miércoles, 29 de enero de 2025

Toxic

de Saulė Bliuvaitė. Lituania, 2024. 99.
29 de enero de 2025. Centro Polivalente Integrado de Lugones. V.O.S.

Marija y Kristina viven en las periferias industriales de Lituania, pero sueñan con ir a Japón o a Nueva York para trabajar como modelos. Una academia está captando a chicas jóvenes para aprovecharse de sus ilusiones. Así convencen a Marija de que la belleza de su rostro puede compensar su cojera y a Kristina de que podría llegar a tener las medidas perfectas si se pone a dieta. Ella lo intenta por todos los medios. Hasta con una tenia.

Ayer vimos en la Casa de Cultura Las chicas de la estación que mostraba la crudeza de las vidas de unas adolescentes en Mallorca. Hoy volvemos al mismo tema con esta historia Lituana que el MUSOC proyecta hoy en Lugones. Toxic retrata los riesgos que puede suponer la esperanza para unas adolescentes sin horizontes. Algo parecido a Las chicas de la estación, una historia, más mediterránea y luminosa, en la que era la ilusión lo que hacía aún más vulnerables a las protagonistas. La historia de Juana Macías quizá resulte más cautivadora y despierte más compasión que la de Saulè Bliuvaitè. En todo caso, la afinidad entre las dos películas es más temática que formal porque creo que Toxic interesará más a los devotos del cine independiente que al público socialmente comprometido. Así que el Leopardo de Oro en Locarno seguramente estaba premiando la atinada combinación entre la sordidez de lo mostrado y el cuidado en lo formal. Cada escena demuestra una notable atención a la composición de los planos y a la contención de los tiempos en esos lugares desolados (los vestuarios, las casas, los exteriores...) que resultan por igual repulsivos y magnéticos (como esa lombriz intestinal metafóricamente retratada en el plano cenital de la cola que forman las aspirantes a modelos). Asimismo, la exuberancia vegetal y los sonidos de las aves contrasta con esos no lugares postindustriales por los que deambulan las chicas. Hasta el punto de que esa confrontación entre lo (in)humano y lo natural me ha recordado algunas escenas (y sonidos) de La zona de interés, la magnífica película de Jonathan Glazer. Por ejemplo, la tarde del baño preambular, la escena de la pesca en el río o los sonidos que llegaban hasta el jardín de la casa. Toxic demuestra conocimiento de los dramas que acechan a la adolescencia femenina y fidelidad estética a la senda formal iniciada por los hermanos Dardenne en películas como Rosetta. Sin embargo, no sé si realmente consigue lo que pretende. O si pretende lo que consigue. Me refiero a ese difícil equilibrio entre las intenciones éticas y las propuestas estéticas.

martes, 28 de enero de 2025

Las chicas de la estación

de Juana Macías. España, 2024. 115.
28 de enero de 2025. Casa de la Cultura, Avilés.

Jara, Álex y Miranda son tres adolescentes que viven en un centro de menores compartiendo amistad y correrías. Ninguna de las tres puede contar con su familia para nada, pero se han propuesto conseguir dinero para asistir a un  concierto. Para ello se encuentran con adultos en los baños de una estación en citas concertadas. La chica que las organiza las lleva una noche a un chalet en el que un grupo de hombres busca sexo con menores. Otra noche Álex será violada por una manada. Será entonces cuando Jara haga caso al cuidador del centro de menores y se decida a declarar contra esos canallas.

La historia está basada en lo que les pasó realmente a unas chicas que vivían en un centro de menores de Mallorca. Las interpretaciones con las que se estrenan en el cine Salua Hadra, Julieta Tobio y María Steelman son sencillamente soberbias y el tono que Juana Macías ha decidido darle a la historia es perfecto. Hiperrealista en la cercanía con que contemplamos el ser y el estar de estas chicas y contenido en la forma de revelar la barbarie sin mostrar su truculencia. Quizá el título no le haga justicia a una película que retrata la vida de unas adolescentes a las que ni la familia (ausente) ni el Estado (insuficiente) protegen como deberían. La relación entre ellas es luminosa. Y también la que tienen con ese cuidador que es, para ellas, el único referente adulto dispuesto a entenderlas y protegerlas. Las chicas de la estación haría un estupendo tríptico con Las vidas de Grace, de Destin Cretton, y La maternal, de Pilar Palomero. Así que queda clara la calidad y pertinencia de una película que deberían ver muchos adultos. Por ejemplo, los que trabajan con adolescentes en los centros de menores y los profesores de secundaria.

lunes, 27 de enero de 2025

Los sueños de Pepe

de Pablo Trobo. Uruguay, 2024. 86’.
27 de enero de 2025. Filmin.

Palabras de Pepe Mujica en algunos discursos pronunciados en sus viajes. Principalmente los que hizo a Nueva York para intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas y también a Japón. Vemos momentos de esos viajes, el cariño con que la gente lo recibe y también algunas imágenes de su sencilla chacra.

La noticia de la retirada de Mujica de cualquier actividad pública para esperar sosegadamente final hacía más que recomendable ver ahora este documental. En realidad, parece tratarse de una primera parte, centrada principalmente en su militancia ambiental (Movimiento 2052), a la que quizá sigan otras. Sin embargo, el resultado no es el que merece la relevancia del protagonista. De hecho, solo ver la sencillez de sus maneras y escuchar la sensatez de sus palabras salvan una película en la que la adición de imágenes y la reiteración de músicas acaban confirmando que menos, es más. Así que me quedo con otras películas mejores sobre la trayectoria y el pensamiento de José Mujica. Por ejemplo, La noche de 12 años, de Álvaro Brechner, En el mismo barco, de Rudy Gnutti o incluso Frágil equilibrio, de Guillermo García López.

domingo, 26 de enero de 2025

Avant-Drag

de Fil Leropoulos. Grecia, 2024. 92.
26 de enero de 2025. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Retrato intermitente de diez artistas drag atenienses. Imágenes sincopadas de sus gestos y sus rostros. Y también una reivindicación del activismo urbano, del descaro frente las asperezas de una sociedad que no acepta la diversidad. 

Es curiosa la normalización de los cuerpos tatuados en negro (qué gran legitimador es el fútbol) y los recelos que aún provocan en algunos los maquillajes coloristas de otros. Avant-Drag nos muestra a unos personajes marginalmente gregarios que podrían recordar a esos seres periféricos y fellinianos que tan bien retratan las películas de Alice Rohrwacher (El país de las maravillas, Lazzaro feliz, La quimera). Por temática (y por los motivos por los que se programa en MUSOC) también tendría que ver con documentales tan estupendos como Lemebel, de Joanna Reposi Garibaldi o El viaje de Monalisa, de la también chilena Nicole Costa. Aunque esta propuesta griega no es tan interesante como aquellas otras.

sábado, 25 de enero de 2025

Flow. Un mundo que salvar

de Gints Zilbalodis. Letonia, 2024. 83.
25 de enero de 2025. Cines Parqueastur,  Corvera.

Un gato hiperrealista en un mundo distópico tras un apocalipsis hídrico. El agua está subiendo por todas partes y no hay rastro de los humanos en ese nuevo mundo inundado. Si acaso algunas ruinas vacías que sobresalen del agua. El gato consigue subirse a una barca a la deriva. A ella también llegarán un perro, una capibara, un lémur y un secretario. Juntos vivirán una epopeya en la que sobran las palabras.

Las imágenes son una delicia. Y más para quienes conocen y disfrutan con las maneras y gestos de las especies que aparecen. Verla esta tarde con muchos niños muy chicos en las butacas de atrás ha sido (inesperadamente) estupendo. Muchas preguntas a los padres, voces preocupadas y hasta algunos llantos acompañaron las cuitas de los tripulantes involuntarios de esa fascinante barca en la que no había ni rastro de Noé. Son dos horas de imágenes cautivadoras en las que Gints Zilbalodis dosifica muy bien el tránsito desde la verosimilitud etológica inicial hasta la solidaridad cooperativa de estos deliciosos zoonautas. Una maravilla recomendable para cualquier edad. Aunque los más chiquilines deberían verla cariñosamente acompañados por adultos dispuestos a dulcificar la experiencia.

The Brutalist

de Brady Corbet. EE.UU., 2024. 215’.
25 de enero de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Tras sobrevivir al Holocausto, Lázló Tóth consigue llegar a Nueva York para empezar una nueva vida. Su mujer y su sobrina siguen en Hungría buscando la forma de reunirse con él. Su único contacto es un primo que vive en Pensilvania y le ayuda en los primeros momentos. Por él conoce a Harrison Lee Van Buren, un potentado que, tras quedar impresionado por la biblioteca que le diseñó, le hace un encargo muy especial: un gran centro comunitario y ceremonial a la memoria de su madre. Y es que Lázló Tóth era un importante arquitecto húngaro, formado en la Bauhaus, con ambiciones estéticas afines a algunas derivas del movimiento moderno como la arquitectura brutalista.

Desde mi casa puedo ver los edificios de Niemeyer que se asoman a la ría y en los que rara es la semana que no voy al cine, al teatro o a ver alguna exposición. Y en las tardes del segundo semestre mis clases del máster de profesorado las doy en la facultad de Geológicas, un edificio que me encanta y que seguramente es el más importante exponente de la arquitectura brutalista en Asturias. Así que tenía muchas ganas de ver esta película desmesurada sobre un arquitecto éticamente dañado y estéticamente ambicioso. La verdad es que sus tres horas y media (con un oportuno intermedio) se hacen cortas en esta historia sobre arquitectura, capitalismo americano y ambición desmedida que también podría formar un interesante díptico con Pozos de ambición, la epopeya decimonónica de Paul Thomas Anderson. Por sus orígenes húngaros y por el antecedente de aquel otro judío no menos dañado que hizo inolvidable en El pianista, la película de Roman Polanski, está claro que debía ser Adrien Brody quien interpretara a este arquitecto. Pero Brady Corbet no solo acierta en eso. También en la construcción de una historia entre cuyas virtudes está un guion que da tiempo a las palabras, permitiendo que podamos degustar el ritmo sosegado de los diálogos. La banda sonora merecerá los premios que reciba porque le da a la historia el empaque que necesita un drama tan notable como el que nos presenta Corbet. Pero, además de la arquitectura y los personajes, en The brutalist late cierto interés por hacer protagonista al contexto histórico: la tragedia del Holocausto, que tanto ha marcado a ese matrimonio doblemente dañado, la aspereza del capitalismo norteamericano tras su victoria bélica, pero también el Estado de Israel, esa tierra prometida del sionismo que en la primera parte de la película parece peligrosamente fanática (es magnífica la escena de la cena en que la sobrina anuncia que irá allí con su marido), pero luego no tanto (sobre esto es muy recomendable ver Expediente Netanyahu, el estupendo documental de Alexis Bloom). Así que The brutalist también apunta alguna (quizá tímida) reflexión sobre el brutalismo moral de ese país que suele autodenominarse América, al que nosotros llamamos Estados Unidos (aunque ellos muchas veces dicen solo The States) y que, paradójicamente, alberga la sede de las Naciones Unidas (otro edificio que expresa los contrastes estéticos en el movimiento moderno entre Niemeyer y Le Corbusier). Así que Brady Corbet no solo nos ofrece tres horas y media de disfrute cinéfilo, sino una interesante agenda de temas históricos, estéticos y políticos sobre los que debatir.

martes, 21 de enero de 2025

The Walk

de Tamara Kotevska. Reino Unido, 2023. 80.
21 de enero de 2025. Teatro Auditorio, Pola de Siero. V.O.S.

Asil es una niña siria que perdió su hogar y su familia. Ahora espera en un centro de refugiados de Turquía que se localice a algún pariente o llegue a la mayoría de edad. Mientras tanto pone voz a Amal, una marioneta de más de tres metros que recorre Europa representando a niñas como Asil y contagiando esa sensación de miedo y esperanza que mueve a tantos refugiados.

La directora de Honeyland compone un documental poético que tiene su principal aliento en la expresiva figura de esa enorme niña de madera que inspira tanta ternura como compasión. Su paso por Éfeso, Grecia, el Vaticano, París y tantos otros lugares es una hermosa cabalgata cívica y reivindicativa que parece representar el alma del MUSOC, esta muestra de Cine Social y de Derechos Humanos que cada año (y ya van trece) lleva a los rincones de Asturias un cine comprometido con la ética y con la estética. Uno lamenta que el final de este bonito paseo sitúe el ombligo del mundo en Londres, la capital de ese país tan celoso de sus fronteras que consideró demasiado permeables las de Europa y decidió irse de ella. Pero me quedo con las palabras de esa niña que sabe definir tan bien lo que es un hogar: un sitio en el que viven las personas a las que uno quiere y en el que la azotea está llena de palomas. Sospecho que los destructores de viviendas en Gaza o los que las rapiñan aquí con sus fondos de inversión deben estar encantados con sus ombligos, pero nunca llegarán a entender a qué se refiere esa niña.

sábado, 18 de enero de 2025

Babygirl

de Halina Reijn. EE.UU., 2024. 114.
18 de enero de 2025. Cines Parqueastur,  Corvera.

Romy dirige una gran empresa de automatización del comercio y lleva una vida feliz con su marido y sus hijas. Sin embargo, siente que a su vida sexual le falta algo. Por ejemplo, llegar al orgasmo disfrutando con la sumisión. Y eso es lo que le atrae de un becario que acaba de llegar a la empresa. Un joven capaz de ponerla a sus pies.

Jeff dirige una gran empresa de automatización del comercio y lleva una vida feliz con su esposa y sus hijos. Sin embargo, siente que a su vida sexual le falta algo. Por ejemplo, llegar al orgasmo disfrutando con la sumisión. Y eso es lo que le atrae de una becaria que acaba de llegar a la empresa. Una joven capaz de ponerlo a sus pies. No viene mal dar la vuelta a las situaciones para revelar el imaginario de algunas historias. Por ejemplo, la de esta mujer que ha llegado a lo más alto de la escala empresarial testosterónica y, para compensarlo, parece estar pidiendo a gritos que la sometan (¿será eso lo que les pasa a Elon y demás evangelistas trumpianos?) La truculencia sexual ha dado muy buenas películas en la historia del cine (por ejemplo, algunas de Pasolini, Bertolucci, Buñuel o Berlanga), pero este no es el caso. El desarrollo de esta historia, pretendidamente tórrida, tiene momentos sonrojantes, pero ninguno tan lamentable como ese final doble en el que el marido consigue llevar al orgasmo a la jefa haciéndola gritar como una perra, a la vez que vemos a una perra obedeciendo feliz al becario.

viernes, 17 de enero de 2025

El enemigo de las rubias

de Alfred Hitchcock. Reino Unido, 2027. 92’.
17 de enero de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. Con acompañamiento al piano.

En Londres hay un asesino en serie que mata mujeres rubias y deja su nombre: el Vengador. El temor hace que levante sospechas un extraño joven que  ha alquilado una habitación en casa de un matrimonio mayor. Sobre todo, cuando su hija, que es la novia de un detective, se siente atraída por él.

Hace casi un siglo Hitchcock ya se asomaba al thriller y filmaba con elegancia historias con mujeres rubias en las que ponía de manifiesto que lo más peligroso pueden ser, a veces, los prejuicios de la gente. Es verdad que en sus inicios este género es menos agradecido para el espectador que las películas más animadas o con más comicidad. Quizá porque en las historias detectivescas nos hemos acostumbrado a una complejidad que no podía existir cuando el cine no tenía palabras. De todas formas, igual que en El hombre mosca, el acompañamiento al piano con las improvisaciones perfectas de César Latorre ha hecho que la sesión de esta tarde haya sido, otra vez, una experiencia memorable.

domingo, 12 de enero de 2025

Dahomey

de Mati Diop. Senegal, 2024. 67.
12 de enero de 2025. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Veintiséis piezas del Museo del Quai Branly (el de las artes y civilizaciones primitivas de África, Asia, Oceanía y América -también llamado Jacques Chirac-) salen de París rumbo a la República de Benín, lugar del reino de Dahomey del que, junto con otros centenares o miles de tesoros, fueron espoliados en 1892 por los franceses. Vemos la forma en que son embalados, la manera en que se reciben en Benín y también el debate entre los estudiantes de la universidad de Abomey-Calavi sobre el significado de ese regreso. Y también escuchamos la voz de una de las esculturas. La que lleva el número veintiséis.

El próximo año cumplirá veinte el último de los grandes museos parisinos. El que diseñó Jean Nouvel. Imagino que será un aniversario incómodo y, seguramente, no sería esa la temática de ese edificio se hubiera construido ahora. Dahomey es, en este sentido, un alegato descolonizador que, dando voz a uno de los objetos espoliados, reivindica la identidad y la memoria de los pueblos colonizados. Las imágenes son sobrias, con un acompañamiento sonoro notable y elegante. Pero formalmente el primer tramo recuerda a esas películas de museos empeñadas en destacar la pulcritud de la logística de los traslados de las obras de arte. La llegada al palacio presidencial y la instalación en las nuevas vitrinas dan que pensar sobre si el viaje de regreso a África no habrá terminado en el mismo tipo de entorno del que salieron esas obras. Por suerte, en el debate entre los jóvenes universitarios africanos (lo mejor de la película) se plantean este tipo de cuestiones. Y también lo que supone que hasta el discurso descolonizador de esos jóvenes haya de ser expresado en francés. Dahomey es una película sobria y necesaria. Pero, para abordar este tema, resulta mucho más penetrante e interesante Huaco retrato, la magnífica novela autoficcional de la escritora peruana Gabriela Wiener.

viernes, 10 de enero de 2025

Las vidas de Sing Sing

de Greg Kwedar. EE.UU., 2023. 105’.
10 de enero de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Un grupo de reclusos hacen teatro en la cárcel de Sing Sing. Con mucha pasión forman un grupo autogestionado que no tiene problema en integrar a otros internos que manifiestan mucho carácter en el patio. 

Imposible no pensar en la UTE de la cárcel de Villabona. En las decenas de alumnos que llevábamos cada año y que, ya adultos, no habrán olvidado aquella mañana en que, con el objetivo de inmunizarlos contra las drogas, quizá también se les inoculó un poco de empatía y se les vacunó contra la intolerancia. También recuerdo los momentos en que fuimos anfitriones en el instituto y a nuestro salón de actos vinieron los de Villabona para mostrarnos otras vidas desde un modesto escenario. Sobre las virtudes humanizadoras y educativas del teatro he escrito alguna cosa. También sobre otras películas que, como esta, hacen de una cárcel un espacio propicio para el teatro (pienso, por ejemplo, en César debe morir, de los hermanos Taviani, o El triunfo, de Emmanuel Courcol).  La pega que le iba a poner a Greg Kwedar es que, más allá del ritmo moroso de película, las interpretaciones de esos internos que actuaban me parecían demasiado perfectas, más actorales que verosímiles. Sin embargo, en los títulos de crédito comprobé que no eran actores haciendo de reclusos que se redimían interpretando, sino que las vidas que vemos en la pantalla son las de ellos mismos, las de unos reclusos reales que, seguramente en más de un sentido, habrán sido liberados por el teatro.

A Real Pain

de Jesse Eisenberg. EE.UU., 2024. 89’.
10 de enero de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Tras la muerte de su abuela, dos primos viajan a Polonia para conocer dónde vivió antes de escapar del Holocausto. Uno de ellos vive en Nueva York con su mujer y su hijo, el otro lleva una vida menos previsible en otra ciudad. El primero es serio y responsable. El segundo a veces es muy impertinente y otras muy encantador. Los dos se incorporan a un tour en el que visitan Varsovia, Lublin y alguno de los campos en los que murieron miles de judíos.

Por momentos podría recordar a las películas viajeras de Michael Winterbottomn. Sobre todo, por esa impecable combinación entre el interés de los entornos y los contrastes entre los personajes. Y en eso también podría recordar a la contenida, pero estupenda Good One, la opera prima de India Donaldson que vimos en noviembre en el festival de Gijón. En A Real Pain también hay una sosegada reflexión sobre la turistificación de los lugares de la memoria. Para quienes los visitan en Polonia y para los que prefieren no hacerlo me parecen muy recomendables dos películas que, de forma muy distinta, utilizan magistralmente el fuera de campo. Me refiero a El hijo de Saul de László Nemes y a La zona de interés de Jonathan Glazer.

lunes, 6 de enero de 2025

Israelismo

de Erin Axelman y Sam Eilertsen. EE.UU., 2023. 84’.
6 de enero de 2025. Filmin. V.O.S.

Israel visto desde las comunidades judías de Estados Unidos. Las estancias juveniles en aquel país como forma de cooptación de su ejército. Aunque algunos han abierto los ojos allí y han visto que los nietos de las víctimas también pueden convertirse en victimarios y practicar el apartheid. Es el caso de Eitan, que sintió vergüenza colaborando con el ejército israelí y se ha atrevido a contar sus experiencias. O de Simone Zimmerman, una joven que, desde las comunidades judías universitarias de Estados Unidos, se ha convertido en activista en favor de los derechos de los palestinos.

Habla solo un momento, pero da gusto ver también a Chomsky en este documental en el que no sé qué da más miedo, si la normalidad con que Israel gestiona sus guetos palestinos o la forma en que el militarismo es un incentivo juvenil para los norteamericanos. A pesar de todo, como señalaba en la reseña de Expediente Netanyahu, todavía hay motivos para la esperanza si entre los jóvenes judíos de las universidades estadounidenses se sigue fortaleciendo ese movimiento civilizatorio que se atreve a defender lo obvio: que ningún israelí debería sentirse digno si disfruta de derechos que no tienen los palestinos.

domingo, 5 de enero de 2025

Queer

de Luca Guadagnino. Italia, 2024. 135’.
5 de enero de 2025. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

William Lee es un gringo que deambula por bares y garitos de Ciudad de México y se deja cautivar por la belleza masculina. Como la de Eugene Allerton, un joven con el que tendrá una relación sexual y viajera. Incluso hasta la selva en la que busca a una doctora que le pueda facilitar la planta de la infinita telepatía y los viajes más radicales.

Hay que reconocer que Daniel Craig está estupendo en el papel de este dandi que comienza de punta en blanco y termina tan alucinado como desastrado. La fotografía y la ambientación pretende ser entre postalera y surrealista, mostrando una Latinoamérica cromáticamente cálida y siempre disponible para los placeres, físicos, químicos y vegetales. Sin embargo, la historia, que en su tramo final podría tener hasta resonancias de Un perro andaluz, se hace bastante morosa, aunque por contra, a veces parece sincopada. Por lo demás, la enunciación de sus tres capítulos ("¿Te gusta México?", "Compañeros de viaje" y "La botánica de la selva") y un epílogo ("Dos años después") no aporta mucho a una estructura que promete más de lo que ofrece. Es como si esta última película de Guadagnino tuviera mucha intensidad visual y sonora, pero un relato descuidado. Justo lo que le pasa también a Parthenope, la última de su compatriota Sorrentino.

sábado, 4 de enero de 2025

Expediente Netanyahu

de Alexis Bloom. EE.UU., 2024. 113’.
4 de enero de 2025. Filmin. V.O.S.

Imágenes originales de los interrogatorios de Benjamin Netanyahu por sus actividades ilícitas. Él responde malamente (y de mala manera) a lo que le preguntan. También son interrogados su mujer y su hijo, a cuál más radical y engreído. Las imágenes se van intercalando con declaraciones de periodistas y analistas que muestran la catadura moral y política del personaje y la forma en que utiliza la guerra para escapar de sus procesos penales por corrupción. También vemos instantes de aquel terrible 7 de octubre. Y de los muchos sietes de octubre que desde entonces el ejército de Israel está perpetrando en Gaza. El contrapunto a las acciones de ese gobernante y ese Estado genocida lo ponen los familiares de las secuestrados israelíes en Gaza, a quienes también vemos encararse a algunos sionistas borrachos de barbarie. Y también lo pone la sensatez de esa chica israelí de veinte años que habla sosegadamente a la cámara recordando el horror de aquel día en que perdió a noventa vecinos, pero también la masacre y el horror que están sufriendo desde entonces sus otros vecinos. Los de Gaza.

Benjamin Netanyahu investigado en Israel. Pero no detenido por sus crímenes de guerra y lesa humanidad, como ha ordenado la Corte Penal Internacional, sino interrogado por diversos actos de corrupción. Que las imágenes de esos interrogatorios hayan sido grabadas por las propias instancias policiales o judiciales hace más impresionante contemplar la soberbia y chulería de una familia que, en su forma de entender el poder, poca diferencia tendrá con sus análogos de Corea del Norte. Mientras se ve el documental, las vienen constantemente a la mente simetrías con otros belicismos totalitarios y parecen muy lejanos los tiempos en que el Likud era un partido peligroso, pero aún minoritario. Una de los momentos más obscenos y reveladores de este documental es el del discurso de Netanyahu ante los congresistas norteamericanos y la forma en que sus soflamas más salvajes se ven acompañadas por los encendidos aplausos de unos parlamentarios puestos inmediatamente en pie. Son imágenes casi idénticas a aquellas otras en blanco y negro en las que los uniformados respondían con idénticos resortes a las furias belicistas de Hitler. Así que da mucho asco presenciar las maneras de ese tipo tan peligroso en la sala de interrogatorios y en sus actos públicos. Por contra, alivia escuchar las declaraciones sinceras y sosegadas de esa chica israelí que vivió aquel 7 de octubre en su kibutz y habla con tanta lucidez de Netanyahu y de la situación en Gaza. Pensar que en Israel aún hay gente así aviva un poco la esperanza.

viernes, 3 de enero de 2025

Hereje

de Scott Beck y Bryan Woods. EE.UU., 2024. 110.
3 de enero de 2025. Cines Parqueastur, Corvera.

Dos jóvenes mormonas han quedado para visitar la casa de un hombre y hablarle de su fe. El señor Reed las recibe amable y sonriente, pero no solo las escucha. También les propone desafíos de inspiración teológica que hacen de la casa un peligroso laberinto.

Si hay terror en este Hereje es más de atmósferas y diálogos que de monstruos y sustos. El guion tiene interés y, con más o menos acierto, pretende tomarse en serio el escalafón entre las grandes religiones monoteístas. El protagonista es un tipo que parece disfrutar o padecer una suerte ateísmo dislocado que se toma tan en serio a las religiones que exige a esas incautas llevar al límite la razón de su fe o su fe en la razón. Y para ello nadie mejor que un Hugh Grant que le saca un sorprendente (e inquietante) partido a su clásica bonhomía y a su afable gestualidad. Quizá lo mejor de la película esté, por tanto, en su interpretación y en la cerrazón de ese espacio que es casi metáfora de la de un ateísmo rancio o un fideísmo peligrosamente naif. Sin embargo, más allá del juego narrativo y de las truculencias finales, no acaba de quedar claro si Scott Beck y Bryan Woods quieren cuestionar a los que se recrean en la razón razonadora o a los que creen porque es absurdo. Aunque también puede ser que, igual que el señor Reed, solo pretendan jugar con los dos.

jueves, 2 de enero de 2025

Verano en diciembre

de Carolina África. España, 2024. 97.
2 de enero de 2025. Centro Niemeyer, Avilés.  V.O.S.

Teresa tiene cuatro hijas muy intensas y distintas. Aunque una vive en Buenos Aires, todas tienen mucha relación entre ellas y con su madre. También con la abuela, una anciana deliciosamente senil.

Por el tráiler creí que iba a ser una comedia costumbrista llena de chascarrillos y gracietas. También pensé que este grupo femenino viajaría a Buenos Aires para pasar la Navidad. Pero nada de eso. No hay estancia porteña ni risas sin sustancia. Todo lo contrario, hay una historia que mantiene un equilibrio perfecto entre la ternura y las frustraciones, entre las pequeñas locuras cotidianas y esas frases hechas muy captadas por Carolina África y de las que sacan oro las magníficas interpretaciones de Carmen Machi (esa madre estupenda), Barbara Lennie, Victoria Luengo, Irene Escolar, Beatriz Grimaldos (esas hermanas encantadoramente distintas) y Lola Cordón (esa abuela tan bien acompañada en su neblina mental). Debo reconocer que la versión teatral de esta historia no me había gustado tanto. Pero creo que, en parte, fue por la inmediata entrega de un público que reía y aplaudía a rabiar. Así que este Verano en diciembre ha sido un bonito regalo para comenzar en el Niemeyer un nuevo año de cine.