28 de diciembre de 2014. Parqueastur, Corvera.
Louis Zamperini es el invencible. Fue un atleta norteamericano que participó en los Juegos Olímpicos de Berlín, un soldado de la fuerza aérea que sobrevivió seis semanas a la deriva en el Pacífico y un prisionero de guerra que soportó las duras condiciones de los campos de trabajo japoneses.
Angelina Jolie dirige con brío esta película que en realidad son cuatro. Una historia de hazañas bélicas con imágenes espectaculares siempre desde el punto de vista de un bombardero. La forja de un rebelde que canaliza en el atletismo su carácter indómito. Un relato de supervivencia en una lancha en medio del mar. Y la descripción de los tormentos que es capaz de vencer como prisionero en Japón. Las evocaciones de la segunda se van intercalando entre las espectaculares imágenes de la primera y permiten entender el carácter de un personaje cuya fuerza dota de sentido al resto de la historia. Los hermanos Coen firman el guión de una película cuyo homenaje final al protagonista real de los hechos recuerda la forma en que Spielberg cerraba Salvar al soldado Ryan. El soldado Zamperini se salvó solo. Y Angelina Jolie nos lo cuenta en esta película nada menor.