de Valentina Maurel. Costa Rica, 2022. 102’.
8 de junio de 2023. Centro Niemeyer, Avilés.
Retrato de las relaciones eléctricas entre un padre y una hija que están experimentando muchas cosas: el vacío, el dolor, la euforia, el extrañamiento... Valentina Maurel consigue presentar con distintos focos el retrato de una familia que se rompe. Son momentos en los que hasta el gato negro parece lamerse las heridas por una cotidianidad truncada y por no saber qué vendrá después. En el centro de la historia están Eva y su padre, pero los alrededores no son menos interesantes: esa hermana que ha vuelto a tener enuresis, esa madre que, reformando la casa, intenta paliar las grietas emocionales, ese amigo del padre que está demasiado cerca Eva en momentos delicados... Tengo sueños eléctricos nos muestra que las aristas de los duelos y las rupturas son universales. Y que en Costa Rica hay cineastas que saben bien cómo contarlo.