de Bernard Stora. Francia, 2020. 103’.
27 de enero de 2022. Cines Los Prados, Oviedo.
Gilles Fontaine, uno de los empresarios más poderosos de Francia, se ve implicado en las disputas judiciales de la mujer de un político corrupto al que él financió para poder comprar Villa Caprice, un capricho que tenía desde la infancia. Para defenderse ante el juez contrata a Luc Germon, un abogado de gran prestigio que se considera radicalmente independiente. Sin embargo, las cosas no serán como él cree y el empresario resultará más embaucador de lo que piensa.
Las interpretaciones de Patrick Bruel como empresario seguro de si mismo y de Niels Arestrup en el papel de ese abogado flemático y orondo son, con las ambientaciones de los entornos de las élites francesas, lo mejor de una película que se ve con interés y en la que, más que los entresijos del poder político y financiero, se revelan los efectos de la ambición no solo por tener más, sino por ser más y que los demás lo sepan. Cosas que no siempre van de la mano.