domingo, 21 de julio de 2019

Tren a Busan

de Yeon Sang-ho. Corea del Sur, 2016. 118.
20 de julio de 2019. Plaza de España, Avilés.

Un virus convierte a los coreanos en zombis mordedores empeñados en contagiar su condición a los compatriotas. Como la mutación es instantánea, en pocas horas la horrible epidemia se extiende por el país. Y también viaja en el tren en el que un padre y una niña se dirigen a la ciudad de Busan.

Cine de verano en El Parche con motivo del excelente festival Celsius 232 dedicado al terror, la fantasía y la ciencia ficción que desde el miércoles se celebra en Avilés. Aunque no me gusta el cine de zombis, disfruto sin complejos con los dramones sobre catástrofes en aviones, rascacielos y sitios cerrados, de modo que la idea de ese tren asediado me parece interesante. Más local que Guerra Mundial Z, pero también con muchos zombis mordedores, Tren a Busan no es mejor ni peor que la película de Marc Forster, pero resulta entretenido verla al aire libre en esta agradable noche de verano.   

jueves, 18 de julio de 2019

Apolo 11

de Todd Miller. EE.UU., 2019. 90’.
18 de julio de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

Ida y vuelta a la Luna en imágenes de hace cincuenta años. La amanecida de miles de personas en Florida para ver el espectacular lanzamiento, las conversaciones entre los astronautas y Cabo Cañaveral. Y, por supuesto, aquel pequeño paso para un hombre que dejó su huella en la Luna y también en la memoria del siglo XX.  

Impresionante. Igual que en los estupendos documentales de Asif Kapadia aquí solo vemos imágenes originales. En este caso de la NASA. Y con una calidad que hace que parezca imposible que tengan medio siglo. El relato es impecable. Por el estupendo montaje, por el poderoso sonido y por esas conversaciones que no requieren ningún subrayado. Tan solo esos oportunos gráficos intercalados que nos permiten entender cómo fue aquel memorable viaje de ida y también el de vuelta. Esta semana todos los medios han ofrecido mucha información sobre aquel acontecimiento del que yo recuerdo mejor la impresión que causó en mis padres y en mis tíos que lo que se vio aquella noche en la tele. Pero este documental ha sido la mejor celebración posible. La sensación es como la de Marte de Ridley Scott, pero sabiendo que sucedió.

miércoles, 17 de julio de 2019

El cuento de las comadrejas

de Juan José Campanella. Argentina, 2019. 129’.
17 de julio de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

Una actriz veterana que fue muy famosa vive retirada con tres hombres en un viejo caserón. Son su marido (un actor de escaso éxito) y el director y el guionista con los que hizo sus mejores películas. Ellos tienen una estrecha complicidad. Y ella creerá tenerla con una pareja de jóvenes que un día se presentan fingiendo venerarla pero que solo pretenden convencerla de que venda su mansión. 

Una historia estupenda que resulta sutil sin perder su vocación comercial y que consigue ser muy divertida sin renunciar a su puntito de acidez. Hay mucho de homenaje autorreferencial a la gestación de las películas, de irónica reflexión sobre la importancia de los guionistas, los directores y los actores. Y también hay cierto pugilato generacional que no llega a ser un ajuste de cuentas aunque sí quizá una advertencia sobre la conveniencia de no confundir valor con precio. Campanella demuestra otra vez que es un magnífico guionista, muy ameno e irónico, y que como director  sabe sacar el mejor partido a un elenco magnífico que da gusto ver. Tanto ese cuarteto de maduros impresionantes (Graciela Borges, Óscar Martínez, Luis Brandoni y Marcos Mundstock) como esos jovenes que les ha tocado el papel de comadrejas (Clara Lago y Nicolás Francella). Si en lugar de ser argentina la película fuera gringa o francesa seguramente estaría muchas semanas en cartel y nuestros críticos no pararían de elogiarla. Pero las cosas son así y aquí se aprecia bastante menos (o simplemente se desprecia) lo que se escribe o se filma en nuestra lengua. Y es que a veces parece que habría que defender al español de los propios españoles. Esta mañana lo señalaba muy acertadamente Daniel Samper en el último programa de No es un día cualquiera. Así que lo digo bien clarito: El cuento de las comadrejas es una película estupenda y será un gustazo tener muy pronto a Juan José Campanela en Avilés como autor y director de teatro. Será con ¿Qué hacemos con Walter? que se estrenará el 6 de septiembre en el Palacio Valdés. Lo comentaré en el otro blog.

martes, 16 de julio de 2019

Diego Maradona

de Asif Kapadia. Reino Unido, 2019. 130’.
16 de julio de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

Diego y Maradona. El humilde chico que jugaba al fútbol como Dios y el divo mediático que pasó de ser divinizado a demonizado, sobre todo en Italia. Con imágenes originales en los campos y fuera de ellos se muestra el ascenso y declive del argentino más famoso del siglo XX. Con permiso de Gardel y de Perón.  

Si me gustara el fútbol recomendaría esta película porque confirma que Eduardo Galeano tenía razón cuando decía que Maradona era un Dios jugando al fútbol. Según él siempre llevaba la pelota pegada al pie. Claro que para el añorado escritor uruguayo el verdadero Dios padre del fútbol era Messi, ese otro argentino del que decía que  la lleva no pegada al pie sino dentro de él. Pero no es solo que el fútbol no me guste, es que si Marx levantara la cabeza seguramente estaría de acuerdo conmigo en que actualmente el futbolismo es quizá el más potente narcótico social. Una droga que se cultivó con ahínco en el siglo XX y que ahora fermenta y lixivia con tal intensidad que sus adictos parecen empeñados en conseguir que ni siquiera las mujeres se libren del mal. Pero la película de Asif Kapadia me parece muy recomendable no por Maradona sino porque está está estupendamente contada su historia, porque tiene imágenes magníficamente seleccionadas y porque forma un díptico perfecto con Amy. Las dos comparten un dispositivo que solo usa imágenes originales prescindiendo de cualquier actualización con entrevistas o grabaciones posteriores. Como Maradona, Amy Winehouse también fue convertida en un juguete roto. Sin embargo, su muerte temprana y su magnífica música hacen que su historia resulte más emotiva y atractiva que la del futbolista. Así que Asif Kapadia, además de apostar por un formato coherente y atractivo, demuestra un notable compromiso ético con la denuncia de esa industrialización de los mitos mediáticos que no solo los destruye a ellos sino que corrompe a unas sociedades dispuestas a ensalzarlos y denostarlos sin límite ni piedad.

domingo, 7 de julio de 2019

Yesterday

de Danny Boyle. Reino Unido, 2019. 116.
7 de julio de 2019. Cines Parqueastur, Corvera.

Jack es un músico fracasado que una noche tiene un accidente. A él le atropella un autobús mientras el resto del mundo sufre un apagón durante doce segundos. Luego nadie sabrá que existieron los Beatles ni recordará sus canciones. Excepto Jack que tendrá un éxito fulgurante cantándolas como si fueran suyas.

La idea es sugerente y se hace interesante esa curiosa distopía sobre un mundo sin los Beatles. Pero solo hasta que la película escora hacia los derroteros propios de una historia de amor convencional. En todo caso Yesterday da que pensar sobre el papel de los Beatles en el mundo actual. ¿Qué habría sido del inglés sin ellos y sin aquella globalización pop que surgió con la televisión y con los megaconciertos de los años sesenta? ¿Sería ahora el inglés esa lengua fácticamente oficial que hace sentirse inferiores a los hablantes de otras? ¿Se aceptaría sin rechistar que las canciones en inglés jamas se subtitulen de no haber existido aquellos Beatles ecuménicos? Es lo que tiene vivir en un mundo lingüísticamente distópico. Que nadie se da cuenta.

jueves, 4 de julio de 2019

Desde el otro lado del charco

de Carlos Suárez, Isabel Suárez, Pablo Giménez. España, 2017. 90.
4 de julio de 2019. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas.

El proceso por delitos de lesa humanidad durante la dictadura argentina que emprendió el juez Garzón hace unos años tiene una segunda parte en la actual querella argentina contra los crímenes de la dictadura franquista.

El tema es el mismo que el de El silencio de otros, otro documental que tenía sus referentes trágicos en Extremadura y sus esperanzas judiciales en Argentina. Desde el otro lado del charco comparte con la película de Almudena Carracedo y Robert Bahar el compromiso con la memoria histórica. Los querellantes, como los propios directores, son aquí principalmente asturianos, aunque tampoco faltan testimonios tan relevantes (y dispares) como los del juez Garzón o el presidente Zapatero. En la película, y aún más en el intenso coloquio que siguió a la proyección, se hace una crítica a aquella transición política que apostó por una reconciliación sin reparación. En todo caso, el proceso amnésico español ya estaba en marcha desde antes (Max Aub lo pudo comprobar en su triste regreso desde México) y sigue caracterizando a un país cuyo Tribunal Constitucional ha certificado esta semana que el 155 es, más que nada, un mantra que sirve para perpetuar los despropósitos provocados por aquella otra sentencia de 2010. Un proceso este que no es mera respuesta al procés y que ha confirmado los temores expresados por Manuel Vicent en aquel lúcido artículo que publicó hace veinticinco años.

lunes, 1 de julio de 2019

Rembrandt

de Kat Mansoor. Reino Unido, 2019. 96’.
1 de julio de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

Una exposición en la National Gallery y en el Rijksmuseum sobre las últimas obras de Rembrandt sirve de motivo para este nueva entrega de Exhibition on Screen en la que se repasa la vida del pintor holandés y se comentan algunas de sus obras.

En una inesperada versión doblada y con el tono convencional que caracteriza a esta serie, el documental sobre Rembrandt tiene interés por las imágenes de algunos cuadros y por los comentarios sobre las técnicas del pintor holandés. También se hacen gratas las localizaciones de Amsterdam y Leiden que enmarcan el repaso biográfico. Desde luego este documental es mucho mejor que el que vimos en mayo sobre Leonardo, pero las maneras bastante clásicas que caracterizan a esta serie hacen que Rembrandt no haya recibido un trato tan magnífico como el que tuvo Caravaggio en el documental de Garces Lambert. Eso sí, estas proyecciones especiales sobre pintura tienen un público abundante y fiel. Una lástima que sea mayormente maduro, muy maduro.