viernes, 31 de octubre de 2025

Yes!

de Nadav Lapid. Israel, 2025. 149’.
31 de octubre de 2025. Teatro Carrión, 70º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección Oficial). V.O.S.

Él compone y ella baila. Son una pareja feliz que disfruta de la vida en Tel Aviv. El 8 de octubre de 2023 tienen un hijo y todo cambia. Sobre todo cuando a él le encargan poner música a un famoso poema clásico de Haim Gouri cuya letra han convertido en arenga vomitiva para alentar el salvajismo de los soldados israelíes.

Ya en Sinónimos se notaba que Lapid siente vergüenza por ser israelí. Aquí lo expresa con euforia en una película frenética que sería psicodélica si no fuera por el tema que trata. Quizá sorprenda tanta música, tanto baile y tanto frenesí en el montaje para criticar las acciones de su país, pero cada cual reacciona como puede y Nadav Lapid lo ha hecho así. Lo peor, en todo caso, no ha estado en la pantalla sino en las calles cercanas que habían sido tomadas por varias decenas de policías ante la convocatoria de una protesta por la proyección de esta película (sin reparar quizá en que se trataba precisamente de una obra crítica con Israel).  La protesta fue moderada en el número de participantes y en las formas. Y eso contrastaba aún más con el impertinente despliegue policial. Al terminar la película anterior ya había policías armados dentro del teatro Carrión y al salir vimos muchísimos más por toda la zona. Quien haya decidido algo así o tiene muy mala intención o ignora algo tan obvio como que el cine y las respuestas ciudadanas ante el genocidio de Israel son mucho más importantes y civilizadas que lo pasa en los partidos de fútbol. A todos nos toca pagar a los policías que controlan cada semana a las masas futboleras, pero el absurdo despliegue de hoy ante un evento cultural resulta ofensivo y debería dar vergüenza a quien lo haya ordenado.

Sotto le nubole

de Gianfranco Rosi. Italia, 2025. 115’.
31 de octubre de 2025. Teatro Carrión, 70º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección Oficial). V.O.S.

"El Vesubio fabrica todas las nubes del mundo". La frase es de Jean Cocteau y con ella se abre la serie de fragmentos que contemplamos. Arqueólogos japoneses trabajando en un yacimiento. Un cargo público visitando desolado los pasadizos subterráneos que utilizan los saqueadores. Telefonistas de la central de bomberos atendiendo las llamadas de ciudadanos preocupados por los temblores. Un metrotrén que recorre la ciudad de Nápoles. Y también los restos humanos que dejó la erupción del Vesubio. 

Aquellos cuerpos permanecen intactos y silentes desde hace veinte siglos, pero las voces son de ahora y expresan miedo ante lo que pudiera pasar. De aquel tiempo lejano vemos también fragmentos de obras de arte que hacen aún más hipnótico este documental fragmentario. La cadencia es perfecta, hay belleza en los encuadres, parsimonia en las acciones y tiempo para que el espectador pueda contemplar y pensar. Gianfranco Rosi recoge voces de hoy y ecos del pasado en la ciudad vecina de la gran fábrica de nubes. Sotto le nobole (mucho mejor que Below the Clouds) ha sido un comienzo perfecto para este fin de semana en la Seminci.

jueves, 30 de octubre de 2025

El aspirante

de Juan Gautier. España, 2024. 94.
30 de octubre de 2025. Centro Niemeyer, Avilés.

Ese día comienza todo en una residencia universitaria. Es privada y a ella acuden los hijos de familias bien de Madrid y algunos jóvenes de fuera. Será una jornada de iniciación humillante para los novatos y de disfrute sádico para los veteranos. Un rito de paso hacia la barbarie propia de las jaurías testosterónicas.  

Las bisagras entre las etapas educativas heredaron las costumbres cuarteleras en las que los quintos se despedían de sus pueblos haciendo el gamberro y estrenaban con novatadas la socialización militar. Hoy el gregarismo bronco del mundo macho tiene, en general, formas más sutiles, pero no por ello menos eficaces. El aspirante trata de eso en el singular contexto de las residencias universitarias de pago de la ínsula madrileña (como el colegio mayor Elías Ahuja que se hizo tristemente célebre en 2022) mostrando veinticuatro horas de ceremonias de iniciación berraca. En 1993 Richard Linklater retrató la aspereza acosadora de ese mundo en Daced and confused y trece años después volvió sobre al tema con Todos queremos algo, una historia que es casi el contrapunto de aquella. El aspirante deja en la periferia a la parte femenina que en estos ritos machistas queda reducida a espectadora coral o a personaje singular que imanta. En el coloquio que siguió a la proyección comentamos todo eso con la productora. También la relación con Jauría, la magnífica obra que Miguel del Arco estrenó en Avilés a partir de textos literales de aquel proceso en el que la víctima tuvo que sufrir un segundo acoso en sede judicial para que aquella manada sevillana llegara a ser condenada. La soledad femenina frente al gregarismo macho (ya sea cuartelero, lúdico o futbolero) también se muestra en el contraste entre lo que esta película trata y el discernimiento vocacional, radicalmente individual, de la joven protagonista de Los domingos, la película de Alauda Ruiz de Azua. Así que son de agradecer películas como esta que se acercan a temas que merecen más atención sin reducirlos a la complacencia o a la histeria.

martes, 28 de octubre de 2025

On Falling

de Laura Carreira. Portugal, 2024. 104.
28 de octubre de 2025. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Aurora malvive en Escocia trabajando en un almacén de distribución de productos. Su rutina diaria consiste en recorrer pasillos, escanear códigos y llenar cajas. Las relaciones personales son solo esporádicas en ese mundo alienante. Fuera del trabajo no tiene realmente una casa. Solo una habitación y una cocina compartida. 
 
Con derecho a cocina. Así vivían en los años sesenta muchas familias que llegaron a las ciudades buscando un futuro mejor lejos de sus tierras. Laura Carreira nos muestra un drama aún peor que afecta a unas generaciones que aprendieron inglés, pero solo les sirvió para dejar Portugal (o cualquier otro país luminoso) y tener un presente triste en Escocia (o en otros sitios sin luz). Es difícil no empatizar con Aurora, una joven que vive al límite de dinero y esperanza, y para la que el horizonte se convierte en abismo. Lo que esta película retrata son los interiores existenciales de esos no-lugares invivibles que Chloé Zhao también nos mostró en Nomadland. Es justamente lo que Alec MacGillis analiza en ese libro imprescindible titulado Estados Unidos de Amazon. Ojalá el alcalde de Siero, y los alcaldes imprudentes de todos los sieros del mundo, leyeran ese libro y vieran películas como esta.

lunes, 27 de octubre de 2025

El espejo

de Jafar Panahi. Irán, 1997. 96’.
27 de octubre de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Mina sale de la escuela, pero su madre no está esperándola. Al ver que no llega, decide volver sola a su casa. No sabe cuál es la dirección, pero recuerda que con su madre suele coger un autobús en una plaza que hay más adelante. Con algo de ayuda, llega hasta allí y coge un autobús, pero en el sentido contrario a donde está su casa.
 
Otra niña como la de El globo blanco en una situación que nos desazona aún más. El tráfico en las calles de Teherán es denso, ruidoso, infernal. Hay gente dispuesta a ayudar a Mina, pero no lo tienen fácil. Así que nosotros nos vamos desesperando. Y aún más cuando la niña decide que ya está harta, que deja la película y quiere volver sola a su casa. Pero tampoco sabe por dónde se va. Panahi nos sorprende lo indecible al romper, si no la cuarta pared, el contrato ficcional más básico del cine (incluso en una película que ya parece un documental) consiguiendo que no sepamos dónde estamos Y no solo en qué parte de Teherán. Tampoco sabemos si esa quiebra inesperada a partir de la insumisión de la niña es real o pactada. Lo cierto es que la cámara de Panahi no deja de filmar y seguimos a la niña desde más distancia sin saber si los peligros que corre están controlados o son de verdad. El espejo es, por tanto, una joya en la que, como sucedía en El globo blanco, hay mucha bondad en esa jungla de asfalto iraní. Panahi sabe mostrarlo al hacer de la cámara un espejo que quizá lo que retrata son nuestros miedos y prejuicios. Así que al salir de la sala uno piensa que Esto no es una película, el singular título de otra posterior, quizá podría ser también el de un espejo retrovisor.

domingo, 26 de octubre de 2025

April

de Dea Kulumbegashvili. Georgia, 2024. 134.
26 de octubre de 2025. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Tras un parto prematuro en el que el bebé nace muerto, se abre una investigación sobre la actuación de la médica que lo asistió. El aborto es un delito en el país, pero ella es una profesional eficaz que, fuera del hospital, ayuda a abortar a mujeres del campo. 
 
Tras un preámbulo con una figura humana desnuda sobre las aguas, la película comienza con la vista cenital del parto del bebé muerto. Al final se verá una cesárea, pero esas serán las únicas imágenes explicitas. El resto son planos muy largos, magníficamente pensados, con unos encuadres que a veces dejan en fuera de campo parte de lo que pasa. Así es la escena de un aborto que casi contemplamos en tiempo real, pero del que vemos poco más que una cadera y las manos de dos mujeres junto a los sonidos de lo que está pasando. Hay también trayectos nocturnos en los que la cámara avanza por una carretera y mira los alrededores. Y estampas crepusculares de una naturaleza bravía en la que a veces vemos andar, e incluso flotar o levitar, figuras humanoides que, más que aterrorizar, invitan a pensar en los límites de lo humano. En April también hay amapolas, pero lo que nos propone Dea Kulumbegashvili no es apto para todos los públicos. Y no porque haya sangre o truculencia en lo mostrado, sino por la aspereza de lo relatado y la parsimonia con que nos obliga a asistir al paso del tiempo captado por una cámara. Quienes vimos la magnífica Beginning, su opera prima, ya estábamos advertidos de esto. Por ello, quizá, nos ha satisfecho mucho más a quienes esta tarde veníamos al cine dispuestos a dar tiempo al tiempo y dejarnos llevar por la fuerza de las imágenes y sus sobrios encuadres. Así que si tuviera que tender aquí algún puente cinematográfico sería entre el cine de Dea Kulumbegashvili y el de Carlos Reygadas.

sábado, 25 de octubre de 2025

La cena

de Manuel Gómez Pereira. España, 2025. 106.
25 de octubre de 2025. Cines Parqueastur, Corvera. 

Recién acabada la Guerra Civil, Franco quiere celebrar una cena con sus generales en el Palace. Un teniente y un falangista llegan al hotel, que ahora es hospital, para ordenar que se prepare todo. La cena es ese mismo día, así que el maître tendrá que darse prisa para organizarla. Entre otras cosas, conseguir marisco en el mercado negro y que le traigan a los mejores cocineros de Madrid. Pero todos son de izquierdas y están en la cárcel. 
 
No soy público fácil para las comedias. Y menos sobre una cena con Franco que podría estar llena de sal gruesa. Sin embargo, el tráiler, el elenco y que Joaquín Oristrel y Yolanda García firmaban el guion con Manuel Gómez Pereira, me hacía pensar que la cosa podría ser interesante. Y vaya si lo ha sido. Asier Etxeandía, Mario Casas y todos los demás están soberbios, pero estoy seguro de que a Alberto San Juan lo veremos en los Goya por su papel en esta película. La ambientación, el ritmo (¡qué corta se hace!) y el talento para, sin tener que imitar a Berlanga, dar el punto justo de acidez a la historia, hacen de La cena una de las películas más suculentas, divertidas y mejor trabadas de las que he visto últimamente. El 20 de noviembre está ahí mismo y tenemos muchos motivos para no dejar pasar la oportunidad de ver en Avilés 1936, la obra de Albert Boronat, Juan Cavestany, Andrés Lima y Juan Mayorga (los tres primeros vendrán a un coloquio ese día). Así que da gusto disfrutar unas semanas antes con La cena. Un manjar exquisito para (casi) todos los paladares.

La deuda

de Daniel Guzmán. España, 2025. 115.
25 de octubre de 2025. Cines Parqueastur, Corvera. 

Lucas vine con Antonia, una anciana a la que cuida con mucho cariño. Él no tiene trabajo y ella será desahuciada si no paga una deuda. Lucas le promete que conseguirá el dinero. Para ello, hará algunos encargos de gente muy peligrosa.

Las mejores intenciones no siempre bastan. La deuda apuesta por la bondad y el realismo en la relación entre el protagonista y la anciana. Es lo mejor de la historia, pero no parece suficiente para vertebrar la película. Quizá por eso se añaden otras dos tramas a la del inminente desahucio. Una tiene aires de cine negro, pero con algunos hilos no bien trenzados. La otra, más marginal y poco verosímil, impone al protagonista una culpa como las de las tragedias clásicas. Así que La deuda no tiene el interés de A cambio de nada ni el desparpajo de Canallas. Y es una lástima.

jueves, 23 de octubre de 2025

Babel

de Alejandro González Iñárritu. EE.UU., 2006. 142’.
23 de octubre de 2025. Fábrica de Armas de La Vega, Oviedo. V.O.S.

En las montañas de Marruecos dos hermanos pastores estrenan el rifle que acaba de comprar su padre para que ahuyenten a las alimañas. Parece tener mucho alcance, así que lo prueban con un autobús que se ve a lo lejos. Una mujer mexicana cuida a los dos niños de un matrimonio al que le ha pasado algo que les impide regresar a tiempo para que ella pueda ir a su pueblo a la boda de su hijo. Como no quiere dejar solos a los niños, decide llevárselos con ella a México. Una adolescente sorda de Tokio sale con su grupo de amigas y hace algunas cosas sexualmente osadas. Hay unos policías que quieren hablar con su padre porque él no sabe que el rifle de caza que le regaló a su guía de Marruecos ha herido gravemente a una mujer que viajaba con su marido en un autobús. Son los padres de los niños que la mujer mexicana tuvo que llevarse a la boda de su hija. 
 
El premio Princesa de Asturias de las Artes que recibirá mañana Graciela Iturbide es el motivo por el que Alejandro González Iñárritu ha venido a Oviedo y esté hoy en la Fábrica de la Vega (antes fábrica de armas) presentándonos esta magnífica película que vimos por primera vez hace casi veinte años. Ya solo por escucharle ha merecido la pena venir a esta proyección. Pero, además, hemos podido comprobar lo bien que esta película ha resistido el paso del tiempo. Babel es, por una parte, un extraordinario retrato de identidades tan fuertes como las de la vida en unas aldeas de las montañas de Marruecos, las de los ambientes adolescentes del Tokio burgués y las de una comunidad que celebra una boda en el norte de México. González Iñárritu recordó que, inspirándose en algún cuento de Carver, quisieron hacer en Babel un puzle perfecto que muestra cómo, sin que nadie lo sepa, se pueden cruzar dramáticamente unas vidas separadas por miles de kilómetros. En estos tiempos amnésicos en que se han puesto de moda las recreaciones históricas (mayormente bélicas, como vimos en Turismo de guerra) y en los que muchos asturianos ignoran qué se celebra en Oviedo cuando se celebra el Desarme, aún valoro más que Arriaga y González Iñárritu hicieran de un rifle la clave de bóveda trágica de esta magnífica película. Las armas las carga el diablo, pero las construyen los hombres. Y es con ellas, con banderas y con testosterona con lo que se hacen las guerras.

martes, 21 de octubre de 2025

Jone, a veces

de Sara Fantova. España, 2025. 80.
21 de octubre de 2025. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Sentimientos encontrados durante la Semana Grande de Bilbao. A veces Jone disfruta al lo indecible con su grupo de amigas. A veces siente la felicidad de conocer a Olga, su primer amor. Y a veces no es capaz de enfrentarse al miedo ante la devastación progresiva que provoca el Parkinson en su padre.   
 
Filmada en medio del jolgorio real de las fiestas de Bilbao, Jone, a veces es una historia sobre los contrastes emocionales. Los del comienzo de un amor que surge cuando se acerca el final de un ser querido. Y en ese trance está Jone, en mucho más que una encrucijada. Sara Fantova nos muestra la intensidad emocional que aparece en momentos cotidianos. En esto me recuerda un poco a dos joyas recientes: Los destellos de Pilar Palomero y Romería de Carla Simón. Olaya Aguayo está muy bien en el papel protagonista. Y también Josean Bengoechea encarnando a ese padre bondadoso que quisiera evitar más dolor a sus hijas. Jone, a veces no busca el nudo en la garganta, pero retrata muy bien la difícil gestión de la pena cuando lo mejor y lo peor de la vida se dan cita en los mismos días.

lunes, 20 de octubre de 2025

El globo blanco

de Jafar Panahi. Irán, 1995. 85’.
20 de octubre de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Falta muy poco para que comience el Año Nuevo. Razieh tiene siete años y quiere que ese día su madre la deje comprar un bonito pez que ha visto en el mercado. Cuesta 100 riales, pero después de mucho insistir, su madre le da un billete de 5.000 para que lo compre y le traiga la vuelta. Antes de llegar a la tienda, Razieh pierde el billete y una señora la ayuda a buscarlo hasta que lo encuentran en una alcantarilla. Lo malo es que, ni siquiera con la ayuda de su hermano, parece posible sacarlo de allí. 
 
El guion es de Abbas Kiarostami. Por eso no es raro que esta deliciosa historia de Jafar Panahi recuerde, en versión urbana, a aquella joya rural titulada ¿Dónde está la casa de mi amigo? El largo y magnífico plano secuencia inicial anticipa una película en la que todo resultará fascinante. El globo blanco es como un cuento de Navidad, casi en tiempo real, en el que uno se maravilla con la naturalidad de esa preciosa niña a la que parecen amenazar peligros que no están en los adultos con que se va encontrando, sino en nuestras propias expectativas. De hecho, a excepción de su padre (ese personaje mandón que queda en fuera de campo), todos los personajes con los que Razieh habla son bondadosos y, a pesar de nuestras sospechas, siempre quieren ayudarla. Es, por tanto, una película de suspense, pero muy tierno. O una película tierna con mucho suspense. O un espejo moral que refleja nuestros prejuicios y resulta tan catártica como ese globo blanco que al final sujeta el último joven que ayuda a la niña. Y es que hace treinta años el cine iraní y el de Panahi ya eran excelsos.

domingo, 19 de octubre de 2025

La vida de Chuck

de Mike Flanagan. EE.UU., 2024. 110’.
19 de octubre de 2025. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

La vida de Chuck en 39 años y tres actos. El primero es el último: el del fin del mundo, que en realidad es el de su mundo. El segundo es un momento de intensidad infinita: el de un baile inesperado como artista callejero. Y el tercero es el primero: el del adolescente que aprendió a bailar y conoció la relación del universo con las matemáticas.

Durante muchos años comenzaba mis clases de Filosofía en 3º de BUP (y luego en 1º de bachillerato) con dos maravillosos videos en VHS: el de Potencias de diez, de Ray y Charles Eames, y el del calendario cósmico de Carl Sagan. Dos acercamientos fascinantes a la inmensidad del espacio y el tiempo. En esta película está muy presente el segundo. Y también aquellas palabras de Walt Whitman en el Canto a mí mismo ("Yo soy inmenso... y contengo multitudes") que resumen la clave poética de esta hermosa película: en una sola vida cabe un universo entero. Aunque no estuviera tan bien estructurada o no tuviera intenciones tan ambiciosas, la película de Mike Flanagan seguiría siendo una joya por la belleza de las imágenes, por esos bailes tan deliciosos y por la fuerza del misterio que encierra una cúpula. Y también por esa voz narrativa (que debe ser escuchada en versión original) que me ha recordado a la que acompañaba otra vida más dura, pero también fascinante. La de Leolo. Nada menos.

sábado, 18 de octubre de 2025

La sociedad del cansancio: Byung-Chul Han en Seúl y Berlín

de Isabella Gresser. Alemania, 2015. 60’.
18 de octubre de 2025. Fábrica de Armas de La Vega, Oviedo. V.O.S.

Byung-Chul Han nos lleva por Berlín y Seúl para hablarnos de esa sociedad del cansancio que genera el individualismo capitalista y de la necesidad que tenemos de dejar pasar el tiempo y vivir con sosiego. 
 
Vemos este documental con motivo del premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades que Byung-Chul Han recibirá la semana próxima en Oviedo. El ritmo es tan sosegado como las intenciones de este pensador cuyo discurso tiene más de obvio que de cautivador. No hay duda de que el joven filósofo germano-coreano tiene buena presencia y la aprovecha en este paseo de divulgación. Pero lo que dice tiene menos enjundia y no está mejor expresado que las aportaciones a las que nos tienen acostumbrados españolas como Marina Garcés o Remedios Zafra. De hecho, creo que escucharlas en sendos paseos por Barcelona y Zuheros sería, sin duda, mucho más interesante que el contenido de este documental. Repasando la nómina de quienes han recibido este premio, me temo que Byung-Chul Han no estará entre los más destacados. Sí me lo parecen el Museo Nacional de Antropología de México (premio de la Concordia) y Graciela Iturbide (premio de las Artes). Supongo que este doble reconocimiento a la cultura mexicana no le vendrá mal a la imagen de monarquía española en el país de Andrés López Obrador y Claudia Sheinbaum.

miércoles, 15 de octubre de 2025

Jugar con juego

de Delphine Coulin, Muriel Coulin. Francia, 2024. 119’.
15 de octubre de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Tras la muerte de su mujer, Pierre cuida con cariño de sus dos hijos. Él trabaja como ferroviario y comparte con ellos aficiones futboleras. El menor va muy bien en los estudios y entrará pronto en la Sorbona. El otro no ha terminado la formación profesional como metalúrgico y tiene amigos en entornos violentos de la ultraderecha. Pierre intenta evitar que su hijo entre en ese mundo, pero no le resultará fácil.  
 
Vincent Lindon fue premiado en Venecia por su interpretación de este padre doliente. Con su magistral contención consigue que entendamos a ese hombre que no sabe cómo enfrentar la situación de su hijo. Ese triángulo masculino funciona muy bien con esos muchachos que no llegan a ser Caín y Abel y ese padre que toma conciencia de no ser todopoderoso. Por lo demás, la película retrata las derivas totalitarias que la socialización futbolera puede generar en la masculinidad juvenil. Y no solo en Francia.

martes, 14 de octubre de 2025

Mi postre favorito

de Maryam Moghadam y Behtash Sanaeeha. Irán, 2024. 97.
14 de octubre de 2025. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Mahin es una mujer madura que vive sola desde que murió su marido. También está solo Faramarz, un taxista al que conoce casualmente. Entre los dos podría haber sintonía, así que Mahin le invita a su casa para que conozca la dulzura de su habilidad repostera.  
 
No hay mucha complejidad en las relaciones entre los personajes ni esos dilemas morales a los que nos tiene acostumbrados el cine iraní. Mi postre favorito es una historia sencilla y tierna sobre una mujer obesa que se atreve a querer a un hombre tranquilo que se deja llevar. Los interiores son cálidos y la fotografía delicada, como la relación entre estos amantes que disfrutan con los juegos de la edad tardía. La felicidad parece estar a su alcance, casi hasta el final.

jueves, 9 de octubre de 2025

La isla de los faisanes

de Asier Urbieta. España, 2025. 98.
9 de octubre de 2025. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

En mitad del Bidasoa está la isla de los faisanes, un condominio binacional que medio año gestiona Francia y el otro medio España. Durante la ceremonia de traspaso de poderes aparece allí un cadáver. Es el de Omar, un hombre que intentaba cruzar a nado con un amigo y al que Laida no pudo salvar. Ella le reprocha a su pareja, Sambou, que no se tirara al agua con ella. Él también es negro, pero nació en Irún. Laida intentará encontrar al chico que rescató para que la familia de Omar pueda saber que ha muerto. 
 
Como escenario trágico para la inmigración, no parece que el Bidasoa sea como las costas canarias o mediterráneas de nuestro país. Y eso provoca cierta extrañeza en el espectador. Quizá la singular del lugar y la posibilidad de tratar en euskera ese tema sean los motivos para ubicar allí una historia que está contada de manera contenida, pero a la que le falta verosimilitud. Por ejemplo, en la relación de esa pareja y las actitudes de los dos. Así que La isla de los faisanes no será muy recordada entre las películas que abordan el drama de la emigración.

martes, 7 de octubre de 2025

Gatillero

de Cristian Tapia Marchiori. Argentina, 2025. 80.
7 de octubre de 2025. Casa de la Cultura, XXIV Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés.

Recién salido de la cárcel, un sicario recibe un encargo nocturno. Debe amenazar a alguien disparando a la fachada de su casa. Mientras lo hace, llegan otros que disparan a los que hay dentro y le culpan a él. Tras la refriega, emprende un intenso periplo por un barrio de la periferia de Buenos Aires. Hasta el amanecer.

Gatillero se une a la nómina de estupendas películas que han sido hechas (o así parece) en un único plano secuencia. Entre ellas están La soga, BirdmanEl triste olor de la Carne o Victoria (también El arca rusa, una película que aún no he visto pero recomendaba David Rodríguez en la presentación  de esta). Gatillero ofrece una tensión trepidante en la que se dispara, se corre, se va en moto, en coche, se saltan vallas y hasta se habla. Y todo eso con solo dos operadores de cámara, de los cuales uno es el director. Gatillero es turbia y arrabalera (está filmada en el barrio de la isla de Maciel) y cuenta con una interpretación soberbia de Sergio Podeley, un actor que lo da todo en ese prodigioso plano secuencia. Así que ha sido un acierto la colaboración de este certamen avilesino con BAFICI. El domingo tuvimos un magnífico encuentro con Julio Medem y hoy una jornada netamente argentina. Así da gusto vivir en Avilés. 

sábado, 4 de octubre de 2025

Turismo de guerra

de Kikol Grau. España, 2024. 70.
4 de octubre de 2025. Laboral Cinemateca, Gijón.

El turismo banalizador. También del sufrimiento y el horror. Son los nuevos usos celebratorios en ciertos lugares de la memoria. Los turistas se pueden hacer selfis en un nido de ametralladoras o ante un campo de exterminio. También asistimos a recreaciones históricas en las que hay mucha verosimilitud, muchos aplausos y mucho disfrute macho. Por ejemplo, mientras se revive con mucho realismo la batalla del Ebro.  

Con lucidez y mucho desparpajo Kikol Grau ha hecho un documento polivalente. De hecho, su presencia ha dado mucho juego en el coloquio. La suya es una película orientada a mostrar y deconstruir las pulsiones aparentemente infantiles que hay en el turismo de guerra. Cuando yo era niño no era raro que los Reyes te echaran un fuerte bien surtido. Con sus confederados, sus vaqueros, sus comanches y sus caballos. Así podíamos jugar a la conquista del Oeste. Los duelos podían ser a otra escala si lo que te traían los Reyes eran pistolas, cartucheras y sombrero. Me he acordado de todo esto viendo a esos adultos disfrutando mientras juegan a matarse. Se nota que les encanta uniformarse para jugar muy disciplinadamente con armas y banderas. Tengo para mi que, junto con la testosterona, son desde el Neolítico los tres elementos sustanciales de la guerra. Así que no comparto la sorpresa de Kikol Grau ante el hecho de que la masculinidad sea lo dominante en las guerras (en las reales y en estas con las que se juega). Creo que piensa hacer una segunda parte de este documental y, para compensar, busca incluir también personajes femeninos. No se lo recomiendo. En las guerras puede haber alguna Agustina de Aragón, pero precisamente es la excepción lo que confirma la regla. Y es que, como el coñac Soberano o el fútbol, la guerra es cosa de hombres. De hecho, LaLiga es la Liga y a nadie se le ocurriría llamarla Liga M. Aunque sería formalmente disonante, pero esta película encajaría bien en un ciclo sobre la guerra. Propongo otros títulos: Sobre la historia natural de la destrucción, La zona de interés, 20 días en Mariúpol o La voz de Hind. Y como antídoto para la banalización del tema sugiero también algunas lecturas. Por ejemplo, La guerra es una estafa de Smedley Butler, Tierra arrasada de Alfredo González-Ruibal y, sobre todo, El silencio de la guerra de Antonio Monegal. Algunos adultos quizá deberían leer más y jugar menos. Sobre todo con la guerra.

viernes, 3 de octubre de 2025

Parecido a un asesinato

de Antonio Hernández. España, 2025. 111.
3 de octubre de 2025. Cines Parqueastur, Corvera. 

Eva se ha ido a vivir con Nazario, un escritor de éxito que tiene una hija adolescente. Su anterior mujer murió de forma muy trágica. Eva también tiene un pasado duro por su relación con un hombre llamado José. Ella no quiere saber nada de él, pero ahora reaparece. 
 
Tres partes sucesivas desde los puntos de vista de los tres protagonistas. Algún crítico ha comparado esa forma de contar con la de Weapons, la reciente película de terror que estaba tan bien planteada. Pero nada que ver. Aquí lo que no es redundante es poco menos que impostado. Nada que reprochar a Eduardo Noriega ni a Blanca Suárez que defienden sus personajes como buenamente pueden, pero por mucho que la tercera parte necesitara un personaje turbio y con cierta fuerza, Claudia Mora está pasada de edad para el papel de esa chica que aún va al instituto. Así que Parecido a un asesinato no tiene ningún parecido con En la ciudad sin límites, aquella película magnífica del mismo director.

Un fantasma en la batalla

de Agustín Díaz Yanes. España, 2025. 105’.
3 de octubre de 2025. Cines Parqueastur, Corvera.

Amaia es una guardia civil andaluza que decide infiltrarse en ETA para ayudar en el fin del terrorismo con la localización de los zulos que la organización tenía en el sur de Francia. Una misión muy arriesgada en aquellos tiempos tan difíciles.
 
Los hechos que inspiran esta película son los mismos de los que relata Arantxa Echevarría en La inflitrada. Allí estaba magnífica Carolina Yuste y aquí también lo está Susana Abaitua. Hay más contención en la película de Díaz Yanes y una mayor atención al contexto de aquellos tiempos. De hecho, el relato de la integración de la protagonista en la banda se ve jalonando por las imágenes reales de momentos terribles, pero también cruciales, para el final de ETA. Quizá sea el personaje del policía el que más se diferencia en las dos películas. En ambas hay bastante distancia entre la protagonista y su contacto, pero en La infiltrada no se plantea la posibilidad de que en la Guardia Civil hubiera estado implicada en cosas tan terribles como las del cuartel de Intxaurrondo. Así que Agustín Diaz Yanes ha hecho un trabajo excelente y muy honesto. Por eso merecería que Un fantasma en la batalla tenga tan buena acogida como la que tuvo La infiltrada. El tema y la calidad de ambas películas bien lo merecen.

jueves, 2 de octubre de 2025

Una batalla tras otra

de Paul Thomas Anderson. EE.UU., 2025. 94’.
2 de octubre de 2025. Cines Parqueastur, Corvera. V.O.S.

La revolución en Estados Unidos comienza en un lugar de la frontera con México. Dieciséis años después, sus protagonistas más importantes no han vencido, pero tampoco han sido detenidos. Las redes de contacto siguen funcionando y se ponen en marcha para salvar a la hija de uno de ellos.
 
Son más de dos horas y media que se pasan en un suspiro. El director de Magnolia, Pozos de ambiciónThe Master o  Licorizze Pizza nos ofrece una historia que comparte con otras recientes (como Civil War, Mickey 17 y Eddington) intenciones críticas hacia el trumpismo y el barrunte de tiempos autobélicos en suelo estadounidense. De hecho, la cosa no parece tan distópica en estos días en que Trump despliega al ejercito en algunas ciudades de su país haciendo que los gringos quizá lleguen a vivir en carne propia ese tipo de hazañas bélicas que solían promover a miles de kilómetros de su casa. Leonardo Di Caprio, Sean Penn y Benicio del Toro están magníficos en unos personajes intensos que, junto con los de Teyana Taylor y Chase Infiniti, conforman una historia vibrante y sin tregua. Las imágenes son poderosas (inolvidables esas carreteras con cambios de rasante extremos) y los guiños  dan mucho que pensar sobre la vecindad entre el supremacismo MAGA y el nazismo genuino (por ejemplo, el del personaje de Sean Penn gaseado e incinerado por los suyos). No sé si la reacción al trumpismo acabará siendo una rebelión organizada al modo de los movimientos revolucionarios vigesímicos, pero tampoco me extrañaría que la estética de los malos (el ejército y sus sabuesos) resulte cautivadora para muchos trumperos que pudieran disfrutar con esta película creyendo que Paul Thomas Anderson comparte intenciones con ellos. Sería una lástima.