de Bruno Santamaría Razo. México, 2020. 71’.
26 de junio de 2021. VI Festival de cine LGTBI, Avilés. Filmin.
El Roblito está en el límite de Nayarit y Sinaloa, en la costa del Pacífico de México. Allí viven unas gentes a las que da gusto acompañar. Son principalmente niños y niñas que juegan, se bañan, charlan y ríen llevando una vida humilde pero feliz. De hecho, la violencia, que también está presente, no consigue perturbar la armonía de esta arcadia en la que el deseo de un adolescente de vestir como mujer no parece contrastar.
Una inmersión deliciosa en una tierra sin mal que en esta película no está en el país de los guaraníes sino en México. Es un placer contemplar a estos niños y adolescentes para los que la separación entre dentro y fuera, entre familia y comunidad, no parece relevante. En el trabajo de Bruno Santamaría Razo no hay más mérito (nada menos) que su capacidad para encontrar esa manera sosegada y atenta de poner la cámara y captar la belleza con que late la vida de unas gentes a las que da gusto mirar durante esta hora larga que se hace tan corta.