de Juan Antonio Bayona. España, 2023. 144’.
30 de septiembre de 2023. Kursaal, 71º Festival de San Sebastián (Premio del Público).
51 años después, Juan Antonio Bayona espectaculariza aquel drama icónico con su habitual destreza para retratar lo imposible y lo indeseable. Fuimos muchos los que leímos en aquel tiempo Viven y vimos la primera película sobre aquella tragedia (yo en el Cine Florida de Avilés). Pero incluso los que no habían nacido entones han tenido noticia de los aspectos truculentos que hicieron tan famosa aquella lucha heroica por la supervivencia. La vemos ahora otra vez porque habíamos comprado entradas para tres de los premios del festival y el del público le ha correspondido a esta por aclamación. No estoy seguro si lo habría obtenido si Bayona, en lugar de volver a aquellos hechos resabidos y moralmente inocuos, se hubiera atrevido a retratar con su característica intensidad visual a unos chicos subidos al timón de un petrolero para viajar desde África a Canarias. O a decenas de personas hacinadas en una lancha que tras sobrevivir al Sáhara y a Libia intentan llegar a alguna isla italiana. Seguro que en esos periplos también habría momentos muy espectacularizables con los que Bayona habría podido demostrar que, además de ponernos los pelos de punta ante accidentes inevitables, también está dispuesto a hacerlo sobre lo que sí tiene responsables. Y no estaría nada mal que lo hiciera porque, con su tirón mediático, le echaría una mano a causas mucho mejores que las del negocio de Netflix. Por ejemplo, a las que retrata Marcel Barrena en Mediterráneo. Pensar que esta película ha sido seleccionada para los Oscar. Algunos deben creer que Bayona representa mejor que Erice lo mejor del cine español.