11 de septiembre de 2014. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Short Term 12 es una casa de acogida en la que viven menores con problemas. Allí trabaja Grace, una magnífica profesional comprometida con su labor. Su estupenda relación con Mason, en casa y en el trabajo, se ve afectada por la llegada de Jayden, una adolescente lúcida e inquietante con problemas parecidos a los que ella sufrió.
Es una película tan magnífica y poliédrica que no le vienen mal dos títulos (o más). Es la historia de Short Term 12, un lugar en el que se producen milagros como los que comentaba a propósito de la sobresaliente Piratas y libélulas de Isabel de Ocampo. También es una película soberbia sobre un momento crucial en la vida de Grace, una joven de la que Brie Larson hace una interpretación impresionante. También es la historia de su relación sentimental con Mason (magnífico John Gallagher Jr.). O la de su compasión por Jayden y su desprecio hacia esos padres depredadores que ambas han tenido. Pero Short Term 12 es también la historia de Sammy, de Luis, de Marcus, y hasta de Nate, ese cuidador novato cuya ingenuidad pone manifiesto el gran valor de lo que hacen quienes trabajan con esos chicos. Así que podría tener muchos títulos esta película que es todo un ejemplo de (buen) cine edificante. Momentos tan fascinantes como los relatos de Mason con los que se abre y se cierra la historia, el sobrecogedor rap de Marcus sobre su madre o el terrible cuento ilustrado de Jayden sobre un pulpo y un tiburón que podría ser su padre, justificarían por si solos el enorme valor de una película que está llena de valores. Éticos y estéticos.