13 de agosto de 2013. Cines Van Dyck, Salamanca.
La costa azul en 1915. Los escenarios de los últimos cuadros del pintor y del inicio del amor entre el futuro cineasta y la modelo.
“La pintura no se puede explicar, se mira”. Lo dice Auguste Renoir en la película y eso debe pensar también su director. De hecho, las manos del viejo artista parecen retocar las obras más que pintarlas. “Lo que debe dominar la estructura no es el dibujo sino el color”. Bourdos es también fiel a esta otra frase del pintor y no hace otra cosa que mostrar estampas de cálidos colores sin acabar de perfilar qué pintan los personajes en ellas. No queda claro si la película es sobre la vejez del padre, sobre la juventud del hijo o sobre la transferencia del amor por la belleza (erótica y artística) entre el primer Renoir y el segundo. Así que el título (y el cartel) resulta tan indefinido como la propia película.
“La pintura no se puede explicar, se mira”. Lo dice Auguste Renoir en la película y eso debe pensar también su director. De hecho, las manos del viejo artista parecen retocar las obras más que pintarlas. “Lo que debe dominar la estructura no es el dibujo sino el color”. Bourdos es también fiel a esta otra frase del pintor y no hace otra cosa que mostrar estampas de cálidos colores sin acabar de perfilar qué pintan los personajes en ellas. No queda claro si la película es sobre la vejez del padre, sobre la juventud del hijo o sobre la transferencia del amor por la belleza (erótica y artística) entre el primer Renoir y el segundo. Así que el título (y el cartel) resulta tan indefinido como la propia película.