de Daniel Monzón. España, 2021. 129’.
11 de octubre de 2021. Cines Parqueastur, Corvera.
El protagonista sería pocos años mayor que yo y su ciudad podría ser del mismo tamaño que la mía, así que reconozco perfectamente aquellos ambientes setenteros de futbolines, calles sucias y colegas. Daniel Monzón consigue retratarlos magníficamente con una ambientación impecable y un guión que nos devuelve a las formas de hablar y relacionarse de las familias, los colegas y hasta los maderos de aquellos tiempos. Otro de sus aciertos es haber evitado las caras conocidas apostando por intérpretes que hacen atractivamente creíbles a todos los personajes. Así que resulta fácil ver la historia desde el punto de vista de ese gafitas al que la Tere tiene cautivado (maravillas como ella eran las musas de aquel tiempo) y que tiene en el Zarco a la vez un guía, un modelo y un competidor. No sé si la película será exportable al mundo anglosajón (aunque creo que en Roma o en Buenos Aires la entenderán perfectamente), pero no tiene nada que envidiar a las producciones gringas sobre relaciones peligrosas en adolescencias pretéritas. Así que son ellos los que se perderían los matices de las diferentes clases de charnegos, de la gestualidad medio quinqui radicalmente ibérica y de esos garitos magníficamente recreados con una fotografía primorosa que hacen que uno casi añore por un momento el chandal naranja con rayas negras que también tuvo y hasta la mugre y los ruidos ferroviarios o moteros que formaban parte de la banda sonora de aquellos tiempos.