12 de julio de 2015. Teatro Filarmónica, Oviedo. III Festival Internacional de Cine y Arquitectura.
La celebración en Santiago de Chile de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en 1972 era una ocasión para mostrar al mundo la vía chilena al socialismo que lideraba Salvador Allende. Para ese fin se levantó en solo 275 dias el edificio UNTAD III, un ilusionante reto en el que colaboraron trabajadores, artistas de vanguardia y arquitectos influidos por el movimiento moderno. El resultado se convirtió en un icono y por eso fue objeto de una agresiva transformación tras el golpe de 1973. La gestación de aquel proyecto, su destino en los años de la dictadura y su recuperación actual motivan una película que es también un homenaje a Félix Maruenda, el escultor que diseñó la singular estructura para la salida de gases.
Imágenes de distintas épocas y declaraciones de algunos testigos se van sucediendo en este documental que muestra hasta qué punto la arquitectura puede ser espejo (incluso roto) de la historia. Algo que Escapes de gas tiene en común con Campaneros, la película avilesina con la que comparte el premio al mejor documental de esta edición del Ficarq y que reseñé aquí en febrero.