de Tatiana Huezo. México, 2021. 110’.
25 de septiembre de 2021. Teatro Principal, 69º Festival de San Sebastián.
Un paisaje natural hermosísimo y un paisanaje femenino realmente excepcional. Asistimos a la cotidianidad de unas vidas rurales en una comunidad bien avenida que se ve asediada por múltiples violencias. La de las explosiones de arrasan la montaña para arrancar los áridos, la de los canallas que secuestran a las niñas y la de una pobreza que hace que los hombres hayan tenido que buscarse la vida en el norte. La relación entre las niñas está muy bien mostrada pero me incomoda que los personajes sean interpretados por distintas actrices cuando son niñas y cuando son adolescentes (quizá no era necesario ese cambio temporal). Aunque entiendo las intenciones, quizá hay también algún exceso en la buena imagen de los personajes principales de la película. A la hermosura de las niñas y la madre se añade que hasta el maestro es, además de comprometido, muy atractivo. En todo caso, no sé si otras películas de esa Ñamérica de la que habla Martín Caparrós en su último libro (que me está encantando) habrían podido ser mejores que esta que ha recibido este año el premio de la sección Horizontes Latinos. En todo caso, ha sido un buen cierre para este fin de semana estupendo que hemos pasado en San Sebastián. Volveremos.