11 de marzo de 2015. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
Hera Karlsdottir no consigue superar la muerte de su hermano. A él le gustaba el Heavy metal y ella hereda esa pasión que la va separando de sus padres y de los miembros de la comunidad rural en la que vive.
El terrible accidente con el tractor y la iniciación musical como luto del que la protagonista parece incapaz de salir hacen que interese esta historia islandesa en la que las vacas importan tanto como los decibelios. Pero el relato pierde en contención cuando plantea que la comprensión y la solidaridad de todos podrán redimirla.