de Alberto Rodríguez. España, 2022. 125’.
26 de septiembre de 2022. Cines Parqueastur, Corvera.
"Odia el delito y compadece al delincuente". Las palabras de Concepción Arenal de hace casi siglo y medio siguen teniendo la mayor actualidad en estos tiempos de culto a la picota en los que se considera que victima y victimario son una condición permanente y no una circunstancia desgraciada de la que una sociedad decente intentaría sacar a ambos cuanto antes. Aquella frase y esta idea son las que dan sentido al artículo 25 de la Constitución Española que tan poco tiene que ver con ese oxímoron deleznable de la prisión permanente revisable. La película de Alberto Rodríguez tiene la virtud de recordarnos todo eso, de meternos en una cárcel de la Transición y hacernos ver desde dentro lo que supone no ver el horizonte ni poder llevar la mirada hacia ningún punto de fuga que cobije la esperanza. Para quienes no han tenido la suerte de conocer o incluso ignoran que alguna vez existió en Asturias el trabajo terapéutico y educativo de los módulos de la UTE en la cárcel de Villabona, pasar dos horas viendo esta película les permitirá saber cuál es la genealogía ética y política de quienes destruyeron aquel proyecto. Modelo 77 es, por tanto, muy recomendable por lo que tiene de documento intrahistórico. Pero también por la forma en que una ambientación y unas interpretaciones estupendas hacen que esta estancia ficticia en el interior de una cárcel sea una experiencia magnífica en la que dos horas pasan en un instante. Nada que ver con la forma en que pasa el tiempo cundo se tienen por delante dos años (o veinte) sin ninguna esperanza.