9 de diciembre de 2015. Cines Los Prados, Oviedo.
Hace meses que Rocío no puede pagar el alquiler del piso en el que vive con su hijo. Y hace tres años que no tiene trabajo. Está a punto de ser desahuciada y sobrevive con lo mínimo.
Llevar la mirada de los Dardenne a Jerez de la Frontera. Tal parece ser la intención de esta película que no consigue emocionar con un drama como el de los desahucios. Quizá porque, aunque su interpretación es muy meritoria, Natalia de Molina es demasiado joven y guapa para poder encarnar a un personaje tan torturado como el que requeriría esta historia.