de Chris Sanders. EE.UU., 2020. 100’.
4 de enero de 2021. Centro Niemeyer, Avilés.
Cuando yo era niño el libro de Jack London se titulaba La llamada de la selva. Era una torpe traducción porque es evidente que los paisajes de Alaska tienen poco de selváticos como se puede comprobar en esta bonita película en la que da gusto ver a Harrison Ford al lado de ese perrazo listo y bueno. La historia es edificante al modo clásico, pero las imágenes están hechas con tecnologías sofisticadas. De hecho, más que un can, Buck es un avatar digital hecho a la medida del hombre. Las imágenes son tan perfectas que su comportamiento humanizado ya no sorprende. Así que es probable que, en este mundo en que ya hay más tiendas especializadas en mascotas que jugueterías o tiendas para bebés, muchos ni siquiera adviertan que no es propia de los perros esa relación tan humana que Buck tiene con su amigo.