31 de mayo de 2019. Laboral Cinemateca, Gijón. V.O.S.
Ray, Liz y sus dos hijos (el propio Richard y su hermano pequeño Jason). Vemos a Ray cuando ya es viejo y vive encerrado en su habitación pendiente solo de las tres botellas de cerveza que le llevan cada día. También contemplamos escenas cotidianas de la infancia de esos niños que se criaron en una familia a la deriva.
Con una ambientación perfecta en su feismo, con unas interpretaciones impresionantes encarnando la marginalidad y con unos encuadres fascinantes (los primeros planos de insectos, los espacios desvencijados, la luz cálida de los interiores invernales) Richard Billingham consigue trasladar con mucho éxito su experiencia como fotógrafo a esta autobiografía áspera y conmovedora que podría compartir contextos e intenciones con el cine de Ken Loach, pero que también aporta una poética propia que hace que el espectador no tenga claro si ha asistido a un elegantísimo retrato del desvalimiento o a una evocación sentimental hiriente y compasiva a la vez. Ray & Liz es una película tremenda (aunque nunca tremendista) con la que Billingham demuestra que un buen fotógrafo puede ser también un gran director si tiene algo que contar y sabe cómo hacerlo.