8 de mayo de 2018. Cines Parque Principado, Lugones.
Carmen no sale elegida hermana mayor de su cofradía y acaba dejando inconsciente a Ignacio, el tipo que sí lo ha sido. En su ausencia y ante la inminencia de la procesión, los cofrades deciden nombrarla a ella.
Los ambientes semanasanteros andaluces podrían dar para una estupenda película, pero esta no lo es. Ni siquiera aprovecha las cautivadoras músicas que suelen acompañar a los tronos (como sí lo hacía el estupendo documental Señorita María. La falda de la montaña del colombiano Rubén Mendoza) o las imponentes escenas que siempre deparan las salidas o recogidas de cualquier paso ante una iglesia meridional. Mi querida cofradía se queda en interiores domésticos de gentes que se dicen cofrades pero no parecen ejercer.