lunes, 15 de julio de 2024

Bikeriders. La ley del asfalto

de Jeff Nichols. EE.UU., 2024. 116’.
15 de julio de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Pasados los años, un fotógrafo entrevista a la mujer de Benny, un motero apasionado que uno era uno los miembros más respetados del Club de los Vándalos. Ella es Kathy y va evocando aquellos años sesenta en que el liderazgo de Johnny convertía en un grupo épico a estos idealistas de las motos antes de que ese mundo se llenara de forajidos. 

En Salvaje László Benedek convirtió en icono de los cincuenta la imagen de Marlon Brando con una moto. Y en los ochenta Francis Ford Coppola le hizo un regalo parecido a Mickey Rourke en La ley de la calle. Ahora es Jeff Nichols el que vuelve al mismo tema con dos personajes que tienen aire de leyendas del Oeste interpretados magníficamente por Austin Butler en el papel de Benny y Tom Hardy en el de Johnny. Aunque quizá la verdadera protagonista de esta historia sea Kathy, con la que Jodie Comer crea un personaje cautivador. Bikeriders tiene mucho que ver con las películas clásicas del Medio Oeste con personajes a lo Clint Eastwood, pero yo prefiero pensar que esta historia está menos presidida por la testosterona y podría tener cierto parentesco con las pasiones de otros riders como las retratadas con tanta sensibilidad por Chloé Zhao en aquella joya titulada precisamente The rider. Así que no me parece que el director de Loving, Mud o Take Shelter quiera pasarse ahora al cine épico del gusto republicano (aunque así fuera, su película no estaría por debajo de joyas, tan discutibles éticamente, como Mistic River). De hecho, advierto cierta ironía y voluntad de denuncia de los mimbres que conforman el trumpismo rampante en el retrato que hace de ese personaje salvaje que detesta por igual a los rojos y a los universitarios. Así que Jeff Nichols ha vuelto a demostrar que es un gran director capaz de hacer que nos interese todo lo que lleva a la pantalla.