21 de agosto de 2018. Cines Ocimax, Gijón. V.O.S.
Nisha es una adolescente noruega de familia pakistaní. Una noche su padre descubre un chico en su habitación y decide enviarla a casa de sus tíos en Pakistán para que aprenda a acomodarse a las formas de vida tradicionales. Ella no se adapta y las cosas salen mal. De vuelta en Noruega sus padres siguen empeñados en dirigir su vida. De hecho, conciertan para ella una boda con un canadiense de otra familia Pakistaní,
El qué dirán. Ese era el título original de esta película. Una expresión que aquí se entendería muy bien pero que alguien decidió sustituir por ese titulo que parece hablar de un viaje importante que, sin embargo, solo ocupa un tercio de la historia. De todas formas, si una película tiene problemas con la verosimilitud, es maniquea y refuerza prejuicios contra los inmigrantes, poner un viaje en su título o aludir a la presión del entorno acaba siendo indiferente. Más en la línea de la tópica y sobrevalorada Mustang de Deniz Gamze Ergüven que de la irónica y mucho más oportuna sobre estos temas La gran enfermedad del amor de Michael Showalter, El viaje de Nisha es una película más que prescindible. Innecesaria.