17 de febrero de 2019. Centro Niemeyer, Avilés.
Unos adultos buscan a Alba con linternas en la noche. Alba desaparece una tarde mientras recorre con un amigo las habitaciones de una casa abandonada. Así comienza y termina la película. En medio, las hermosas estampas otoñales de una vida que agoniza en la sierra de O Courel en Lugo.
La trama que coquetea con lo paranormal es mínima. Apenas la apertura y el cierre de la película, lo que nos cuenta la chica con su voz en off y unas lucecitas que podrían representar a los antiguos moradores del valle. El resto son imágenes y sonidos muy reales de unas gentes que deben conocer bastante a la directora porque no les perturba nada su cámara. De hecho, la familiaridad con ellos también estaba esta tarde entre los espectadores del Niemeyer: los que estaban a mi lado reconocían a todas las personas y todos lugares que aparecían en la pantalla. A ellos esa tarea les mantuvo muy entretenidos. A mi la parsimonia de este otoño gallego me dijo bastante menos. Quizá porque los que tenemos pueblo no necesitamos añorarlo.