora de la penetración y sedimentación del mal en la sociedad mexicana (algo sobre lo que también resultan muy interesantes el documental Silencio Radio de Juliana Fanjul sobre la periodista Carmen Aristegui y la extraordinaria Sin señas particulares de Fernanda Valadez que pudimos ver en la última edición del Festival de Huelva). Además, la película de Michel Franco pone algunas cosas en su sitio. Por ejemplo, el verdadero significado de expresiones como toque de queda que en estos tiempos pandémicos algunos asocian con el fastidio de no tener los bares abiertos a partir de cierta hora. Ojalá hubiera un nuevo orden en el mundo de la cultura y películas como esta tuvieran el lugar que merecen en el panorama del cine actual.

domingo, 21 de marzo de 2021

El disidente

de Bryan Fogel. EE.UU., 2020. 119’.
21 de marzo de 2021. Filmin. V.O.S.

El 2 de octubre de 2018 Jamal Khashoggi fue asesinado y descuartizado en el consulado de su país en Estambul. Era un periodista saudí del Washington Post que se había distanciado del régimen del príncipe Mohammed bin Salman. Las investigaciones de los turcos confirmaron que se trató de un asesinato para el que llegaron desde Arabia Saudí hasta quince personas con cobertura gubernamental. Los hechos fueron tan indiscutibles que hasta se accedió a la grabación horrenda de lo que sucedió aquel día en el consulado.

Crónica de un crimen de Estado. Pero también una muestra del poder de estos aliados tradicionales de los Estados Unidos que con herramientas de control digital como Pegasus consiguieron vigilar hasta el móvil y las actuaciones de Jeff Bezos. Junto a la obscenidad del asesinato de un hombre que solo iba al consulado de su país a por un certificado para casarse, este documental demuestra que la vigilancia y el control digital no está solo al alcance de los que fueron denunciados por Snowden. Vista la impotencia de las instancias internacionales ante crímenes como este, al final parece que la cancelación de sus cuentas virtuales es el mayor castigo que pueden temer los malotes. O los que Twitter considere malotes.

viernes, 19 de marzo de 2021

Solo las bestias

de Dominik Moll. Francia, 2019. 117.
19 de marzo de 2021. Cines Los Prados, Oviedo.

Una mujer desaparece en un paisaje nevado. Otra está enamorada de un hombre atormentado. Un marido es estafado por buscar el amor en internet. Una joven quiere dejarlo todo por una mujer casada. Y un joven africano quiere hacerse rico para que le quiera la hermosa chica con la que tiene una hija.

Cuatro (o cinco) historias independientes pero muy bien trabadas por la necesidad que todos los personajes tienen de encontrar el amor. Son como varios cortometrajes independientes con intersecciones parciales que van configurando un buen modelo para armar. Así que la estructura recuerda a esos estupendos puzles filmados de Alejandro González Iñárritu (Amores perros, 21 gramos, Babel), Fernando Meirelles (360. Juego de destinos) y hasta Aritz Moreno (Ventajas de viajar en tren). Solo las bestias quizá sea menos ambiciosa y singular que esas películas, pero ofrece un equilibrio perfecto entre lo que exige y lo que ofrece al espectador. Y no tiene ninguno de los defectos habituales en el cine comercial francés. Así que ha sido un estupendo regreso al cine en Los Prados que hoy han vuelto a abrir sus salas con una cartelera magnífica que casi parece propia de la calle Martín de los Heros. Ojalá que sigan así mucho tiempo. Abiertas y con una programación tan buena.

martes, 16 de marzo de 2021

Baby

de Juanma Bajo Ulloa. España, 2020. 104’.
16 de marzo de 2021. Casa de la Cultura, Avilés.

Una joven drogadicta tiene sola en casa a su bebé. Entre conseguir nuevas dosis para ella y darle biberones a él, vive una situación desquiciada que la llevará a vender a su hijo a una mujer que trafica con recién nacidos. Pero cuando vuelve a casa y encuentra el chupete decide volver a por él. Así entrará en el destartalado caserón en que la mujer y dos ayudantes lo tienen metido en un nido de cigüeña.

Sin palabras. Con imágenes poderosas de esteticismo ambiguo. Entre el terror y los documentales de naturaleza. Así es el regreso de Juanma Bajo Ulloa a los temas de la maternidad culpable y la feminidad doliente que hacían tan especial su primera película, Alas de mariposa. Baby se salva por la fuerza de unas imágenes con ambientación y fotografía muy cuidadas. Y también por esa apuesta radical de prescindir completamente de los diálogos. No obstante, la parte del caserón se hace larga y no se entiende bien el radical cambio de la protagonista ni su dificultad para huir de allí con el niño. También sobran quizá algunos subrayados musicales y esos elegantes acordes que quedan muy bien, pero que recuerdan demasiado al comienzo de Video Games de Lana del Rey.

sábado, 13 de marzo de 2021

Las letras de Jordi

de Maider Fernández Iriarte. España, 2019. 70.
13 de marzo de 2021. Laboral Cinemateca, Gijón.

Maider tiene varias conversaciones con Jordi. Para poder comunicarse con ella, él le va señalando las letras con el dedo. Tiene parálisis cerebral y vive en una residencia. Le gusta el contacto con las personas y siempre tiene presente a Dios. Por eso irá a Lourdes y la cámara de Maider lo acompañará.

Siguiendo a Herta Müller, Carlos Skliar habla de manera conmovedora de los intactos, los dañados y los rotos. Jordi no está intacto, pero tampoco está roto. Su voluntad de comunicarse hace que el tiempo con él sea muy diferente. Y nos permite apreciar el valor de la comunicación y la duración del instante. Contemplando los diálogos morosos entre Maider y Jordi da tiempo para pensar sobre las cosas importantes. Sobre el valor del lenguaje, la textura de las palabras y la condición humana. El documental de Maider Fernández Iriarte se une a la serie de películas que deberían ver los educadores, y en general los profesionales del cuidado, para salir de la disciplina de sus disciplinas y reflexionar sobre la empatía y la compasión. Por ejemplo, Piratas o Libélulas de Isabel de Ocampo, Conducta de Ernesto Daranas, La hora de los deberes de Ludovic Vieuille, À l'école des philosophes de Fernand Melgar o System Crasher de Nora Fingscheidt. Como Las letras de Jordi, varias de ellas tratan de los dañados, algunas incluso de los rotos, pero todas son del mayor interés para esos intactos que ni siquiera saben que lo son. Pero, además, la película de Maider Fernández Iriarte incluye un regalo muy especial para mi. Esas imágenes de Lourdes que me devuelven algunos de los primeros recuerdos de mi vida. Los de aquel viaje con mis padres y mi hermano a Rognac, al lado de Marsella, para ver a mis tíos y al primo que acababa de nacer. De vuelta paramos unas horas en Lourdes y, aunque acababa de cumplir cuatro años, no he olvidado aquel lugar.

martes, 9 de marzo de 2021

La chica del brazalete

de Stéphane Demoustier. Francia, 2019. 95’.
9 de marzo de 2021. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Lise está con sus padres y su hermano en la playa cuando unos policías vienen a buscarla. Dos años después será el juicio. Se la acusa de haber asesinado salvajemente a Flora, su mejor amiga.

Vemos de lejos la escena preambular de la playa y no sabemos cómo interpretarla. Y esa ambigüedad crecerá durante el desarrollo de un juicio que se nos muestra con gran naturalismo pero sin los tópicos propios del género. Stéphane Demoustier tiene el acierto de mostrarlo con la máxima contención así que no hay planos del jurado, ni dedos acusadores, ni grandes discursos. Ni siquiera se nos muestran las típicas imágenes del momento en que el juez lee la sentencia. Y es que, con un guión muy bien medido se deja espacio para que el espectador puede pensar y sentir el mismo desasosiego y las mismas dudas que pueden tener los padres de la acusada, la madre de la víctima y, por supuesto, el jurado. La chica del brazalete está en las antípodas de ese venenoso imaginario judicial que no tiene dudas cuando habla de sediciones, rebeliones o prisiones permanentes revisables. Por eso películas como la de Stéphane Demoustier son tan necesarias. Y también por eso son tan marginales.

lunes, 8 de marzo de 2021

Llach: La revolta permanent

de Lluís Danés. España, 2006. 90’.
8 de marzo de 2021. Filmin.

El 3 de marzo de 2006 Lluís Llach interpretó en Vitoria Campanadas a morts en un concierto multitudinario. Ese día se cumplían treinta años de aquellos hechos terribles que inspiraron su conmovedor réquiem. Al final del documental asistimos al concierto, pero antes repasamos la trayectoria de Lluís Llach hasta ese momento y también lo que sucedió aquel triste día de 1976.

No había visto esta película. Ni siquiera sabía de su existencia. Así que ha sido un regalo magnífico poder verla ahora que se cumplen quince años de aquel concierto. A Lluís Llach (y a alguien más) le debo en gran medida el origen de mi debilidad por el catalán y por lo catalán. Así que ha sido un gustazo disfrutar de esta hora y media de repaso biográfico y musical. Lluís Danés ha tenido el acierto de combinar ese relato que a mi tanto me dice con las declaraciones de familiares, amigos y compañeros de las víctimas de aquella jornada trágica en Vitoria (incluso aparece Martín Villa). Por lo demás, el concierto conmemorativo ha sido un cierre perfecto para esta película inesperada. La magnífica interpretación que Vanesa Martín hizo el sábado en la gala de los Goya de Un núvol blanc en castellano me hizo curiosear algunos videos de Lluís Llach y así llegué a esta película que por fortuna estaba en Filmin. No tiene subtítulos, así que quizá la disfruten menos quienes consideren como algo ajeno al catalán.