27 de mayo de 2018. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
La nave Ikarie viaja hacia la estrella Alfa Centauri para buscar vida. Lleva cuarenta tripulantes preparados para pasar mucho tiempo en ella. De camino encontrarán otra nave que se envió en el siglo XX y en la que solo hay cadáveres. También sufrirán los efectos de una radiación extraña antes de llegar a su destino.
La inspiración checoslovaca del clásico de Kubrick en versión primorosamente restaurada. Es un precedente germinal para el cine de ciencia ficción con más interés por su cuidada escenografía que por lo trepidante de la acción. De hecho, la película se centra más en las relaciones humanas en ese largo encierro que en las truculencias de un tipo de viajes que han hecho tan popular a ese género en las últimas décadas. Tras ver Ikarie XB-1 uno piensa en lo bien que se conserva esta mirada sobre el futuro cincuenta y cinco años después.