27 de diciembre de 2018. Centro Niemeyer, Avilés.
León Siminiani siempre quiso filmar una película de atracos. Y el que lideró un tipo de Vallecas le ha dado la oportunidad de hacerlo. No es una película de ficción. Es la reconstrucción a dos voces de las circunstancias y las consecuencias, del mérito y el gusto que da atracar bancos desde las alcantarillas.
Hace casi seis años Siminiani vino al Niemeyer a presentarnos aquella joya titulada Mapa. En la reseña que escribí entonces la comparé con la extraordinaria Photografic Memory de Ross McElwee por la brillantez con que Siminiani sacaba partido a la más radical primera persona. Aquí también lo hace, pero su yo está ahora más matizado. Si el contexto personal de Mapa era una pasión amorosa, aquí es la primera paternidad lo que seguramente modera ese ombliguismo del yo que caractarizaba a aquel documental y que ahora deja espacio para un tú extraño pero entrañable con la figura de ese atracador que, escribiendo desde la cárcel y hablando enmascarado, casi comparte la autoría de la historia. Así que Siminiani sigue haciendo un cine magnífico. Ojalá que su próxima película no se haga esperar tanto y que el Centro Niemeyer recupere aquella magnífica costumbre de traernos a los directores para presentarlas.