martes, 28 de enero de 2025

Las chicas de la estación

de Juana Macías. España, 2024. 115.
28 de enero de 2025. Casa de la Cultura, Avilés.

Jara, Álex y Miranda son tres adolescentes que viven en un centro de menores compartiendo amistad y correrías. Ninguna de las tres puede contar con su familia para nada, pero se han propuesto conseguir dinero para asistir a un  concierto. Para ello se encuentran con adultos en los baños de una estación en citas concertadas. La chica que las organiza las lleva una noche a un chalet en el que un grupo de hombres busca sexo con menores. Otra noche Álex será violada por una manada. Será entonces cuando Jara haga caso al cuidador del centro de menores y se decida a declarar contra esos canallas.

La historia está basada en lo que les pasó realmente a unas chicas que vivían en un centro de menores de Mallorca. Las interpretaciones con las que se estrenan en el cine Salua Hadra, Julieta Tobio y María Steelman son sencillamente soberbias y el tono que Juana Macías ha decidido darle a la historia es perfecto. Hiperrealista en la cercanía con que contemplamos el ser y el estar de estas chicas y contenido en la forma de revelar la barbarie sin mostrar su truculencia. Quizá el título no le haga justicia a una película que retrata la vida de unas adolescentes a las que ni la familia (ausente) ni el Estado (insuficiente) protegen como deberían. La relación entre ellas es luminosa. Y también la que tienen con ese cuidador que es, para ellas, el único referente adulto dispuesto a entenderlas y protegerlas. Las chicas de la estación haría un estupendo tríptico con Las vidas de Grace, de Destin Cretton, y La maternal, de Pilar Palomero. Así que queda clara la calidad y pertinencia de una película que deberían ver muchos adultos. Por ejemplo, los que trabajan con adolescentes en los centros de menores y los profesores de secundaria.