29 de julio de 2020. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
Salam es un palestino que vive en Jerusalem y trabaja en Ramala. Allí hace correcciones de hebreo durante el rodaje de una serie de televisión entre romántica y militante. No es el guionista de la serie, pero así se lo hace creer al militar israelí del puesto de control que tiene que cruzar cada día. Y, con su ayuda, acabará siéndolo.
Como en la estupenda película Una botella en el mar de Gaza de Thierry Binisti se muestran los dos lados del conflicto y, sin llegar a los excesos de Un cerdo en Gaza de Sylvain Estibal, la cosa se aborda en clave de comedia. El enredo es amable y las situaciones tienen su gracia. La historia, como la serie, parece ser contada desde el lado palestino pero creo que será más del gusto israelí. Lo que no sé es qué pinta aquí que la producción sea luxemburguesa.