de Abbas Kiarostami. Irán, 1992. 95’.
20 de febrero de 2022. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Hace cinco semanas vimos ¿Dónde está la casa de mi amigo? (la trilogía de Kiarostami debería programarse más seguida) y ahora volvemos a aquella historia en esta película que toma el pulso a la vida desde el punto de vista de un padre y un hijo que, inmediatamente después de aquel terrible terremoto, viajan por carreteras secundarias para saber qué fue de aquellos niños. Y la vida continúa muestra la fortaleza con que los iraníes afrontaron aquella tragedia y su capacidad para recuperar la esperanza. Y nada mejor para ello que un viaje al encuentro del niño que en la película anterior también buscaba la casa del otro. Es cine que regresa al cine a través de las personas que dan vida a los personajes para saber qué ha sido ellas cuando la realidad supera en dramatismo a cualquier historia. El de Kiarostami es cine elegante y sobrio sobre la forma en que la vida recupera el pulso cuando tantos acaban de perderla. Y haciéndolo en tiempo real demostró ser un gran cineasta para el que la mirada poética es más instintiva que deliberada. Como una pulsión que sabe captar la belleza de la vida con solo empuñar una cámara.