26 de agosto de 2019. Cines Golem Alhóndiga, Bilbao.
Nora está obsesionada con defender la inocencia de Jacques Viguier. El juicio en el que hace años se le declaró inocente del asesinato de su mujer ha de repetirse ahora y Nora dedica todo su tiempo a preparar la forma en que el abogado podrá defenderlo.
No es una película más de juicios. La casuística de la historia tiene todos los mimbres para hacerla muy entretenida, pero al centrar el relato en este personaje ficticio obsesionado con demostrar la inocencia de ese hombre pasmado, Antoine Raimbault consigue una perspectiva muy singular que convierte a su primera película en un documento imprescindible para la formación de juristas y del mayor interés para cualquier ciudadano. Por ejemplo, para quien forme parte alguna vez de un jurado y deba entender la importancia de la presunción de inocencia, de las dudas razonables y de la diferencia entre las hipótesis y las verdades. Una lástima que el deplorable nivel de la programación comercial de los cines asturianos, especialmente acusado en verano, y el apagón total durante estos meses de nuestras salas públicas (Niemeyer, Laboral, Casa de la Cultura, Valey, Filarmónica...) haga imposible que podamos ver este tipo de cine en nuestra tierra. Qué le vamos a hacer, el grandonismo asturiano es así: intensa cinefilia cada noviembre en el Festival de Gijón, programación mediocre en nuestras salas comerciales durante el resto del año y dieta absoluta en el verano.