domingo, 31 de marzo de 2013

Días de pesca en Patagonia

de Carlos Sorín. Argentina, 2012. 80’.
31 de marzo de 2013. Cines Renoir Plaza de España, Madrid.

Puerto Deseado es el lugar de la Patagonia en el que Marco, un viajante de una empresa de rodamientos, intenta  dar un giro a su vida y dejar atrás sus problemas con el alcohol. La pesca de tiburones, en la que trata de iniciarse, y la relación con su hija, que intenta recuperar, son sus afanes en esos días de placidez austral. 

Tras la inquietante El gato desaparece y la sugerente La ventana, Carlos Sorín nos lleva de nuevo por una carretera hacia el sur para contarnos otra historia mínima pero imprescindible. En esta ocasión la de un hombre maduro que busca tiempos más pacíficos que los que ha debido dejar atrás. Los fracasos en su primer intento de pescar tiburones y en su primera tentativa de recuperar el afecto de su hija no parecen haber dañado su corazón y así la película puede terminar con cierta esperanza. Sorín cuenta muy poco, pero sugiere mucho. La eficiencia sentimental de su cine es máxima. Apenas unos encuadres perfectos (la ventanilla del coche, la carretera hacia el sur, el mar en Puerto Deseado…) y unos retazos de vidas (el entrenador y la boxeadora, los trotamundos colombianos, la hija y el nieto…) hacen que uno quisiera saber mucho más de esos lugares y de esas personas. Y desee que le vaya bien a ese hombre que deberá aprender a pescar tiburones y a ser feliz en el sur.

sábado, 30 de marzo de 2013

Los Croods

de Kirk De Micco y Chris Sanders. EE.UU., 2013. 90’.
29 de marzo de 2013. Cines Principe Pío, Madrid. 3D

Una familia prehistórica, con un padre tan protector como temeroso de las innovaciones, abandona su cueva y busca una nueva vida fuera de ella.

La evocación del mito de la caverna (la cueva, la búsqueda del fuego, la luz salvadora…) o las impresionantes imágenes en 3D de esta familia que deja atrás terremotos y avanza hacia paraísos, serían buenas razones para ver esta película. Pero, como le pasa al padre de esta historia con su hija, mi principal motivación para verla ha sido el empeño de Ángela. Tras salir juntos de la cueva de Barceló parecía justo acompañarla a la de Los Croods. Una peli más de las muchas que hemos disfrutado juntos desde aquella tarde en que entró conmigo en un cine para ver Tarzán, su primera película.

viernes, 29 de marzo de 2013

El cuaderno de barro

de Isaki Lacuesta. España, 2011. 60’.
29 de marzo de 2013. Sala Berlanga, Madrid. V.O.S.

Junto al coreógrafo y bailarín Josef Nadj, Miquel Barceló ejecuta la performance “Paso doble”, en la que los dos brotan, golpean, moldean y desaparecen en un escenario de arcilla. El sorprendido público son los propios habitantes de Gogolí, que tanto aprecian a su vecino Miquel.

De su colaboración con Miquel Barceló en Mali, Isaki Lacuesta se trajo dos películas: Los pasos dobles y El cuaderno de barro. La primera es (más o menos) una ficción que solo se salva por las imágenes de Barceló y en la que uno se pregunta qué llevó al artista a aparecer en esa extraña historia. La segunda es este interesante documental que da respuesta a esa pregunta y hasta explica el título de aquella película. Barceló y su contexto africano llenan las magnéticas imágenes de una hora de cine que se hace muy corta. Los gestos y los sonidos de la ejecución de la performarce se alternan con las imágenes sobre su preparación y con otros momentos en los que Barceló aparece conversando o trabajando. El diálogo inicial sobre la sirena y el delfín, el encuentro entre el artista y su modelo albino o la reflexión final de Barceló mientras pinta en la cueva, justifican sobradamente la presencia de la cámara de Isaki Lacuesta al lado del artista. Su mirada es aquí tan oportuna como parecía en las otras obras que había visto de él: La leyenda del tiempo, que tan bien evoca otro entorno (Cádiz) y otro artista (Camarón) y In between days, aquellas cartas que intercambió con Naomi Kawasi en las interesantes correspondencias fílmicas que pudimos ver hace poco más de un año en el CCCB.

miércoles, 27 de marzo de 2013

El bosque

de Óscar Aibar. España, 2012. 98’.
26 de marzo de 2013. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

En 1916, cuando Ramón era niño, su padre le hizo prometer que no se adentraría en el bosque en las noches en que aparece una extraña bola de luz. Veinte años después, casado y con una hija, no le queda más remedio que incumplir la promesa y desaparecer en esa luz. Pero Ramón promete volver.

Y lo hace. Por San Blas y por San Lorenzo aparecen las luces entre los árboles y Ramón puede regresar por unas horas de ese otro mundo en el que se esconde mientras dura la guerra. El bosque es la extraña historia de un maquis inverso, un agricultor de derechas que ha de ocultarse de los anarquistas de su pueblo en el Bajo Aragón. Unos pocos árboles insulares que el arado respeta son la entrada y la salida a ese otro mundo feliz en el que, según cuenta, le acoge en su casa el señor Besugo. Con un catalán de acento fronterizo y unos personajes que recuerdan la dureza de los de aquel magnífico Pan negro, esta historia sobre la retaguardia en la Guerra Civil no sería muy especial si no fuera por el contrapunto mágico de esas luces que anuncian otro mundo que parece perfecto. Pero al final de la historia el señor Besugo también tendrá que buscar refugio en casa de Ramón. Y es que hasta los mundos perfectos también sufren guerras.

domingo, 24 de marzo de 2013

Un asunto real

de Nikolaj Arcel. Dinamarca, 2012. 137’.
23 de marzo de 2013. Cines Marta, Avilés.

Carolina Matilde, una culta y refinada princesa inglesa, se convierte en reina de Dinamarca al casarse en 1766 con Christian VII, un rey perturbado que está sometido a los manejos de sus consejeros. Hasta que conoce a Johann Friedrich Struensee, un médico alemán de ideas ilustradas que se convierte en su hombre fuerte y que acaba intimando con la reina. Las reformas progresistas que emprende Struensee se verán truncadas por una conspiración reaccionaria que le lleva a él al patíbulo y a la reina al exilio.

Como la Maria Antonieta de Sofía Coppola, esta es la historia de una princesa que abandona su país para ser reina en otro.
En aquella esteticista película el contexto histórico y político del siglo XVIII era solo un trasfondo borroso. Pero en Un asunto real ese contexto es tan central como el triángulo afectivo compuesto por un rey desquiciado y desvalido, una reina lúcida y enamorada y un ilustrado que sabe amar a la reina y tutelar al rey. Lo mejor de esta película es su aleccionadora aproximación a aquel tiempo histórico en el que las ideas sobre lo que debería ser el futuro se enfrentaban con las fuerzas empeñadas en conservar los privilegios del pasado. Lo peor es que esta buena película parece describir también la verdadera naturaleza de muchas intrigas del presente (la que condenó a Garzón al ostracismo, la de quienes protegen a los corruptos y obedecen a una alemana nada ilustrada, o -más cerca de aquí- la de aquel gobierno canalla que se empeñó en destruir el Centro Niemeyer, la de quienes hoy acosan a la UTE y tantas otras más). Y es que esa pugna entre los esfuerzos de inspiración ilustrada por mejorar la realidad y los ataques de esos reaccionarios que disfrutan destruyendo lo logrado sigue siendo hoy un asunto real.

viernes, 22 de marzo de 2013

Ralph König, el rey de los comics

de Rosa von Praunheim. Alemania, 2012. 80’.
21 de marzo de 2013. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Ralph König es un célebre dibujante de comics de temática homosexual. Este documental repasa su vida y su obra. En las dos está muy presente su orientación sexual.

Su habilidad para leer en público sus propias viñetas poniéndoles voces muy apropiadas es seguramente lo único que puede hacer que esta película interese a alguien más que a sus seguidores.

jueves, 21 de marzo de 2013

No

de Pablo Larraín. Chile, 2012. 116’.
20 de marzo de 2013. Cines Marta, Avilés.

La campaña televisiva por el no a Pinochet en el plebiscito de 1988 era muy difícil. Pero aquellos quince minutos diarios eran la oportunidad para terminar con quince años de dictadura. Ese es el reto que asume René Saavedra, el publicista que inspira la campaña.

“Chile, la alegría ya viene” fue el lema que derribó a Pinochet hace veinticinco años. El personaje que interpreta Gael García Bernal consigue centrar el mensaje por el no en clave netamente optimista y descentrar la confianza de la dictadura en mantenerse (con alguna legitimidad) en el poder. Esa pugna televisiva conforma casi un thriller que, aún sabiendo que acaba bien, se sigue con interés. La textura de las imágenes es deliberadamente vieja y televisiva para que las secuencias reales de aquella campaña encajen perfectamente con las de esta ficción. En política no basta con tener razón, hay que tener también habilidad. El reciente Lincoln de Spielberg lo ponía de manifiesto mostrando cómo se manejan los resortes del poder. Este No de Larraín analiza esa periferia de la política en la que un buen diseño de los mensajes en los medios puede ser crucial para convencer y vencer. Y en el caso de aquel Chile, para acabar con el mal.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Reality

de Matteo Garrone. Italia, 2012. 115’.
19 de marzo de 2013. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Luciano es un napolitano simpático y feliz. Su familia y su pescadería son todo para él. Hasta que participa en un casting para Gran Hermano y la obsesión por ser seleccionado acaba por volverle loco.

La película se abre con un largo plano aéreo de Nápoles que nos lleva hasta un lujoso palacio en el que se celebra una boda. Y se cierra con otro plano aéreo que nos saca de la lujosa casa de Gran Hermano en los estudios Cinecittà de Roma. En medio, la vida de este Luciano al que el sueño de la fama le hace sentirse vigilado cuando está en su entorno y libre cuando por fin entra en esa casa. Alienación en estado puro. De eso parece tratar esta película que podría ser una metáfora de esa Italia berlusconizada que, como Luciano, puede quedar fascinada por un grillo. Aunque es más lineal y parece menos dramática, Reality comparte con Gomorra la naturalidad de los escenarios y los personajes. En lo coral y lo barroco de algunas escenas casi recuerda a Fellini. Sea por lo que cuenta (literal o metafóricamente) o por la habilidad con que Garrone pone y mueve la cámara en esos planos largos y bien construidos, lo cierto es que se hace agradable contemplar este Reality.

domingo, 17 de marzo de 2013

Las flores de la guerra

de Zhang Yimou. China, 2011. 146’.
16 de marzo de 2013. Cines Los Prados, Oviedo.

En medio del asedio japonés a la ciudad china de Nankin, John, un maquillador de cadáveres norteamericano con pinta de personaje de Johnny Depp, llega a una iglesia en la que viven catorce adolescentes y en la que también buscan refugio catorce jóvenes prostitutas. La presión de los japoneses sobre la iglesia dará lugar a uno de los dramas históricos más memorables para el pueblo chino. Con la ayuda de John, que acaba pareciendo uno de los personajes heroicos de Clint Eastwood, doce de las niñas conseguirán escapar del horror. El sacrificio de las jóvenes prostitutas será el precio de la salvación de esas vírgenes.

El cine me ha enseñado muchos hechos históricos que ignoraba. Entre los más impresionantes, dos de las mayores masacres sobre población civil cometidas en un solo lugar y en una sola batalla. Por el interesantísimo documental Level Five, del recientemente fallecido Chris Marker, pude saber del horror sufrido por la población durante la batalla de Okinawa en la que murieron 150.000 civiles (un tercio de los habitantes de la isla), muchos de ellos en suicidios colectivos. La magistral Ciudad de vida y muerte, de Lu Chuan, me hizo consciente de la magnitud del genocidio de 1937 en la ciudad de Nankin, en cuyo asedio murieron 250.000 civiles. Esas dos películas, además de ser testimonios de gran valor ético, son obras mayores en la historia del cine en sus respectivos modos narrativos: Level Five como investigación documental y Ciudad de vida y muerte como epopeya bélica. Las imágenes en blanco y negro de la masacre de Nankin según Lu Chuan quedan para mi a la altura moral y estética de alegatos tan mayúsculos como Senderos de gloria o Salvar al soldado Ryan. Lamentablemente, igual que le sucede a los hechos narrados, esa magnífica película (quizá por su dureza) no ha tenido ni la difusión ni el impacto en el imaginario cinematográfico de esas obras mayores de directores tan consagrados como Kubrick o Spielberg. Por eso lamento que el también consagrado Zhang Yimou vuelva sobre esos hechos históricos para acabar reduciéndolos a un vistoso melodrama heroico que quizá busque conectar con el fervor patriótico del público chino usando claves narrativas de éxito en los productos de consumo occidental. Zhang Yimou me ha hecho disfrutar mucho en el cine (hace solo unos meses con su intimista Amor bajo el espino blanco), pero esta vez siento que esta superproducción suya (por lo demás, tan correcta como cabe esperar de él) postergue aún más la imprescindible mirada que aportó su compatriota Lu Chuan sobre aquellos hechos históricos.

sábado, 16 de marzo de 2013

Volar

de Carla Subirana. España, 2012. 80’.
15 de marzo de 2013. Centro Niemeyer, Avilés.

La instrucción de los cadetes en la Academia del Ejercito del Aire de San Javier es el tema de este documental en el que se combinan imágenes de la ordenada vida cotidiana en tierra con la sensación de libertad que da pilotar un avión en ese territorio limítrofe entre la tierra, el cielo y el mar.

La transformación, la espera, volar y el territorio, son las partes en que se estructura este documental, el primero hecho en España sobre la vida castrense con propósitos exclusivamente cinematográficos. La mirada de Carla Subirana es naturalista y neutra, pero atenta a los detalles. Así el espectador puede contemplar no solo los cambios en esos jóvenes durante su formación, sino también los de un ejército que incorpora a las mujeres con aparente normalidad y que recuerda a los cadetes la importancia de cumplir con el deber porque quien paga su formación es el pueblo español. Aunque tampoco se oculta que las armas más novedosas están diseñadas para herir y no para matar porque eso es más costoso y desmoralizador para el adversario (al que ya no se llama enemigo). La directora presentó la película y explicó algunos detalles en el coloquio posterior. Por ejemplo, que tuvo total libertad para filmar pero que debió hacerlo en tiempo real, sin preparación previa de las escenas y sin conocer antes el lugar. Por eso el montaje a partir de las cien horas de filmación resultó fundamental para definir el resultado. Seguramente eso explica ese oportuno punto intermedio en la mirada sobre los cadetes, a los que no acabamos de identificar del todo como personajes definidos, pero que tampoco nos resultan anónimos e intercambiables. Será interesante ver en algún momento Nadar, la película anterior de Carla Subirana, y esperar a lo que haga después del infinitivo al que, según dijo, se va a dedicar ahora: descansar.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Hasta la vista

de Geoffrey Enthoven. Bélgica, 2011. 109’.
12 de marzo de 2013. Casa de la Cultura, Avilés.

Tres veinteañeros belgas organizan un viaje a España decididos a perder su virginidad. El proyecto de ese grupo compuesto por un líder algo macarra, un rubio guaperas y un friki enamoradizo no resultaría muy especial si no fuera porque son además un tetrapléjico, un enfermo terminal y un ciego.

Sin esas minusvalías la historia se parecería a las de tantos jóvenes nórdicos que vienen a lo que vienen. Lo que la hace singular es la voluntad de combinar la normalidad de sus deseos con lo especial de sus circunstancias. Aunque da cierto juego el contrapunto de esa Claude que les conduce y cuida como un ángel de la guarda, un guión con demasiados resortes previsibles en busca de sonrisas y emociones no ayuda a que la película sea algo más que una historia entretenida.

lunes, 11 de marzo de 2013

Novias - Madrinas - 15 años

de Diego Levy y Pablo Levy. Argentina, 2011. 60’.
10 de Marzo de 2013. Centro Niemeyer, Avilés.

En el 412 de la calle Azcuénaga del barrio de Once, en Buenos Aires, está Kreal, una sedería que vende telas para hacer vestidos de novias, madrinas y quinceañeras. Allí trabajan Antonio, Pablo, Levy, Alberto, Ricardo y Andrés, unos vendedores maduros a los que vemos tratar con las clientes y que nos cuentan, mirando a la cámara delante de sus telas, cómo ven su oficio y sus relaciones.

Diego y Pablo Levy son dos artesanos del cine que hace unas semanas nos demostraron en el Niemeyer su buen hacer con Masterplan, una ficción en la que los diálogos intrascendentes y los encuadres sugerentes hacían tan importantes las cuitas de Mariano Cohen. En este documental anterior, no menos artesanal, sitúan su oportuna mirada y su cámara atenta en la tienda del Negro Levy (por tanto, casi seguro que en su propio entorno familiar) y nos muestran un universo humano fascinante que quintaesencia tantos negocios porteños en los que los profesionales que atienden al público son siempre varones de la edad tardía. Ver vender a quien sabe hacerlo y ver comprar a quien se deja seducir es siempre un placer. Pero si con lo que se comercia es con telas de colores, con diferentes tactos y caídas, la mirada de los Levy es un regalo que, además, nos permite espiar la tienda y la trastienda de esas vidas sencillas y nobles. El infeliz indigente que acababa marcándose un baile al final de Masterplan es aquí Andrés, el empleado que no vende pero que demuestra que en universos humanos como el de esa sedería todos son importantes. Ojalá que en el Niemeyer sigamos viendo tan buen cine argentino. La vida auténtica porteña de esa tienda de Once me hace recordar TV Utopía, otro documental en el que Sebastián Deus rememoraba un tiempo de la vida en Caballito, otro barrio de Buenos Aires, y que pudimos disfrutar en julio del año pasado en el Centro Cultural de la Cooperación, en la Avenida Corrientes. Así que estamos encantados de poder ver, al lado de casa, el buen hacer de cineastas argentinos con miradas tan originales como la de los Levy.

domingo, 10 de marzo de 2013

Dos días en Nueva York

de Julie Delpy. Francia, 2011. 95’.
9 de Marzo de 2013. Cines Marta, Avilés.

La familia francesa de Marion viene a visitarla a Nueva York.  El trío formado por su padre, su hermana y un antiguo novio rompen su agradable vida familiar con Mingus y hacen que esos dos días parezcan demasiado.

El buen recuerdo de películas como Antes del amanecer y Antes del atardecer, en las que Julie Delpy era protagonista, o de la estupenda El Skylab, en la que además era guionista y directora, invitaba a esperar que las críticas estuvieran equivocadas y que estos Dos días en Nueva York al menos estuvieran a la altura de aquellos Dos días en París que también dirigió y protagonizó hace unos años. Por desgracia no es así. Hay demasiados tópicos sobre la familia y las diferencias culturales entre lo francés y lo norteamericano en esta historia en la que lo único que llego a compartir con Marion son las ganas de que su familia se vaya cuanto antes.

viernes, 8 de marzo de 2013

El molino y la cruz

de Lech Majewski. Polonia, 2010. 92’.
7 de marzo de 2013. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

El “Camino del calvario” de Brueghel muestra un momento de la pasión de Cristo en un paisaje de Flandes. La película retrata la vida cotidiana de algunos de los personajes del cuadro durante la jornada en que el pintor estructura la obra.

Los cuadros de Brueghel invitan a mirar detenidamente a cada uno de sus personajes e imaginar cómo serían sus vidas. Eso hace esta película, casi muda, a través de una sucesión de estampas cautivadoras que van desde el amanecer del día de la escena a la mañana del día siguiente. Es, por tanto, una hermosa obra sobre la intrahistoria de ese lugar en ese momento. Y también un oportuno retrato sobre la vida en ese tiempo de la historia de la técnica que Ortega llamó del artesano y Mumford eotécnica. Pero Majewski quiere incluir muchas más cosas en su película: las reflexiones del pintor mientras esboza el cuadro, la represión española en el contexto de las pugnas religiosas del siglo XVI y hasta la propia muerte de Jesucristo. Y es una lástima, porque la película habría estado muy bien si terminara cuando la cámara asciende hasta ese molinero cuasidivino capaz de detener el tiempo para que el pintor fije el instante en su cuadro. Lamentablemente el director decide que el tiempo continúe y nos muestra escenas tan innecesarias como la crucifixión de Cristo, el suicidio de Judas o lo malísimos que eran aquellos españoles a los que pone voces americanas extrañamente impostadas. Curiosamente es desde la muy católica Polonia desde nos llega esta película a la que perjudica notablemente su intención de reproche histórico.