de Juana Macías. España, 2024. 115’.
28 de enero de 2025. Casa de la Cultura, Avilés.
La historia está basada en lo que les pasó realmente a unas chicas que vivían en un centro de menores de Mallorca. Las interpretaciones con las que se estrenan en el cine Salua Hadra, Julieta Tobio y María Steelman son sencillamente soberbias y el tono que Juana Macías ha decidido darle a la historia es perfecto. Hiperrealista en la cercanía con que contemplamos el ser y el estar de estas chicas y contenido en la forma de revelar la barbarie sin mostrar su truculencia. Quizá el título no le haga justicia a una película que retrata la vida de unas adolescentes a las que ni la familia (ausente) ni el Estado (insuficiente) protegen como deberían. La relación entre ellas es luminosa. Y también la que tienen con ese cuidador que es, para ellas, el único referente adulto dispuesto a entenderlas y protegerlas. Las chicas de la estación haría un estupendo tríptico con Las vidas de Grace, de Destin Cretton, y La maternal, de Pilar Palomero. Así que queda clara la calidad y pertinencia de una película que deberían ver muchos adultos. Por ejemplo, los que trabajan con adolescentes en los centros de menores y los profesores de secundaria.